Este trabajo recopilatorio está dedicado al escultor Eduardo Carretero (1920-2011). Fue un excelente artista, con una prolífica trayectoria profesional, que mereció más reconocimiento.
Entre sus trabajos figura la ornamentación de la iglesia del Colegio Mayor Isabel la Católica de Granada (1947), realizando las estatuas monumentales de los cuatro evangelistas.
En 1949 se trasladó a Madrid, traslando su taller y su residencia a Chinchón. En esa época empezó arelacionarse con notables artistas, formando parte de lo que se ha venido a llamar la generación de las posguerra.
También fueron importantes las esculturas realizadas para la Iglesia de San Francisco Javier en Pamplona, en las que se encontraban las estatuas de los evangelistas.
Así mismo en 1963 realizó varias estatuas, mosaicos y relieves para la Iglesia de San Enrique en Pamplona. Entre las obras destacan: 'el Crucificado' y de la Virgen.
Quizá la obra más conocida sea el monumento dedicado a Santiago Ramón y Cajal (1977) que figura en el hospital madrileño del mismo nombre.
Entre su amplia galería de retratos destacan los bustos de Federico García Lorca, Pablo Picasso, Rafael Alberti, Santiago Ramón y Cajal, Joaquín Costa, José Manuel Caballero Bonald, Fernández de los Ríos y Mariana Pineda y sus dos autorretratos.
Uno de sus últimos trabajos fue la 'Piedad', monumento inaugurado en 2011 en el cementerio de Granada, en memoria de las víctimas de la Guerra Civil Española. la obra está inspirada en 'la Piedad' de Miguel Ángel.
Fue elegido el 2 de abril de 2009 académico honorario2 de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias, en la que ingresó el 19 de mayo de 2010.
Espero que la recopilación que he conseguido de este escultor español, sea del interés de los aficionados al arte que frecuentan esta sección, y contribuya en su divulgación.
Eduardo Carretero en una foto sin datar
Biografía de Eduardo Carretero Martín, según la Wikipedia
Eduardo Carretero Martín (Granada, 13 de enero de 1920 - Chinchón, 3 de octubre de 2011), fue un escultor español.1
Hijo de empresario textil y maestra, realizó los primeros estudios en su ciudad natal, iniciándose el arte de la escultura.
Se casó en Granada en la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias, en la sala del camerín de la Virgen, con Isabel Roldán García, la prima pequeña de Federico García Lorca.
En el año 1947 le encargaron la ornamentación de la iglesia del Colegio Mayor Isabel la Católica de Granada, realizando las estatuas monumentales de los cuatro evangelistas en piedra de bogarre de dos metros y medio de altura.
En 1949 se trasladó a Madrid, donde se relacionó con artistas como Antonio Rodríguez Valdivieso, Carlos Pascual de Lara, Antonio Lago, Manuel Mampaso Bueno, José Luis Fernández del Amo, José Guerrero, Manuel Rivera, Bernardo Olmedo, Jorge Oteiza, José Manuel Caballero Bonald, José Hierro y Luis Rosales, formando parte de lo que se ha venido a llamar la generación de las posguerra.
A mediados del siglo XX trasladó su taller y su residencia a Chinchón.
Fue elegido el 2 de abril de 2009 académico honorario2 de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias, en la que ingresó el 19 de mayo de 2010.
Eduardo Carretero posando ante el busto de Santiago Ramón y Cajal que fue esculpido en 1977. La obra ee encuentra ubicada en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Obras
Entre sus principales obras están:
- El monumento a Santiago Ramón y Cajal en el hospital que lleva su nombre en Madrid.
- Las esculturas de las iglesias de de San Francisco Javier y San Enrique en Pamplona.
- Monumento a Pablo Sarasate en Pamplona.
- Fachada del edificio del Instituto Nacional de Colonización en Madrid.
- Altar mayor para la Universidad Laboral de Córdoba.
Tiene además obras en diversas localidades españolas.
Con fecha 4 de febrero de 2011 se inauguró, con su asistencia, un monumento a todas las víctimas de la Guerra Civil en el Cementerio de San José de Granada. Se trata de un grupo escultórico con el título «Piedad» de notable fuerza y acusado lirismo.
Retratos
Entre su amplia galería de retratos se pueden destacar los de Federico García Lorca,3 Pablo Picasso, Gabriel Celaya, Rafael Alberti, Joaquín Costa, Antonio Espina, Félix Huarte, Fernández Canivell, José Manuel Caballero Bonald, José Vento, Fernández de los Ríos y Mariana Pineda, retrato que le fue encargado para la sede de las Naciones Unidas de Bruselas.
Exposiciones
Intervino, entre otras, en las siguientes exposiciones:
- Exposición colectiva de pintores y escultores granadinos organizada por el Ayuntamiento de Granada, que reunía a varios artistas comprendidos entre 1900 y 1940.
- Primera Bienal Hispano-Americana de Arte en 1951.
- Exposición organizada por el Museo de Arte Contemporáneo de Santander, en 1952.
- En 1955 expuso en la Sala Tau.
- Exposición de arte religioso organizado por el seminario de Santa María de la Asunción, en 1956.
- Exposición sobre dibujos y grabados españoles del siglo XX en la galería Darro y en la exposición de arte sacro «Homenaje a Fra-Angelico» en la misma galería en 1960.
- Exposición en la Sala del Prado del Ateneo de Madrid en 1960.
- En 1962 participó en el "Primer Certamen Nacional de Educación y Cultura".
- En 1963 expone unos dibujos a tinta china en una exposición organizada por la Dirección General de Bellas Artes.
- En 1964 fue invitado a participar en la exposición "Escultores españoles contemporáneos" en la Feria Mundial de Nueva York (1964-1965) a la que envió su obra "Albore".
- En 1970 expuso en el Palacio de los Condes de Buenavista de Málaga una muestra de retratos.
- En 1971 expuso en la Caja de Ahorros de Antequera, veintiocho obras de diversos temas, estilos y materiales y participó en el Primer Festival de Arte y Cultura en Cercedilla, con Pablo Serrano, Benjamín Palencia, Vázquez Díaz, Valdivielso y Vento.
- En el año 1972 hizo una exposición individual en la Sala Santa Catalina del Ateneo de Madrid, donde presentó un total de 36 obras.
- En julio y agosto de ese mismo año participó en la primera de las exposiciones "El flamenco en el Arte Actual" celebrada en Montilla (Córdoba) invitado por su gran amigo Francisco Moreno Galván, presentando el retrato del cantaor José Menese.
- En 1973 donó su obra en madera "Pareja de Baile" para la subasta benéfica a favor del Sureste de España, organizada por el Banco de Granada bajo el patrocinio de S.A.R. la princesa de España.
- En los años siguientes siguió participando en exposiciones y muestras en diversos puntos de España, como Cádiz, Córdoba, Madrid, Vigo, Las Matas (Madrid), París, Gijón, etc.
- En los años 1980 continuó participando en distintas muestras, como «El Arte Flamenco y el Arte actual» celebrada en la «Posada del Potro» de Córdoba y el Segundo Encuentro de Artistas Plásticos Andaluces de Granada.
- Exposición durante mayo y junio de 2008 en la Fundación Vilpomas (Granada) de obras de Eduardo Carretero Martín e Isabel Roldán García.4
Distinciones
- En el año 2004 la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias de Granada le concedió la Medalla de Oro y en el año 2009 fue elegido académico honorario.
- Fue nombrado «hijo adoptivo» de Valderrubio (Granada) el día 27 de octubre de 2004.
- Fue nombrado «hijo adoptivo» de Chinchón (Madrid) el día 17 de mayo de 2005.
- El día 3 de febrero de 2011 le fue entregada la Medalla de Oro de la ciudad de Granada,5 de la que fue nombrado «hijo adoptivo» en 2005.
Referencias
1 ↑ Fallece en Chinchón el escultor granadino Eduardo Carretero, La Vanguardía, 4 de octubre de 2011, consultado el 6 de octubre de 2011.
2 Ir a ↑ «Académico Honorario». Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias. 02-04-2009.
3 Ir a ↑ «La Huerta de San Vicente, Casa de Federico García Lorca en Granada». ABC de Madrid. 13-08-1978.
4 Ir a ↑ «La Fundación Vilpomas trae a Granada las obras de Eduardo Carretero e Isabel Roldán». IDEAL. 12-05-2008.
5 Ir a ↑ «Cinco granadinos, dos empresas y una agrupación, medallas de Granada». IDEAL. 3-2-2011.
Autorretrato de Antonio Navarro Santaféque. 1945
Eduardo Carretero: el genio
Eduardo Carretero, junto a una de sus esculturas, en La Zubia, em 2008.
Vive en Chinchón por su pasión a la piedra. Eduardo Carretero eligió el lugar definitivo de su vida porque está apenas a unos kilómetros de las canteras de Colmenar, en donde él consigue el material para su obra, sus esculturas. Pero mantiene su fuerte acento granadino en una voz cálida y suave y su aire rebelde. Este año cumple 90 años. Madrid lo celebra dedicándole exposiciones. Algo similar debería hacer Granada.
"Yo no creo que tenga méritos para eso", dice al otro lado del teléfono. "Yo en esas cosas no pienso. Creo que se me ha valorado más de los que soy. Si hasta me dieron la Medalla de la Academia de Bellas Artes", recuerda.
El Centro José Saramago de Leganés abrió el pasado 13 de enero una muestra retrospectiva de la obra de Eduardo Carretero que podrá contemplarse hasta el próximo 3 de febrero. "Se trata de cosas antiguas", explica. "Vinieron a mi estudio y cogieron las cosas que tengo allí".
Eduardo Carretero, entre otras cosas, es el autor del busto de Federico García Lorca que preside la casa natal del poeta en Fuente Vaqueros. Hay otro busto ahora mismo en la Casa de España de Buenos Aires. También realizó el busto de Ramón y Cajal que se encuentra en el vestíbulo del hospital del mismo nombre en Madrid. O el retrato de Mariana Pineda en la casa en la que ella vivió.
"Ahora hago pocas cosas", comenta. "Ya estoy bastante 'cascado' y sólo puedo hacer pequeños retratos, cosas no muy grandes. La edad".
El granadino es autor, entre otras obras, del busto de Mariana Pineda, del busto de Federico García Lorca en Fuente Vaqueros. Como este busto, hay otro más en la Casa de España en Buenos Aires. Carretero recibió la Medalla de la Academia de Bellas Artes de manos de José García Romón.
Eduardo Carretero es muy crítico con la política educativa sobre la enseñanza de la escultura en España. "Aquí no se enseña escultura. Se enseña Teoría de la Escultura. Pero no se enseña a esculpir. ¿Dónde se ven bloques de piedra en un centro de enseñanza? En ninguna parte. Además, hoy en día todo vale. Hoy ya no se llaman esculturas. Se llaman instalaciones. Se pone una piedra encima de otra y ya está. Supongo que es por los tiempos que nos ha tocado vivir". Carretero es más partidario de un retorno al formalismo escultórico. "Si se quiere seguir con la escultura, hay que volver al formalismo", indica. Recuerda con nostalgia los tiempos en los que, cada dos años, se hacían grandes exposiciones escultóricas en todos los pueblos y ciudades del país. "Cada dos años", recuerda, "los pueblos intervenían en la vida artística".
Uno de los grandes problemas que existen hoy son las galerías de arte y sus intereses económicos. "Hoy todo está en manos de las galerías, que son las que manejan el capital. El márketing es más importante que la escultura". Las galerías son también, en su opinión, las que se inventan movimientos artísticos y modas. "Yo no me clasifico dentro de ningún movimiento. Mi movimiento es la libertad", asegura el escultor. "Los movimientos son un invento de las galerías. Escultura es la que se hace bien o no se hace bien".
Eduardo Carretero no recuerda de dónde le vino la pasión por la escultura. "Ya estoy demasiado viejo para acordarme de eso", bromea. "Tengo fotos del primer retrato que hice, y fue en 1935. Las primeras cosas las hacía en casa de mi abuela, y el primer retrato fue de Juan Cristóbal, un pariente de la familia".
El escultor tuvo una intensa historia de amor con Isabel García Roldán, ya fallecida, prima de Federico García Lorca. Ella se aficionó al arte gracias a las esculturas de su marido: con los trozos de mármol que él desechaba al ir esculpiendo, ella realizaba mosaicos. El pasado año se inauguró en La Zubia una exposición con las obras de los dos. Pese a estar casado con su prima y haber realizado el busto de García Lorca, no llegó a conocerle del todo. "Sólo lo conocía de vista", recuerda. "Nunca llegó a posar para mí".
Carretero tuvo que realizar su carrera artística en unos tiempos realmente duros. "Tras la Guerra Civil nadie hacía encargos. Los escultores trabajábamos sólo gracias a los encargos oficiales de las instituciones, porque encargos particulares no había ninguno en absoluto. Lo que más tuve que hacer eran esculturas religiosas".
Ahora, a punto de sus noventa años, el escultor descansa en su casa de Chinchón, lugar de que es Hijo Adoptivo, realiza sus pequeñas esculturas y disfruta de los paisajes del pueblo. Su inmensa obra está presente por todo el país de forma silenciosa, callada, tranquilamente pétrea. Si esos rostros tallados por las manos de Carretero hablaran, podrían contar las largas horas de taller, las profundas reflexiones, los momentos de inspiración de un granadino de la Plaza Bib-Rambla de corazón universal.
Publicado por Jesús Arias el 19.01.2009 / granadahoy.com
Piedad de Eduardo Carretero
Eduardo Carretero visitando su obra 'Piedad' del cementerio de Granada, el día de su inauguración, diez meses más tarde se produciría su fallecimiento.
Recuerdo con frecuencia aquella ocurrencia de Jorge Luis Borges cuando decía confesar, en los breves y famosos prólogos de su colección, que no se jactaba de los libros escritos sino de algunos libros leídos. Esta tramposa y brillante afirmación del añorado genio porteño es difícil de sostener en tiempos en los que cualquier exhibición impúdica de la intimidad merece una contemplación inerte y masiva y hasta llega a convertirse en una productiva ocupación laboral.
Sí parece fácil sentir, en determinadas ocasiones, más orgullo por los éxitos de quienes admiramos que por los éxitos propios, siempre lastrados por la duda decorosa de nuestra incertidumbre. Y así me ocurre con la instalación de esta Piedad que el gran escultor Eduardo Carretero, un artista que deberían conocer todos los bachilleres españoles, acaba de donar para su ubicación en el Cementerio de San José de Granada como homenaje a todas las víctimas de nuestra Guerra Civil.
No han podido elegirse manos más ejemplares y limpias para esta noble misión. La obra se ubica junto a uno de esos lugares malditos en los que pudo germinar el odio durante generaciones, mostrarse en todo su repugnante esplendor y persistir durante décadas sin que nadie remediara los regueros de angustia que cada amanecer nacían camino de una ciudad incómoda y algo olvidadiza con los contornos más gruesos de la tragedia. Como dice un espléndido poema visual de Antonio Gómez es uno de esos lugares donde la muerte puso los huevos en la herida.
La obra que nos regala Eduardo Carretero es admirable: Una superación de la bondad. Ni es religiosa ni es laica, solo rotunda; es -como su propia vida- una lección de honestidad, una muestra de la sensibilidad de un artista que no puede componer la belleza sino su pérdida porque le tocó muy hondo y muy cerca la crueldad de un tiempo sin luz y sin principios. El escultor, probablemente guiado más por su instinto que por su razón, ha conseguido unir la fuerza con la espiritualidad, superar condiciones y traumas anclados en el recuerdo para exponer los perfiles de aquella salvaje ingratitud.
Si algo tuviera que criticar, acaso, por excesiva y demasiado grande, criticaría la placa que recuerda su generosa donación y el acto de inauguración el pasado 4 de febrero.
Ha llamado la atención su acertado pedestal. Un cuadrilátero del rojizo acero corten recoge un campo de cantos rodados. Hay quien ha visto en ellos un campo de cadaveras. Me parece una comparación demasiado evidente para un espíritu tan comprometido como el de nuestro artista. Si es cierto que caminar por el campo de cantos rodados nos transmite la dificultad y el dolor que promueven el tiempo y el olvido. Sabemos que un canto rodado es un fragmento de roca susceptible de ser transportado por medios naturales. El paciente desgaste, la erosión, la corrosión del viento y del agua le proporcionan una forma redonda y humilde que se asocia con el sencillo y silencioso discurrir del mundo. Sabemos también que algunas viejas culturas consideran que los cantos rodados simbolizan el alma o el espíritu. Más próxima veo esta interpretación que sostiene una obra llena de emoción y esperanza sobre un campo de almas españolas.
Fuente: lasoledadpartida.com / Publicado por Jesús María García Calderón el 6 de febrero de 2011
"Piedad", monumento inaugurado en 2011 en el patio de San José del cementerio de Granada, en memoria de las víctimas de la Guerra Civil Española. Está inspirada en 'la Piedad' del Vaticano, de Miguel Ángel. Obra del escultor Eduardo Carretero.
Otras obras
Parroquia de San Francisco Javier en Pamplona
Eduardo Carretero es autor de todas sus esculturas y relieves de la parroquia de San Francisco Javier en Pamplona.
En estas fotografías podemos ver los trabajos de colocación de algunas de las estatuas, así como las esculturas de los evangelistas, cuyo tamaño se puede observar al compararlos con la estatura de don Miguel Gortari que medía cerca de 1,80 m; y al propio Eduardo Carretero, también junto a uno de los evangelistas.
Retrato del arquitecto don Miguel Gortari Beiner, realizado en bronce por Eduardo Carretero
Más info de las esculturas de Eduardo Carretero en la parroquia de San Francisco Javier en Pamplona.
Iglesia de San Enrique en Pamplona
Las tres imágenes de la Iglesia, de San Enrique, del Crucificado y de la Virgen, con sus correspondientes mosaicos originales según pueden verse en estas fotografías en blanco y negro de la época, costaron, en el mismo año 1963, la cantidad de 120.000 pesetas. Son obra del escultor granandino Eduardo Carretero, nacido el 31 de enero de 1920, y fallecido 4 de octubre de 2011 en su casa de la localidad madrileña de Chinchón a los 91 años, que también es autor de todas las esculturas de la Parroquia de San Francisco Javier de Pamplona, entre las que sobresale la gran figura del Santo titular de dicha parroquia de tres metros y medio.
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