Este trabajo recopilatorio está dedicado al escultor Francisco de Ocampo Felguera (1579-1639) fue un escultor español del barroco nacido en Villacarrillo (Jaén) en 1579 y fallecido en 1639.
Sobrino del también artista Andrés de Ocampo, tuvo entre sus maestros a afamados escultores de la época, como Juan de Oviedo, Martínez Montañés y Juan de Mesa. Realizó principalmente obras religiosas en madera, muchas de las cuales procesionan actualmente en Sevilla (España), ciudad en la que trabajó principalmente.
Entre sus tallas se encuentra una imagen de Santa Inés que se conserva en el Convento de Santa Inés (Sevilla), Cristo de la Salud Hermandad de La Carretería (Sevilla), Cristo del Calvario, imagen titular de la Hermandad de El Calvario (Sevilla), realizado en 1612 que se encuentra en la Iglesia de Santa María Magdalena (Sevilla), Santísimo Cristo del Humilladero de Azuaga (Badajoz) y Nuestro Padre Jesús Nazareno de Carmona (Sevilla).
También se le atribuye Nuestro Padre Jesús de la Salud, imagen de la Hermandad de La Candelaria (Sevilla); única imagen de talla completa de ese estilo que procesiona en Sevilla, el Nazareno de la Hermandad de El Silencio (Sevilla), Cristo Difunto de La Orotava (Tenerife), Cristo de la Misericordia (Los Silos, Tenerife), Stmo. Cristo de la Vera Cruz de Sanlucar de Barrameda o Jesús de Medinaceli (Madrid).
Espero que la recopilación que he conseguido de este escultor español, sea del interés de los aficionados al arte que frecuentan esta sección, y contribuya en su divulgación.
Algunas obras
Retablo Mayor del convento de Santa Inés de Sevilla, realizado por José Fernando y Francisco José de Medinilla entre 1719 y 1748, presidido por Santa Inés, obra de Francisco de Ocampo. sustituyó al primitivo del siglo anterior, del que se conservan la escultura de Santa Inés, y las de San Juan Bautista, y San Juan Evangelista de Juan de Remesal y en el ático “San Pascual Bailón” y “San Antonio”(ésta última también de Remesal).
(Inés significa pura, sin mancha; aplicado a las víctimas que se ofrecen en sacrificio. Al coincidir fonéticamente este nombre (Agnes) con la palabra latina agnus, (cordero) y con la simbología especial que este animal tiene en el cristianismo (Cristo es representado como el Agnus Dei, el Cordero de Dios), se cultivó esta asociación de ideas y se la representó siempre con un cordero y con la palma del martirio.
Santa Inés representa un hito en la historia del cristianismo. Su martirio conmocionó a la cristiandad naciente y movilizó a toda la intelectualidad cristiana. Inés era una niña de doce años apenas, cuando tuvo que hacer frente a las pretensiones del pretor de turno (fue durante la persecución de Septimio Severo) de que abjurase de su fe, adorando públicamente a Minerva. Y no se le ocurrió otra cosa para presionarla, que llevarla a un lupanar y someterla allí, desnuda, a pública vejación. No siendo posible doblegarla por ningún medio, mandó el pretor decapitarla allí mismo. Dice la tradición que al verdugo, movido de piedad, le tembló la espada en la mano. Su martirio causó honda impresión en toda la Iglesia, tanto en Roma como fuera de ella.)
Vista general del Retablo Mayor del convento de Santa Inés de Sevilla. Otras obras documentadas de Francisco de Ocampo es la Santa Inés que preside el retablo y el Crucificado del ático contratados para el Retablo Mayor del convento de Santa Inés de Sevilla, realizado en el año 1628.
Retablo de la iglesia del monasterio de San Isidoro del Campo (Sevilla). Obra de Juan Martínez Montañés. También se consideran obras de Francisco de Ocampo 'la Virgen de la Asunción' y 'las Virtudes' con que se remata el retablo mayor del monasterio de San Isidoro de Santiponce, donde trabajó junto a su maestro Martínez Montañés.
Cristo del Calvario, La imagen del Cristo del Calvario ejecutado por Francisco de Ocampo en 1612, Iglesia de Santa María Magdalena de Sevilla, constituye la imagen titular de la Hermandad del Calvario que procesiona durante la madrugda del Viernes Santo.
El Cristo del Calvario de la Hermandad de El Calvario de Sevilla -cuya escritura de concierto está fechada el 5 de noviembre de 1611 entre Francisco de Ocampo y su promotor, Gaspar Pérez de Torquemada, quien lo encargó para su oratorio privado de la iglesia de Santa Catalina de Sevilla-, y que se conserva en la iglesia de la Magdalena de esta misma ciudad.
Nº Padre Jesus Nazareno. 1607. Obra de Francisco de Ocampo. El Nazareno perteneciente a la Hermandad de El Silencio de Carmona y que se conserva en la iglesia de San Bartolomé.
Nuestro Padre Jesús Nazareno. La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, totalmente anatomizada, es de madera de cedro, con encarnadura con la técnica del pulimento, y está en posesión de la Hermandad desde principios del siglo XVII. Aunque no se encuentra documentada, por sus líneas estéticas y por la semejanza con el Nazareno de Carmona (Sevilla), Convento de la Concepción y Parroquia de San Bartolomé, es obra atribuible al círculo de Francisco de Ocampo y Felguera.
El hecho de que lleve la Cruz en posición inversa a la de los otros Nazarenos sevillanos es una prueba de antigüedad, dentro del estilo manierista, pues así lo interpretaban los artistas del Renacimiento, divulgado en la Escuela Sevillana por grabados europeos, especialmente "El Pasmo de Sicilia" de Rafael Sanzio de Urbino.
La Santa Cruz es de madera de teca, revestida de planchas de carey con cantoneras de plata labrada, y la posee la Hermandad desde el primer tercio del siglo XVII, siendo donada por Juan Leonel Gómez de Cervantes y Carvajal y por Juan de Cervantes y Casaús, residentes en Nueva España (México).
Nuestro Padre Jesús Nazareno. La imagen representa a Jesús en el momento de abrazar la Cruz. Obra atribuible al círculo de Francisco de Ocampo y Felguera.
Su tío: Andrés de Ocampo
Andrés de Ocampo (Villacarrillo, 1551? - Sevilla 1623), fue un escultor español perteneciente a la escuela sevillana de escultura que encarna el tránsito desde el periodo clásico renacentista hacia el barroco.
Nació en Villacarrillo, en la provincia de Jaén, entre 1555 y 1560,1 en su infancia vivió también en Úbeda, aunque pronto se trasladó a la ciudad de Sevilla, donde su padre, el ingeniero Francisco de Ocampo tenía algún interés económico. Aunque no se conoce con seguridad, parece que ingresó como aprendiz en el taller del escultor
Jerónimo Hernández hacia 1567, permaneciendo en él durante seis u ocho años. El 31 de enero de 1575 compareció ante un tribunal examinador, compuesto por Pedro de Heredia y Gaspar del Águila, siendo aprobado como escultor, entallador y arquitecto.
Residió entre 1581 y 1585 en Córdoba y también algún tiempo en Granada, aunque el centro de su actividad se fijó en Sevilla. Casó en cuatro ocasiones: El primer matrimonio fue en 1575 con Isabel de Torres, un año después contrajo matrimonio con Catalina Ponce, viuda, hija del arquitecto Hernán Ruiz II, maestro mayor de la Catedral de Sevilla, con este matrimonio también se convirtió en cuñado de su maestro,
Jerónimo Hernández. En 1604 casó de nuevo, con Catalina Paredes y por último en 1608 se casó con Francisca Maldonado. De estos matrimonios tuvo tres hijas.
A su muerte ocurrida en Sevilla, el 10 de enero de 1623, legó sus bienes artísticos a su sobrino y discípulo Francisco de Ocampo y Felguera, "por el mucho amor y voluntad que le tengo", entre sus discípulos debe destacarse también a Alonso de Mena. Tuvo una holgada vida económica, siendo propietario de dos inmuebles en la ciudad de Sevilla y uno en la de Córdoba.
Estilo y obra
A su llegada a Sevilla se iniciaba la escuela sevillana de escultura, con el establecimiento en la ciudad de
Juan Bautista Vázquez el Viejo y su entorno de colaboradores, entre los que se encontraban
Juan Bautista Vázquez el Mozo,
Miguel de Adán, Gaspar de Águila y Jerónimo Hernández. Ocampo conoció a
Juan Martínez Montañés y al cordobés
Juan de Mesa. Fue un artista culto, lo que se pone de relieve al analizar los libros que componían la biblioteca que dejó al morir, una de las más completas de los escultores españoles del siglo, y que también alternó con destacados pintores de la época, como
Francisco Pacheco y escritores que pasaron por la ciudad como
Miguel de Cervantes o Fray Luis de Granada.
La temprana muerte de su cuñado y maestro Jerónimo Hernández en 1586, llevó a que Andrés de Ocampo se ocupara de la terminación de las obras pendientes de éste, uno de cuyos principales encargos era la elaboración del retablo de la iglesia parroquial de Santa María, en Arcos de la Frontera, una de las obras más destacadas del arte religioso andaluz. En 1602, tras varios traspasos quedó encargado de la totalidad de la obra, que finalizaría en 1608. La adjudicación de cada una de las piezas que componen este retablo resulta difícil, por los cambios habidos en su ejecución.
La imaginería de Ocampo fue principalmente decorativa, destinada a retablos, mayores o laterales, con relieves.
Obras más destacadas de Andrés Ocampo
- San Pedro (1591), imagen para el retablo mayor de la iglesia de San Pedro de Sevilla.
- Relieve mitológicos (1591), en los que se representan escenas relativas a los trabajos de Hércules, Palacio de Carlos V, en Granada
- Imagen de Santa Paula (1592), para el convento de Santa Paula en Sevilla
- Crucificado (1592-1596), para el Convento de Santa Marta en Córdoba.
- Retablo mayor (1599-1600) de la Iglesia de Santiago en Sevilla. Supone un acompañamiento del gran lienzo de Mateo Pérez de alesio que preside el retablo
- Relieve del descendimiento (1603-1605), Iglesia de San Vicente (Sevilla).
- Exaltación de la serpiente en el desierto (1603-1605), iglesia de San Vicente de Sevilla
- Relieve de la visitación (1609), realizado en piedra en la portada de la iglesia conventual de Santa Isabel de Sevilla. (muy deteriorado)
- San Pablo (1611), retablo mayor de la iglesia de San Martín en Sevilla. De este mismo retablo construyó una docena de figuras, aunque la más sobresaliente es la de San Pablo.
- Cristo de la Fundación (1622), Capilla de los Ángeles, titular de la Hermandad de Los Negritos (Sevilla).
- Crucificado (1623), Catedral de Comayagua (Honduras), constituye una muestra de la presencia de la escultura sevillana en América.
Retablo de Nuestra Señora del Císter. Obra de Andrés de Ocampo, h. 1586. Madera tallada y policromada. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Procedencia: Convento de las Dueñas. Sevilla
Omnium Sanctorun, Sevilla. Al lado de la epístola, en la cabecera, se sitúa el retablo del 'Santísimo Cristo de la Buena Muerte' imagen realizada en 1542 por Andrés de Ocampo acompañado por la 'Virgen y San Juan', obras del siglo XVII.
Relieve del Descendimiento. Obra de Andrés de Ocampo. Hacia 1604. Sede las Hermandades de las Penas y de las Siete Palabras, Sevilla.
Cristo de la Fundación o de 'Los negritos', obra de Andrés de Ocampo en 1622. El Cristo de la Fundación, es conocido como el Cristo de 'Lis negritos', su nombre viene pues a finales del siglo XIV, el cardenal Mena, con la intención de agrupar a los negros fundó una hermandad de gloria en el hospital de los Angeles, de Sevilla. Esta hermandad terminó fusionandose con otra que era de penitencia, tambien constituida por negros, creada en 1554. Hasta el siglo XIX no podían pertenecer a esta hermandad personas que no fueran de raza negra.
San José con el Niño Jesiús, siglo XVII. Sevilla. Obra de Andrés de Ocampo
Hermandad de 'La Carretería', Sevilla. Fundada en 1586 (Dos pasos). En el primer misterio de esta cofradía se representa un calvario completo. Aparece por primera vez la imagen de los dos ladrones crucificados. El Señor de la Salud es obra de Andrés de Ocampo y la Virgen de la Luz, además de las del misterio, se consideran atribuidas al taller de Roldán. La Virgen del Mayor Dolor en su Soledad, bajo palio es obra de Alonso Alvarez de Albarrán (1629).
Santísimo Cristo de la Corona. Obra atribuida a Andrés Ocampo. Imagen del Santísimo Cristo de la Corona durante su Víacrucis en el año 2005.
La Hermandad del Cristo de la Corona es una hermandad de culto católico de carácter penitencial de la Semana Santa de Sevilla. Procesiona en la tarde del Viernes de Dolores por el centro de la ciudad. Tiene la particularidad de que está radicada en la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Sevilla, templo a donde realizan estación la mayoría de las cofradías. Su título completo es: Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de la Corona y Nuestra Señora del Rosario.
La Imagen del Santísimo Cristo de la Corona es una talla anónima, en madera policromada, datada en el último cuarto del siglo XVI. Por tanto, estamos ante una de las imágenes más antiguas de la ciudad. De rasgos manieristas, es una imagen de talla completa con una amplia zancada, resaltada por una túnica de abundante plegado la cual aparece anudada a la cintura por una ruda soga. La cruz arbórea (anteriormente lo hacía con una de caoba) con la que procesiona reposa sobre el hombro derecho, por lo que su cabeza se gira hacia la izquierda, ofreciéndonos un rostro doliente de idealizada belleza.
Iconográficamente representa un pasaje muy usado en el arte procesional sevillano, el de Jesús abrazando al palo vertical de la cruz en el momento de recibir la cruz.3 Tiene la particularidad de que esta imagen porta la cruz al revés de la representación más habitual en los nazarenos, siendo esto una muestra más de su gran antigüedad, ya que esta era la manera más común de hacerlo en el arte manierista. Por su estilo se puede afirmar que influye en las creaciones barrocas de Ocampo, que fue hermano de la hermandad.
Cristo del Pregón de Sevilla. Obra Atribuida a Andrés de Ocampo (1555-1560 – 1623), escultor jienense afincado en Sevilla, este espléndido Crucificado situado en la escalera de acceso al camarín. Según datos encontrados en los archivos del Palacio Arzobispal de Sevilla, el 9 de Diciembre de 1578 el Concejo de Estepa acordaba a petición del vicario de la Parroquia de Santa María, la sustitución del antiguo retablo mayor de este templo, dado el ruinoso y deplorable estado en que se encontraba. Sin embargo, no será hasta 1583 cuando se contrate la construcción del nuevo retablo al maestro Andrés de Ocampo, otorgándose la correspondiente escritura notarial. En el conjunto, remodelado en el siglo XVIII, intervinieron también Jerónimo Hernández y Juan Bautista Vázquez el Viejo.
Cristo del Pregón de Sevilla (detalle). Atribuido a Andrés de Ocampo. Debido a no disponer de documentos, no podemos afirmar que Andrés de Ocampo, hijo del también imaginero Francisco de Ocampo, labrara otro Crucificado para Estepa, pues el que se conserva en el Calvario que remata el mencionado retablo, de 110 cm, es el primitivo. Cabe la posibilidad que el Cristo conservado en la Asunción fuese, como el resto del conjunto retablístico de Santa María la Mayor, una obra juvenil del artista que constituyó un encargo independiente y paralelo al mismo. En todo caso, aún tratándose de una pieza posterior, debe proceder de otra iglesia pues Ocampo falleció el 10 de Enero del año 1623 y el templo de la Asunción data de mediados del XVII. Por otro lado, tampoco encontramos en sus muros una ubicación original para la efigie.
Retablo Mayor de la Iglesia de San Pedro, Sevilla. El altar mayor es obra inicial de Felipe de Ribas en 1641, aunque fue finalizado por Francisco Dionisios y Gaspar de Rivas, sus hermanos. La imagen central de San Pedro es obra de Andrés de Ocampo esculpida en 1591.
Retablo Mayor de la Iglesia de San Pedro, Sevilla. En la parte central del primer cuerpo tenemos a San Pedro Papa, obra que perteneció al retablo anterior obra de Andrés de Ocampo, escultura realizada en 1591.
Convento de Santa Isabel, Sevilla. La portada principal es de estilo renacentista y posee vano adintelado entre pares de columnas con hornacinas y sobre el atico se sitúa un relieve que representa escena de la "Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel", obra de Andrés de Ocampo (1609).
Relieve central del Convento de Santa Isabel de Sevilla, representa a la Visitación de la Virgen. Obra de Andrés de Ocampo
Convento de Santa Isabel de Sevilla. 'La Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel'. Altorrelieve sobre la portada de la iglesia. Andrés de Ocampo, 1.609.
Intervención de Andrés de Ocampo en la iglesia del Convento de Santa Marta de Córdoba
Iglesia del Convento de Santa Marta de Córdoba. Llamado del Cinamomo por un árbol de igual nombre. Surgió a partir de un beaterío del s. XV establecido en la casa llamada Corral de los Cárdenas a la que luego se añadió la Casa del Agua, y a comienzos del s. XVI se terminó la iglesia por Hernán Ruiz I (el Viejo). La portada de la iglesia es obra suya realizada en 1505 y constituye un ejemplo del gótico humanista.
En su interior es muy interesante un arco angrelado ricamente decorado por ambos lados, que forma parte de la portada, y que permite el acceso al claustro desde la galería, del s. XV. Conserva tres pequeñas imágenes marianas de estética hispano-flamenco que se fechan en el s. XV. El convento de Santa Marta, perteneciente a la rama femenina de la orden jerónima, fue fundado en el año 1462. El inmueble, compuesto por 5 patios principales y 4 menores, pertenece al obispado de Córdoba.
Imágen de la Virgen del Valle, obra atribuida al escultor Andrés de Ocampo. Convento de Santa Marta de Córdoba. La iglesia también cuenta con distintas imágenes y pinturas que se asocian al círculo de Antonio del Castillo.
La iglesia del Convento de Santa Marta de Córdoba, cuenta con un espléndido retablo mayor obra del escultor Andrés de Ocampo y el pintor Baltasar del Águila, de finales del s. XVI.
Intervención de Andrés de Ocampo en el Retablo Mayor de la Basilica de Santa María de la Asunción (Arcos de la Frontera, Cádiz)
El monumental retablo mayor de la iglesia de Santa María de la Asunción de Arcos de la Frontera, ocupa la cabecera del templo, frente a la puerta principal. Es una auténtica joya artística que reúne labores de arquitectura, escultura y relieve. Fue concertado en 1585. Durante más de veinte años trabajaron en él numerosos artistas, como:
Juan Bautista Vázquez el Viejo,
Juan Bautista Vázquez el Mozo,
Jerónimo Hernández,
Miguel de Adán y
Andrés de Ocampo, entre otros escultores. Dorado, estofado y pintura se deben principalmente a Juan de Salcedo y Antonio Pérez.
Retablo Mayor de la Basilica de Santa María de Arcos de la Frontera. Cuerpo superior; como figura principal aparece el Padre Eterno.
El Retablo Mayor está formado por tres cuerpos y un ático, tiene siete calles de las que cuatro son de nicho e imaginería y las tres de mayor anchira, de relieve.
Retablo Mayor de la Basilica de Santa María de Arcos de la Frontera. Cuerpo central-superior
La calle central presenta tabernáculo y templete en el primer cuerpo. Los apóstoles contemplan el sepulcro de la Virgen vacío en el segundo cuerpo, mientras asciende al cielo en el superior.
Retablo Mayor de la Basilica de Santa María de Arcos de la Frontera. Cuerpo central e inferior
En el último cuerpo aparece el Padre Eterno. En las hornacinas existen imágenes de apóstoles y en los relieves están representadas escenas de la vida de la Virgen. Por todo el conjunto se reparten columnas dórdicas, jónicas y corintias. Pertenece en estilo y época al Renacimiento (1585-1608).
Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado a Francisco de Ocampo Felguera (1579-1639) fue un escultor español del barroco nacido en Villacarrillo (Jaén) en 1579 y fallecido en 1639. Sobrino del también artista Andrés de Ocampo, tuvo entre sus maestros a afamados escultores de la época, como Juan de Oviedo, Martínez Montañés y Juan de Mesa. Realizó principalmente obras religiosas en madera, muchas de las cuales procesionan actualmente en Sevilla (España), ciudad en la que trabajó principalmente.
Fuentes y agradecimientos a: es.wikipedia.org, cordobapedia.wikanda.es, juntadeandalucia.es, galeon.com, cofrades.pasionensevilla.tv, doenjo/flickr.com, foro.territorio-disney.com, palanganas.com, leyendasdesevilla.blogspot.com, blogmorado.blogspot.com.es, framuru2.wordpress.com, rafaes.com y otras de Internet.