Este trabajo recopilatorio está dedicado al museo estadounidense Clark Art Institute, traducido lo llamariamos 'Instituto de Arte Clark', es un centro de arte de origen privado ubicado en Williamstown (Massachussets, Estados Unidos). Alberga una soberbia colección de pinturas del siglo XIX, mayormente impresionistas, junto con obras maestras del quattrocento italiano (Piero della Francesca, Domenico Ghirlandaio, Pietro Perugino).
Hace tiempo pude ver en el Prado una treintena de pinturas de Renoir, pertenecientes a la colección permanente del Instituto Clark; al parecer fue la primera vez que las obras salían a Europa y fue una fantástica exposición, por la calidad de las obras y además contó con una gran aceptación del público español.
Espero que os guste la recopilación que he conseguido de este museo privado estadounidense, y en la medida de lo posible, contribuya en su divulgación.
Clark Art Institute
El Instituto de Arte Sterling y Francine Clark (en inglés, Sterling & Francine Clark Art Institute), abreviadamente Instituto de Arte Clark (en inglés, Clark Art Institute o habitualmente "The Clark"), es un centro de arte de origen privado ubicado en Williamstown (Massachusetts), Estados Unidos. Alberga una soberbia colección de pinturas del siglo XIX, mayormente impresionistas (Monet, Pissarro, Degas y unas treinta de Renoir), junto con obras maestras del quattrocento italiano (Piero della Francesca, Domenico Ghirlandaio, Pietro Perugino). Su nombre recuerda a sus fundadores, los coleccionistas Sterling Clark y su esposa Francine.
Retrato del coleccionista Sterling Clark, fundador de la institución. Pintado por William Orpen.
Historia
Tras una brillante carrera en el Ejército de Estados Unidos, Sterling Clark (1877-1956) se instaló en París y empezó a coleccionar obras de arte, afición que le habían transmitido sus padres. Contaba para ello con una cuantiosa fortuna heredada de su abuelo, presidente de Singer Corporation, la famosa firma de máquinas de coser. En 1919 Sterling Clark se casó con la francesa Francine Clary, y ambos compartieron su hobby por el arte. Crearon una sobresaliente colección de pintura, escultura, dibujos, grabados, platería y porcelanas, siguiendo su gusto personal.
Ya mientras formaban su colección, los Clark pensaron en abrir un museo público. Sterling Clark barajó ubicarlo en la localidad de Cooperstown (Nueva York), cerca del domicilio de su familia. También pensó en legar la colección al Metropolitan Museum, pero cambió de opinión y hacia 1946, pensó en erigir un museo propio en una parcela que había adquirido en Manhattan.
Finalmente, los Clark prefirieron abrir su museo fuera de Nueva York, acaso al intuir que quedaría ensombrecido por la amplia oferta artística de la metrópoli. Eligieron la pequeña población de Williamstown, en el condado de Berkshire (oeste del estado de Massachussets), debido a que allí se enclavaba el Williams College. La familia Clark tenía lazos muy estrechos con este centro universitario: el abuelo de Sterling Clark había sido patrono del mismo en 1878-82, y su padre también, en 1882-86.
Bloque antiguo del Instituto de Arte Clark.
Decidieron levantar el museo cerca del Williams, que ya contaba con una pequeña pinacoteca. Animados por varias charlas con los responsables del colegio y de su museo, los Clark visitaron Williamstown en el otoño de 1949, y prosiguieron el contacto con el colegio mediante cartas llenas de entusiasmo.
Ampliación moderna del Instituto de Arte Clark, erigida en los años 70.
Apenas seis meses después de la visita, el 14 de marzo de 1950, el matrimonio Clark fundó formalmente el Sterling and Francine Clark Art Institute, que sería sede permanente de su colección. El edificio costó unos 3 millones de dólares (cifra colosal en la época) y su construcción fue muy comentada por la enorme cantidad de mármol que se empleó. Se inauguró cinco años después, y desde su origen el instituto tiene una doble misión como museo y como centro de investigación y educación. En los años 70, el edificio fue ampliado, y en julio de 2014 se inauguró otra ampliación, diseñada por el arquitecto Tadao Ando y que costó diez años de trabajos y 145 millones de dólares.
The Three Graces. Obra de Jean-Baptiste Carpeaux. Clark Art Institute
El Instituto Clark se enmarca en un campus con una rica oferta cultural y ecológica. Rodeado de amplias zonas verdes que incluyen un lago con nenúfares, comparte protagonismo con el Museo de Arte del Williams College, que sigue su actividad como institución diferenciada. Este segundo museo alberga unas 14.000 piezas: el mayor repertorio mundial de Maurice Prendergast, ejemplos de Edward Hopper y Louise Bourgeois, arte egipcio y asirio, abundantes fotografías, un rico fondo de grabados antiguos, viejos maestros españoles (Juan van der Hamen, José de Ribera)...
La Virgen con el Niño en un trono, rodeados de ángeles, de Piero della Francesca.
Colecciones
Si bien la colección del Instituto Clark ha crecido de manera importante desde su apertura en 1955, sigue representando el gusto y los intereses de sus fundadores, Sterling y Francine Clark. Así, se centra de forma casi exclusiva en arte europeo y norteamericano: pintura, escultura, obras sobre papel (dibujos y grabados), y artes decorativas. Abarca un largo periodo histórico entre el Renacimiento y principios del siglo XX. En los últimos años, la institución ha sumado ejemplos de fotografía antigua. De todas formas, el máximo atractivo de la colección sigue siendo la pintura del siglo XIX, tanto europea como americana.
La colección de pintura antigua incluye obras como Retrato de dama (h. 1490) de Domenico Ghirlandaio, un raro políptico completo del siglo XIV pintado por Ugolino di Nerio, Retrato de Gilles Joye de Hans Memling, La Virgen y el Niño con santa Isabel y san Juan Bautista de Quentin Massys, Paisaje con el viaje de Jacob de Claudio de Lorena, y otros ejemplos de Pietro Perugino, Joachim Wtewael, Boucher, Hubert Robert y Thomas Gainsborough. Pero la gran joya de esta sección es el retablo de Piero della Francesca: La Virgen y el Niño en un trono, rodeados de cuatro ángeles. Aunque existen otros ejemplos de dicho artista fuera de Italia, pocos igualan a éste por formato y riqueza de detalles.
En 2014, un experto holandés descubrió en este museo una pintura original de Rembrandt: Hombre leyendo a la luz de una vela (1648) [1]. Anteriormente se consideraba obra de un seguidor o copista.
La colección de pintura del siglo XIX incluye a Goya (Retrato de Asensio Juliá, 1814), Corot, Constable, Millet, William Adolphe Bouguereau, Turner, Jean-Léon Gérôme, Géricault, Giovanni Boldini, Puvis de Chavannes y Lawrence Alma-Tadema, si bien palidecen ante el repertorio impresionista: Manet, Monet (a destacar una de sus vistas de la catedral de Ruan), Alfred Sisley, Degas (entre sus obras, una escultura de bailarina en bronce), Camille Pissarro, Pierre Bonnard y Paul Gauguin. El repertorio de obras de Renoir es especialmente rico, con una treintena de pinturas, y fue motivo de una exposición en el Museo del Prado de Madrid (2010-11).
La sección de obras sobre papel incluye dibujos de Rubens, Watteau, Bonnard y un pastel de Degas. Se trata de una colección aún en crecimiento; en los últimos años se han sumado bocetos de Perino del Vaga, Rembrandt, Giovanni Benedetto Castiglione y Fragonard. Como joya clave de este fondo destaca una hoja de Durero con diversos apuntes de animales y un paisaje. Del gran maestro alemán se guardan además unos 350 grabados, una de sus mejores colecciones en Estados Unidos, que incluye ejemplares de muchas de sus mejores creaciones como San Jerónimo en su celda.
Galería de obras destacadas
Domenico Ghirlandaio, Retrato de dama
Hans Memling - Portrait of Gilles Joye, 1472
Signorelli, Luca - The Martyrdom of Saint Catherine of Alexandria, c. 1488
Perugino, Cristo muerto sostenido por Nicodemo y José de Arimatea
Hans Memling, Retrato de Gilles Joye
Gilbert Stuart, Retrato de George Washington
Francisco de Goya, Retrato del pintor Asensio Juliá, 1814. Clark Art Institute (Williamstown, Massachusetts. USA)
Francisco Goya, Boceto para La vendimia o El otoño. Cartones para tapices, 1786.
Claude Lorrain - Le Repos pendant la fuite en Égypte, 1646
Claude Lorrain - Paysage avec le voyage de Jacob, 1677
Paul Gauguin - Betende Bretonin, 1894
John Singer Sargent, Retrato del pintor Carolus Duran
John Singer Sargent, Fumée d'Ambre Gris
John Singer Sargent, A Street in Venice, c. 1881
Jean-Léon Gérôme, La venta de la esclava
Puvis de Chavannes, Alegoría con la Muerte. Clark Art Institute (Williamstown, Massachusetts. USA)
William-Adolphe Bouguereau, Ninfas y sátiro
Turner, Paisaje, 1840
Turner, Melrose Abbey
Manet, Interior en Arcachón, 1871
Manet, Rosas en un jarrón, 1882
Alfred Sisley, Paisaje de Hampton Court, 1874
Alfred Sisley, Banks of the Seine at By, 1881
Monet, Acantilados de Étretat, 1885
Monet, Vista de la catedral de Ruan, 1894
Pierre-Auguste Renoir - Autoportrait, 1899
Renoir, Camille Monet leyendo, 1873
Renoir, En la Ópera, 1880
Renoir, La ingenua, 1874-76
Jean-François Millet - Le Semeur, c. 1865-66
Jean-François Millet - La leçon à tricoter, c. 1860
Jean-François Millet - Jeune fille gardant ses moutons, c. 1860-62
Giovanni Boldini, Retrato de Madame Leclanche, 1882
Giovanni Boldini, Crossing the Street, 1875
Giovanni Boldini - Le retour des bateaux de pêche, Étretat, 1879
Winslow Homer, Día de octubre, 1889
Ver más obras del Clark Art Institute en la Wikipedia
Enlaces interesantes
Clark Art Institute. Sitio Web:
http://www.clarkart.edu/
Clark: Celebrando 50 Años de Arte en la Naturaleza, el sitio web de la exposición y la celebración del 50 aniversario de la Clark. Incluye enlaces a los 50 favoritos , los favoritos cincuenta obras en la colección seleccionada por los visitantes:
http://www.clarkart.edu/exhibitions...nstallation.cfm
Dos de los cuadros de la Clark Art Institute que se pudieron contemplar en la exposición de
Pasión por Renoir en El Prado
En España se celebró un retrospectiva dedicada a Renoir; titulada: Pasión por Renoir. La colección del Sterling and Francine Clark Art Institute (del 19 de octubre de 2010 al 13 de febrero de 2011) la exposición fue coorganizada entre el Museo Nacional del Prado y el Sterling and Francine Clark Art Institute (Williamstown, Massachusetts).
Pasión por Renoir: las diez joyas de la exposición del Museo del Prado
Pierre-Auguste Renoir [/b](1841-1919), uno de los artistas más destacados del Impresionismo, trabajó durante su vida con una absorbente pasión por la pintura que le llevó a alcanzar un gran prestigio y popularidad entre sus contemporáneos. El excelente conjunto de 31 obras del artista, las mejores entre las reunidas por el coleccionista norteamericano Robert Sterling Clark (1877-1956), fundador del Sterling & Francine Clark Art Institute (Williamstown), se muestran en el Prado, con el patrocinio de la Fundación BBVA, en la que será la primera exposición monográfica dedicada al pintor en España.
Las joyas de la exposición de Renoir
Autorretrato, h. 1875. Pequeño y de ejecución informal e improvisada, Renoir se retrata elegantemente vestido pero con cabello y barba desaliñados y la expresión alerta, incluso nerviosa, con la mirada fija en la distancia, más allá del espectador. “De excepcional intensidad, este autorretrato muestra una de las pinturas de mayor expresividad del artista, con una ejecución muy vigorosa, de una modernidad franca y directa”, comenta Barón. De hecho, es una pintura muy diferente al estilo suave y delicado que Renoir suele emplear en sus retratos. Considerada una de las obras maestras del pintor francés. En la muestra se puede ver otro Autorretrato, ya de mayor, pintado en 1899.
Muchacha con abanico. Las pinturas coleccionadas por Sterling y Francine Clark permiten recorrer algunas de las etapas más destacadas de la trayectoria de Renoir entre 1874 y 1900. En la imagen Muchacha con abanico, óleo sobre lienzo de 1879. (STERLING AND FRANCINE CLARK ART INSTITUTE)
Madame Monet (Madame Claude Monet leyendo), h. 1874. “Más que un retrato es una aproximación a la intimidad doméstica”, explica el comisario de la exposición en el Prado, Javier Barón. Renoir retrató a Camille Doncieux (casada con Monet en 1870) seguramente en el verano de 1874, aunque la pintura suele fecharse en 1872. Su pequeño tamaño, la pincelada fragmentada y el colorido combinado hacen pensar a los expertos que seguramente fue realizado en una fecha posterior. Además, Renoir trabajaba entonces con Monet en Argenteuil, al noroeste de París. Camille aparece con frecuencia en la obra de Monet, en retratos, pinturas de género y escenas en el exterior para, finalmente, dibujar su cuerpo sin vida en un rápido esbozo en 1879. También Renoir la representó en varias ocasiones. La colección Calouste Gulbenkian de Lisboa posee uno de ellos, Madame Monet recostada en un sofá (1874), en el que la dama lleva el mismo vestido: una especie de caftán turco que entronca con el gusto por la decoración y los efectos exóticos inspirados en Japón, tan del gusto de Monet. “Por el acento en el carácter decorativo que domina la composición, este cuadro parece anticipar las obras de Vuillard en la última década del siglo y explica también la fascinación de Matisse por Renoir”, explica el comisario de una de las obras maestras de la muestra.
Père Fournaise, 1875. Dueño de un restaurante en una isla del Sena, en Chatou, Alphonse Fournaise (1823-1905) es el protagonista de este retrato “de gran calidez de su periodo impresionista, en el que su ejecución con una pincelada amplia que acaricia las superficies está en consonancia con la afabilidad del personaje representado”, como lo describe Javier Barón. Entre 1875 y 1881 Renoir eligió el establecimiento de Fournaise como escenario de varias de sus pinturas, como la muy representativa El almuerzo de los remeros, de 1880-1881, hoy en la Phillips Collection de Washington D.C. Allí realizó también este retrato donde el propietario del restaurante posa fumando una pipa, con el codo sobre la mesa y dos vasos de cerveza ante él. Un pintura claramente relacionada con el lienzo de Manet Le Bon Bock, creada para el Salón de 1873. Para el profesor House, “la referencia es tan clara que hubo de ser deliberadamente buscada por parte de Renoir”. Aunque la gama de tonos y colores es lo que más diferencia a los dos retratos: mientras en Renoir la paleta es fresca y luminosa, con azules y blancos, Manet opta por tonalidades más oscuras, al estilo de los antiguos maestros. Pero ambos remiten a los estudios de figuras de Frans Hals.
La barca lavadero de Bas Meudon, h. 1874. Realizado a mediados de la década de 1870, éste es uno de los paisajes más experimentales e inesperados de Renoir y así lo señala el profesor John House en las completas fichas realizadas para el catálogo del Prado. “Del primer momento impresionista, es también uno de los paisajes más característicos por la riqueza del color, cuya luminosidad destaca sobre una ligera imprimación blanca y por la suavidad de su ejecución. El tratamiento radicalmente moderno del asunto evita todo pintoresquismo”, añade Javier Barón. La pintura muestra el afluente del Sena a su paso por Meudon. La barca-lavadero, que utilizaban las clases humildes para lavar la ropa, ocupa el lugar central, aunque todas las formas se tratan con la misma pincelada ligera y suave, y en la composición no hay un foco de atención particular. Pero el asunto y el tratamiento de la pintura la convierten en ejemplo paradigmático de paisaje impresionista.
El puente de Chatou, h. 1875. Renoir empezó a pintar en el restaurante Fournaise, en el pueblo de Chatou, hacia 1875. Este lienzo representa el pueblo visto desde ese enclave, con el puente que por entonces atravesaba el río (el actual está más al sur y las casas han desaparecido). Escribe el profesor House que “estamos ante uno de los paisajes de Renoir que menor atención presta a la naturaleza”. En realidad El puente de Chatou se parece muchísimo a las vistas del puente de Argenteuil que había pintado Monet el año anterior (probablemente siguió su ejemplo de manera deliberada) y así lo reitera Javier Barón: “Aunque obra del periodo más impresionista de Renoir, aquel en el que su pintura estuvo más próxima a la de Monet, la peculiaridad de su estilo se muestra en el carácter de su ejecución, más disuelta en manchas y menos regular en su pincelada, y de su colorido, en el que destacan los profundos azules”.
Palco en el teatro (En el concierto), 1880. Este Palco es el último lienzo de una de las series más ambiciosas de Renoir, todas con el teatro como escenario y con los espectadores de la ópera como protagonistas. A ella pertenece también En el teatro (1876) de la National Gallery de Londres o Palco (1874) de la colección de la Courtauld Gallery. Precisamente esta última institución londinense realizó en 2008 una exposición que recoger y analizar la relación de Renoir con el teatro y donde también se pudo ver este Palco del Clark Art Institute, una de la obras maestras de este periodo y una de las joyas de la exposición. Para Javier Barón, “el gusto del artista por la representación de hermosas muchachas, que pintó con delicada sensualidad, encuentra aquí uno de sus más destacados ejemplos, enriquecido en su cromatismo y sus calidades por la presencia de las flores y de las telas”. Además, la historia que hay detrás del lienzo no deja de ser curiosa: el análisis de rayos X muestra una figura masculina en el extremo superior derecho. Probablemente era el retrato de Edmond Turquet, el entonces subsecretario de Estado de Bellas Artes, a quien parece ser que Renoir pintó junto a sus hijas. La pintura no le gustó y el interior doméstico se convirtió en el palco de teatro, y así, el retrato familiar en pintura de género.
Cebollas, 1881. En contraste con las elaboradas pinturas de flores, como Peonías, Cebollas presenta una imagen relajada e informal. Fue realizado en Nápoles, durante la estancia del pintor en Italia, a finales de 1881. Javier Barón centra la atención en este bodegón por ser una de las piezas predilectas del coleccionista, Sterling Clark, y porque “revela el certero sentido de la composición de Renoir y su preferencia, a pesar de tratarse de un bodegón, por los motivos que parecen vivos, sensación acentuada por el movimiento que crean las pinceladas inclinadas y paralelas en el fondo”, explica el comisario. Cebollas muestra un gran parecido con Frutas del Midi del Art Institute de Chicago, también de 1881. Ambos lienzos de Renoir son comparables a otros bodegones de Claude Monet, como Bodegón con manzanas y uvas, de 1880, y bien distintos de los trabajos que Cézanne realizaba en aquellos años, menos informales y más rigurosamente estructurados. Dos años después, en cambio, en Frutero con manzanas (1883), que también se puede ver en la exposición, el ejemplo de Cézanne sería determinante.
Peonías, h. 1880. Este cuadro está considerado como una de las mejores composiciones de flores de Renoir, “no sólo por la frescura y vivacidad con que están pintadas las flores -explica el comisario-, sino por su movimiento, acentuado por el brío de la pincelada que dinamiza las masas de color y acentúa la sensación de expansión del motivo, cortado por los bordes del lienzo”. De hecho, esta pintura ejemplifica el modo en que Renoir llenaba el lienzo, llegando hasta los márgenes y evitando así todo espacio abierto o vacío. Para John House, esta obra es también comparable a las pinturas de flores que realizó Monet en la década de 1880, aunque esta obra crea un efecto aún más fluido y exuberante que el de Monet. “Pintar flores me relaja. No tengo la misma tensión que cuando estoy cara a cara con un modelo”, dijo Renoir.
Bañista rubia, 1881. Cuando mostró por primera esta pintura en Francia, los seguidores de Renoir se dieron cuenta inmediatamente de que el asunto y la técnica marcaban un cambio en la carrera del artista. Javier Barón cuenta el porqué: “El conocimiento de los grandes maestros del Renacimiento italiano, en su viaje a Italia 1881, le llevó al motivo femenino, que trató con una sensualidad ligera y aérea que evoca a los maestros franceses del siglo XVIII”. Tanto en la pose como en la amplitud de las formas femeninas hay ecos de las deidades femeninas de la decoración de los frescos de la Villa Farnesina de Rafael; de la Betsabé de Rembrandt que Renoir había conocido en el Louvre y, de manera más genérica, de las distintas versiones de Tiziano de Venus del espejo. La sencilla forma piramidal de la Bañista rubia le otorga monumentalidad, un aire aparentemente más eterno: una imagen icónica de la feminidad.
Bañista peinándose, 1885. Una pintura de Jean-Auguste-Dominique Ingres (La Bañista de Valpinçon, de 1808) tenía Renoir en mente cuando pintó esta obra, dentro de la serie de desnudos femeninos sentados y vistos de espaldas. Es una de sus figuras de perfiles más precisos y duros que el artista pintó durante el período de experimentación técnica de mediados de la década de 1880. Junto con Bañistas, terminado en 1887, constituye el punto culminante de su rechazo a la técnica impresionista por la que las figuras se ven absorbidas por el entorno y el ambiente en que se encuentran. El lienzo es distinto de los precedentes por la síntesis que lleva a cabo de una figura marcadamente perfilada y por el entorno luminoso, escasamente contrastado. “La evocación de mediterraneidad, la nitidez y compacidad de las formas parece anticipar -comenta Javier Barón- los movimientos novecentistas, entre ellos a Picasso”.
La ingenua, 1877; Renoir. Óleo sobre lienzo, 55 x 46 cm. Sterling y Francine Clark Art Institute, Williamstown, Massachusetts, EE.UU.
Nini López posa para el cuadro titulado la ingenua. Este es un retrato impresionista típico en el que las claves son rápidos y esbozaron el pintor eludir los detalles de la prenda para estar interesado en la atmósfera que rodea el modelo, sin renunciar a su personalidad, una de las principales facetas de la joven diseñadora. . Los tonos malva dominan el conjunto, por lo que el vínculo con el fondo en frente de los cuales se destaca la mujer joven y atractiva. Una de las características que definen la pintura de uso de Renoir acaba siempre darle al dibujo, modelado de los rostros y las manos de sus caracteres correctamente, sin renunciar a eso. Es por ello que será fácil de tomar el volumen y forma durante el periodo "seco".
Video con comentarios del comisario de la exposición del Prado dedicada a Renoir:
http://www.museodelprado.es/exposic...omisario-video/
Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al museo estadounidense Clark Art Institute, traducido lo llamariamos 'Instituto de Arte Clark', es un centro de arte de origen privado ubicado en Williamstown (Massachussets, Estados Unidos). Alberga una soberbia colección de pinturas del siglo XIX, mayormente impresionistas, junto con obras maestras del quattrocento italiano (Piero della Francesca, Domenico Ghirlandaio, Pietro Perugino).
Fuentes y agradecimientos a: es.wikipedia.org, commons.wikimedia.org, pintura.aut.org, museodelprado.es, elmundo.es, elcultural.es, artcyclopedia.com, phomul.canalblog.com, artknowledgenews.com, copyart2009.blogspot.com, artknowledgenews.com, artknowledgenews.com, artfixdaily.com, life.com y otras de Internet.