Este trabajo recopilatorio está dedicado a la Iglesia de San Miguel es un templo de culto católico situado en Jerez de la Frontera (Cadiz). Su torre es el punto más alto de la ciudad. Este temblo andaluz alberga verdaderas obras de arte, entre las que hay que destacar el Retablo Mayor, obra de los prestigiosos imagineros Juan Martínez Montañés y su discípulo José de Arce.
Fachada de la Iglesia de San Miguel, Jerez
La iglesia de San Miguel se comienza a levantar a finales del siglo XV, y por la fecha de la placa existente en la puerta de la fachada gótica del evangelio (1484), cabe pensar que su construcción fue consecuencia de la súplica de la ciudad a los Reyes Católicos en la visita realizada por éstos en el año 1484 para la edificación de un nuevo templo en esta zona en la que la feligresía se servía de una antigua ermita. Su construcción, no obstante, se prolongaría durante varios siglos, dando lugar a un excelente conjunto de porte catedralicio donde se conjugan elementos propios del último gótico jerezano con otros del inicio y plenitud del renacimiento y del barroco. Bien de Interés Cultural, esta iglesia de San Miguel fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1931.
Iglesia de San Miguel de Jerez. Detalle de la fachada principal.
Iglesia de San Miguel de Jerez. Detalle de la torre. El jerezano, Diego Moreno Meléndez (Jerez, 1626-1701), sepultado en esta iglesia, finaliza esta espléndida fachada durante los últimos años de su vida (1672-1701). Fiel exponente del barroco andaluz.
El templo es de planta rectangular, el templo se divide en tres naves, la central más alta que las laterales, por pilastras de estilo gótico florido adornadas por doseletes de gran variedad entre sí, las más cercanas a la cabecera que se cubre con una magnífica bóveda de crucería, y de mayor simplicidad las que se encuentran cerca de los pies de la iglesia; y con un crucero que no sobresale en planta pero sí en altura.
Considerado como uno de los mejores templos de la ciudad de Jerez, se trata de una iglesia muy transformada, donde intervienen grandes maestros de la talla de Francisco Rodríguez o Diego de Riaño, y más tarde Hernán Ruiz II El Joven entre 1564 y 1568, a quien se debe la realización de su majestuosa Sacristía sobre una primera construcción de Martín de Gaínza, arquitecto mayor de la archidiócesis hispalense que trabaja en ella hasta su muerte, dejándola a la altura del entablamento. De planta cuadrada y bellas proporciones y muy relacionada con la sacristía mayor de la catedral hispalense, se coronada por una airosa cúpula renacentista con casetones y decorada con placas de pizarra, que da como resultado en su conjunto uno de los espacios interiores más logrados de la arquitectura renacentista andaluza.
En su interior se encuentra un valioso conjunto de piezas mueble, en su mayoría barrocas. Destacan el Santo Crucifijo de la Salud atribuido a José de Arce, el tabernáculo de la Capilla del Sagrario, obra del siglo XVIII relacionado con los trabajos del ensamblador local Andrés Benítez, o la custodia procesional labrada por Juan Laureano de Pina en el siglo XVII.
Capilla del Sagrario. Es una magnífica obra del arte barroco en Jerez de la Frontera. Añadida a la fábrica gótica, primera mitad del XVIII. Proyecto del experto Diego Antonio Díaz (1675-1748), siendo director de ejecución, su hermano, Ignacio Díaz de los Reyes.
La Capilla del Sagrario tiene planta de cruz griega con perímetro central achaflanado con columnas pareadas de orden corintio. El centro se cubre con cúpula octogonal con media naranja y linterna, y los brazos con bóvedas de cañón. Se atribuye a Ignacio Díaz, sobre probable diseño de su hermano Diego Antonio Díaz, por entonces arquitecto diocesano hispalense. Construida entre los años 1718 y 1759, su estilo, al igual que el de la fachada principal del templo está asociado al barroco sevillano, tan pujante en aquella época.
El gran retablo mayor sobre ábside de cinco lados y todo en madera, lo diseña y ejecuta en gran parte el prestigioso imaginero Juan Martínez Montañés a partir de 1609, siendo continuado luego por su discípulo José de Arce.
La última etapa constructiva de la iglesia. Esta iglesia, trazada como planta de salón, se inicia su construcción por los pies, siguiendo, otra vez, el modelo gótico de la Catedral de Sevilla.
Al exterior presenta tres fachadas, dos de ellas en estilo gótico: la del lado del evangelio, acabada en 1515, y la otra correspondiente al lado de la epístola.
Diego Moreno Meléndez, arquitecto local, diseña y levanta la espléndida fachada principal de este templo según el concepto de torre-fachada a los pies de la iglesia, entre 1672 y 1701. Concebido en el estilo del barroco sevillano afín al realizado en aquella ciudad por Leonardo de Figueroa, con quien colaboró, su cuerpo principal de acceso a la iglesia se enmarca por dobles columnas con hornacinas entre ellas y se eleva en tres cuerpos más, sucesivamente retranqueados, el último de planta octogonal y rematado por un vistoso chapitel revestido por azulejos en azul y blanco. Con gran profusión decorativa en columnas y pilastras, es una obra muy imaginativa, plena de espíritu barroco.
Espero que la recopilación que he conseguido de este templo español, sea del interés de los aficionados al arte que frecuentan esta sección, y contribuya en su divulgación.
Iglesia de San Miguel de Jerez (Cádiz)
La Iglesia de San Miguel es un templo de culto católico situado en Jerez de la Frontera (Cadiz, Andalucía, España). Su torre es el punto más alto de la ciudad
La Parroquia de San Miguel de Jerez de la Frontera (Cádiz). Comienza a levantarse a finales del siglo XV, y por la fecha de la placa existente en la puerta de la fachada gótica del evangelio (1484), cabe pensar que su construcción fue consecuencia de la súplica de la ciudad a los Reyes Católicos en la visita realizada por éstos en el año 1484 para la edificación de un nuevo templo en esta zona en la que la feligresía se servía de una antigua ermita. Su construcción, no obstante, se prolongaría durante varios siglos, dando lugar a un excelente conjunto de porte catedralicio donde se conjugan elementos propios del último gótico jerezano con otros del inicio y plenitud del renacimiento y del barroco.
Vista de la nave central y al fondo su imponente Retablo mayor. Iglesia de San Miguel de Jerez
De planta rectangular, el templo se divide en tres naves, la central más alta que las laterales, por pilastras de estilo gótico florido adornadas por doseletes de gran variedad entre sí, las más cercanas a la cabecera que se cubre con una magnífica bóveda de crucería, y de mayor simplicidad las que se encuentran cerca de los pies de la iglesia; y con un crucero que no sobresale en planta pero sí en altura.
Portada lateral. Segunda Capilla, Iglesia de San Miguel, Jerez
Considerado como el mejor templo jerezano, se trata de una iglesia muy transformada, donde intervienen grandes maestros de la talla de Francisco Rodríguez o Diego de Riaño, y más tarde Hernán Ruiz II El Joven entre 1564 y 1568, a quien se debe la realización de su majestuosa Sacristía sobre una primera construcción de Martín de Gaínza, arquitecto mayor de la archidiócesis hispalense que trabaja en ella hasta su muerte, dejándola a la altura del entablamento. De planta cuadrada y bellas proporciones y muy relacionada con la sacristía mayor de la catedral hispalense, se coronada por una airosa cúpula renacentista con casetones y decorada con placas de pizarra, que da como resultado en su conjunto uno de los espacios interiores más logrados de la arquitectura renacentista andaluza.
Vista de la nave central de la Igesia de San Miguel de Jerez. Durante el siglo XVI, Jerez, dependía eclesiásticamente del Arzobispado de Sevilla. Los Maestros Mayores de la Sede Hispalense, dirigían las nuevas construcciones. Posiblemente sería Alonso Rodriguez, Maestro de la iglesia prioral del Puerto de Santa María y Maestro Mayor de la catedral de Sevilla (1496-1513), el designado para esta magna obra del gótico flamígero.
En su interior se encuentra un valioso conjunto de piezas mueble, en su mayoría barrocas. Destacan el Santo Crucifijo de la Salud atribuido a José de Arce, el tabernáculo de la Capilla del Sagrario, obra del siglo XVIII relacionado con los trabajos del ensamblador local Andrés Benítez, o la custodia procesional labrada por Juan Laureano de Pina en el siglo XVII.
La Capilla del Sagrario de la Iglesia de San Miguel de Jerez, tiene planta de cruz griega con perímetro central achaflanado con columnas pareadas de orden corintio.
El centro se cubre con cúpula octogonal con media naranja y linterna, y los brazos con bóvedas de cañón. Se atribuye a Ignacio Díaz, sobre probable diseño de su hermano Diego Antonio Díaz, por entonces arquitecto diocesano hispalense. Construida entre los años 1718 y 1759, su estilo, al igual que el de la fachada principal del templo está asociado al barroco sevillano, tan pujante en aquella época.
El Santo Crucifijo de la Salud, obra magistral atribuida unánimemente a las gubias de José de Haert (discípulo predilecto de Martínez Montañés y denominado
José de Arce), artista de la escuela montañesina nacido en los Países Bajos, pero afincado en Sevilla y Jerez. En Sevilla se encontraba trabajando desde 1636. Fue seguidor de Alonso Cano en el barroquismo acentuado en el modo de tratar los paños. Sus mejores obras las hizo para la Cartuja de Jerez, como el Apostolado allí existente. Un dato para atribuir esta imagen a dicho autor es su gran parecido con el Cristo de la Cartuja que documentalmente se sabe que pertenece a este autor.
El Crucifijo de la Salud es la imagen del Salvador que acaba de morir. Esta nota es visible por la leve rigidez de todos los miembros, así como por la posición colgante y encorvada, y la tensión de la musculatura del hombro, anunciando de esta manera el proceso postmortal. Es el prototipo del Cristo realista, lacerado y pendiente de la Cruz, tal como lo describe Isaías. Pero todo queda dulcificado por el influjo clásico que siempre ha caracterizado a la escultura andaluza. En la cabeza del cristo se concentra la emoción y la hondura de expresión que la escuela sevillana fue capaz de ofrecernos en el XVII. La cabeza del Cristo es realista pero apolínea, a pesar del pathos. Está muy herido, muy lacerado y pende de la Cruz cual lo haría un hombre, despojado de la divinidad. Esta característica se aprecia muy bien en la contraposición que ofrece el rostro con respecto al cuerpo. El rostro de rasgos clásicos, sereno, como si estuviera dormido, refleja una profunda paz y una humilde resignación. En el mismo destaca la finura de las facciones, talladas con insuperable perfección y belleza. Los cabellos sugieren el movimiento, como si estuviera agitado por el viento. La barba espesa acentúa la nota de rigidez cadavérica, pero sin restar belleza al rostro, sino más bien agudizándolo. Se ha dicho que en el torso, pese a las heridas y los chorros de sangre, expresa este Cristo la mayor prueba de su clasicismo. Pero, en nuestra opinión es en la anatomía donde mejor se revelan los rasgos barrocos de este imaginero, ya que aparecen con crudeza representados heridas y chorros de sangre. Las rodillas estan destrozadas por las caídas con la Cruz a cuestas, consiguiendo el imaginero una gran riqueza plástica en estos detalles que mueven a compasión. Es en el cuerpo de este Crucificado donde se hace patente la exaltación, lo barroco, el movimiento y lo cruento del martirio. El cuello refleja la crispación de las venas, apareciendo la cabeza inclinada sobre el hombro derecho.
Después de admirar el emotivo Santo Crucifijo de la Salud de Arce, continuaremos con la gran maravillosa de la iglesia jerezana, se trata del retablo mayor, una impresionante obra que analizaremos y nos deleitaremos con su impresionante esculturas y relieves.
Retablo mayor de la iglesia de San Miguel. Jerez de la Frontera, Cádiz.
Autoría: Miguel de Zumárraga (trazas). Escultores imagineros:
Juan Martínez Montañés y
José de Arce).
Cronología: Primera mitad del siglo XVII. Dimensiones: 19,09 x 10,74 m. Materia: Roble (estructura) Falso cedro (columnas, esculturas y relieves) Observaciones: La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución.
Retablo Mayor de la Iglesia de San Miguel de Jerez (Cádiz). Una larga espera (1601-1655) para terminar una obra destacadísima del retablo protobarroco. Juan Martínez Montañés concentra a Juan de Oviedo y de la Bandera y a Gaspar del Águila para el proyecto. Por fallecimiento, sustituye a Gaspar, Miguel de Zumárraga. En 1617 Montañés replantea la pintura y relieves. Se incorpora José de Arce. Interviene la mejor policromía. Todo un lujo para San Miguel.
En cuanto al retablo mayor de la parroquia de San Miguel, es un importante retablo jerezano de del siglo de oro, de estilo renacentista, Juan Martínez Montañés estaba ocupado en él desde 1601. Hubo diversos cambios de escultores y de planes respecto a sus trazas hasta quedar Martínez Montañés como su único responsable, acarreando esto por su parte grandes retrasos en los plazos para entregar los relieves y por la fábrica, incumplimientos en los pagos.
Los consiguientes problemas entre el escultor y la Fábrica de dicha iglesia fueron tales que en 1641 se decidió traspasar a José de Arce los cuatro relieves laterales que restaban por hacer, así como cuatro figuras de talla completa.
Para evitar problemas similares a los que hubo con montañés, la Fábrica estableció la condición de que Arce residiera en Jerez mientras hacía este trabajo, cláusula que cumplió sin demora.
Este retablo fue trazado por Miguel de Zumárraga en 1610, quien lo concibió como una combinación de pintura y escultura, similar al de la Cartuja. Su estructura fue corregida posteriormente por Montañés para adaptarlo al ábside ochavado de la iglesia, convirtiendo sus calles laterales en dos alas.
Retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Jerez (cuerpo central).
Está dividido en tres cuerpos con un remate y tres calles; las columnas, de fuste entorchado, son de orden compuesto. Sus líneas arquitectónicas pertenecen al manierismo tardío.
Los relieves de Montañés han sido muy bien estudiados por historiadores sevillanos y jerezanos, que publicaron gran parte de la documentación abundantísima que arrojó su inacabable historia, pero obviaron, sin embargo, que en esta obra no hay continuidad estilística y que se hizo entre dos artistas sin relación profesional, ni de escuela, ni de aprendizaje, ni de imitación entre ellos.
Son obra de Montañés los relieves de la Rebelión de los Ángeles; la Transfiguración y la Resurrección. Son un claro exponente del manierismo tardío que aún practicaban Montañés y sus seguidores. El taller intervino predominantemente en estos dos últimos, entregados cuando Montañés se había desligado ya de la parroquia: observamos escenas idealizadas, distribuidas en bandas paralelas, actitudes congeladas, rostros esquematizados y un total distanciamiento del espectador.
Retablo mayor de la iglesia de San Miguel (detalle central de la 'Revelión de los Ángeles'). Jerez de la Frontera, Cádiz. Autoría: Miguel de Zumárraga (trazas) Escultores retablistas: Juan Martínez Montañés y José de Arce.
Es en el panel central de la Batalla de los Ángeles donde, aún haciéndose patentes estas mismas características, la belleza de los desnudos diabólicos y la fuerza del Arcángel San Miguel, la revelan como una obra más personal, gozando de justa fama.
La Transfiguración. Retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Jerez
La Resurrección. Retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Jerez
Las imágenes de bulto redondo de San Pedro y San Pablo, en el primer cuerpo, son lo más vivo e individual que en este retablo dejó el escultor alcalaino. Sus actitudes mayestáticas, la elegancia de las manos que sostienen los atributos, el menudo plegado de las túnicas y mantos y el cabello rizado en minuciosos bucles, convierten estas figuras en la imagen exacta de la atemporalidad espiritual de la Iglesia Católica.
San Pedro. Retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Jerez
San Pablo. Retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Jerez
José de Arce, contra lo que siempre se ha sostenido, no imita nada del estilo de los relieves montañesinos, sino que, por el contrario, deja bien patente su personalidad y su conocimiento de las formas en boga por Europa, bien alejadas de su antecesor.
En el primer cuerpo, la Adoración de los Pastores y la Epifanía y en el segundo cuerpo la Encarnación y la Circuncisión, se completan en este mismo cuerpo, con las tallas de bulto de San Juan Bautista y San Juan Evangelista, caracterizados, el primero, como un asceta, y el segundo como un iluminado y en el tercer cuerpo con los Arcángeles Gabriel y Rafael, próximos a estos modelos berninescos.
En los relieves rompe la disposición en bandas para mezclar rompimientos de gloria y coros de ángeles con las escenas terrenales, como ocurre en la Adoración de los Pastores, la Epifanía y la Encarnación. estos rompimientos, compuestos por ángeles-niños y ángeles-mancebos entre nubes, tañendo instrumentos barrocos y cantando, son escenas festivas, de intensa alegría, a cuya representación estuvieron tan inclinados algunos artistas de los Países Bajos
Adoración de los Pastores. Retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Jerez
Epifanía. Retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Jerez
La Anunciación con San Juan Bautista de José de Arce. Retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Jerez
Caracteriza psicológicamente a los individuos que intervienen en las escenas y en la Epifanía se inspira en una obra de Rubens. En la Circuncisión, sitúa la escena en un interior de arquitectura clásica y, al considerarse como el primer Dolor de la Virgen, prescinde del gozoso coro de ángeles.
La Circunscisión Junto con San Juan Evangelista, obra igualmente de Arce. Retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Jerez
Junto con el relieve de la Resurrección, vemos los dos Arcángeles, a la derecha San Rafael y a la Izquierda San Miguel, y en la parte superior de ellos las alegorías de la Esperanza y la Fé. Junto a los Arcángeles, en cada lado de ellos encontramos las imágenes de Santiago el Mayor y Santiago el Menor.
En cuanto a la labor de policromar este retablo, no intentaremos aquí analizar el largo y farragoso proceso de llevarlo acabo, los muchos contratiempos y los constantes traspasos de un artista otro. Resumiremos diciendo que entre los pintores más importantes destaca Francisco Pacheco quien, sin dudas, se encargaría de una buena parte de los relieves de Montañés, ya que era el pintor que trabajaba habitualmente con él.
En cuanto a la obra de José de Arce y a la terminación de lo que aún restase por hacer, fue Gaspar de Ribas quien, en 1655, daba fin a la importante tarea. Es importante resaltar la belleza con que en todas sus épocas fue realizada dicha pintura, primorosa hasta en los detalles más insignificantes de las figuras situadas más en lo alto: pequeños paisajes, personajes diminutos, escenas de género, florecillas y motivos vegetales, brocados y bordados de los vestidos. Como ejemplo más accesible a la vista no hay mas que observar las bellísimas tarjas, obra de Gaspar de Ribas, situadas en el banco del retablo.
El conjunto que presenta esta máquina, ante lo distinto de los estilos artísticos que la configuran y la armonía que conjunta estas diferencias, hacen de ella una de las obras más interesantes de la retablística y de la escultura española.
Capilla del Sagrario (1733-1770). Diego Antonio Díaz, Maestro Mayor de la Catedral de Sevilla, proyecta esta magnífica capilla, anexa a la primitiva planta gótica, siendo construida por su hermano Ignacio. Iglesia de San Miguel, Jerez (Cádiz)
Cristo de San Miguel
El Cristo de San Miguel, obra de José de Arce, fechado en 1647, y se cree que su misión en principio fuese la de rematar el altar mayor del Templo jerezano, en el que también intervino el artista.
El Cristo de San Miguel, obra de José de Arce, fechado en 1647. Sumamente llamativo es el tratamiento del paño de pureza, dando efecto de estar agitado por el viento.
Padre de la Iglesia Latina y Doctor de la Iglesia. Iglesia de San Miguel Arcángel de Jerez.
Bóveda central del crucero, de crucería con hiladas circulares y terceletes. Su planta es cuadrada. El proyecto es de Diego de Riaño (1528) en el que colabora, destacadamente, Pedro Fernández de la Zarza. Iglesia de San Miguel Arcángel de Jerez.
Iglesia de San Miguel Arcángel, Jerez. Perteneciente a la fase constructiva primitiva. En lápida conmemorativa, desaparecida, "ESTA OBRA DESTA PUERTA SE / COMENÇO A XXV DE OTUBRE / DE MCCCCLXXXII E SE ACAB / O A III SETIEMBRE DE MCCCCLXXXIIII / SEYENDO MAYOR / DOMO ANTÓN REBILLA". Probablemente, obra de Juan Gil de Hontañón.
Iglesia de San Miguel de Jerez. El gran retablo mayor sobre ábside de cinco lados y todo en madera, lo diseña y ejecuta en gran parte el prestigioso imaginero Juan Martínez Montañés a partir de 1609, siendo continuado luego por su discípulo José de Arce.
Vista de la Torre de La iglesia jerezana de San Miguel desde la Calle San Miguel.
Detalle de la Torre-fachada. La iglesia jerezana de San Miguel está declarada Bien de Interés Cultural por disposición de 3 de junio de 1931 (BOE del 4 de junio de 1931)
ESTA PRESENTACIÓN DE LA PRECIOSA IGLESIA JEREZANA DE SAN MIGUEL, QUIERO DEDICADO A XERBAR, NUESTRO ADMINISTRADOR, QUE ES LA CIUDAD DONDE NACIÓ Y VIVE, VA POR TI AMIGO.
Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado a la Iglesia de San Miguel den Jerez de la Frontera (Cadiz). Su torre es el punto más alto de la ciudad. Este temblo andaluz alberga verdaderas obras de arte, entre las que hay que destacar el Retablo Mayor, obra de los prestigiosos imagineros Juan Martínez Montañés y su discipulo José de Arce..
Agradecimiento especial a Manuel de artedelasiglesias.blogspot.com.es y a José Luis Filpo Cabana de la Wikipedia por sus magníficas fotos de la iglesia jerezana de de San Miguel. Una auténtica maravilla.
Fuentes y agradecimientos a: leyendasdesevilla.blogspot.com.es, artedelasiglesias.blogspot.com.es, islapasionforos.mforos.com, juntadeandalucia.es, lahornacina.com, cadiznet.com, andaluvia.es, es.wikipedia.org, cadizpedia.wikanda.es y otras de Internet.