Este trabajo recopilatorio está dedicado al escultor zamorano Eduardo Barrón, un escultor extraordinario, injustamente olvidado. En sus últimos años ocupó el puesto de conservador y restaurador de la escultura del Museo del Prado, donde llevó a cabo una labor de catalogación que ha sido básica para posteriores trabajos.
Eduardo Barrón González (Moraleja del Vino, Zamora, 1858-Madrid, 1911). Escultor español.
Estudió en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de Zamora entre 1877 y 1881. Ayudado por la Diputación de aquella ciudad se trasladó a Madrid, donde tuvo como maestros a Ricardo Bellver y Elías Martín Riesco.
Consiguió la pensión de Roma, donde gozó de la protección de los directores de la Academia Española, Pradilla y Palmaroli. Durante su estancia allí comenzó a trabajar en su escultura Viriato, concluida en los primeros meses de 1883 y cuyo modelo en arcilla consiguió muy favorable acogida por la crítica romana. Al tiempo que se ocupaba de sus trabajos académicos, completaba su formación viajando por Italia para estudiar a Miguel Ángel en Florencia y la Antigüedad clásica en Pompeya y Herculano, que luego habrían de servirle como referencia en sus obras.
En 1884 obtuvo segunda medalla en la Nacional de Bellas Artes con el bronce Viriato y hasta 1904 no logró la primera, por su grupo Nerón y Séneca, en el que hizo alarde de todos sus conocimientos arqueológicos interpretándolos con gran naturalidad. Las sobrias esculturas de Barrón son de un sólido volumen y modelado pensado en el mármol. Toda su producción destaca por una austeridad que contrasta con su grandiosidad. La escultura Nerón y Séneca fue realizada con fuertes notas clasicistas, pero con cierta aspereza en el tratamiento de las formas. Tomó como modelo para Séneca un retrato apócrifo, tenido en aquel momento por auténtico. Resulta de gran interés el minucioso estudio de atuendo y mobiliario de cuidadísimo modelado.
Fue nombrado académico electo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1910, en la que ocupó el sillón de Elías Martín.
Desde 1892 y hasta su muerte, ocupó el puesto de conservador y restaurador de la escultura del Museo del Prado, donde llevó a cabo una labor de catalogación que ha sido básica para posteriores trabajos. Asimismo, fue miembro de la Academia Hispanoamericana de Ciencias y Artes de Cádiz.
Fue un artista plural con un fuerte arraigo de las maneras clásicas; cultivador de varios géneros, muestra en su obra la mezcla de sencillez, historicismo y ampulosidad características de la escultura del momento.
Obras
- Nerón y Séneca, escayola, 135 x 260 x 148 cm, 1904. Museo del Prado. Madrid (en dep. en el Ayuntamiento de Córdoba). Barrón realizó cuatro copias en pequeño tamaño.
- Viriato, bronce, 200 x 70 cm (en dep. en el Ayuntamiento de Zamora). 1883, Plaza de Viriato, Zamora
- Monumento a Emilio Castelar, 1905, Cádiz
- Monumento a Hernán Cortés, 1889, Medellín
- Monumento a Colón, 1893, Plaza de Colón, Salamanca
- Adán después del pecado, 1884, Ateneo de Madrid, Madrid
- Monumento mural a los Médicos Militares "El Ángel", 1910, Salón de Actos del Hospital de Carabanchel, Madrid (modelo en yeso en el Museo de Zamora)
- Relieve de Santa Eulalia, ¿1886?, Basílica de San Francisco, el Grande, Madrid
- San José, s/f, Iglesia de San Lorenzo, Roma
- Madonna, mármol, Panteón de los Groizar, Cementerio de San Isidro, Madrid
Exposiciones
- 1884. Exposición Nacional de Bellas Artes
- 1890. Exposición Nacional de Bellas Artes
- 1904. Exposición Nacional de Bellas Artes
- 2004. "Recuerdo de Barrón. Una donación ejemplar" (exposición póstuma), Museo de Zamora
Premios y distinciones
- 1884. Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes (con Viriato) (en algunos textos se dice que obtiene medalla de plata de primera clase)
- 1890. Calificación Honorífica en la Exposición Nacional de Bellas Artes (con "Roncesvalles")
- 1903. Encomienda de Alfonso XII
- 1904. Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes (con "Nerón y Séneca")
Segunda Medalla en la Sección de Arte Decorativo en la Exposición Nacional de Bellas Artes (con el "Tríptico de Santa Benigna")
- 1910. Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
- s/f. Académico Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz
- s/f. Académico de la Academia Hispano Americana de Ciencias y Artes de Cádiz
- s/f. Encomiendas de Isabel, la Católica y Carlos III
- s/f. Comendador de Número de Alfonso XII
- s/f. Tercera Medalla del Mérito Militar (por la realización del mural "El Ángel")
Espero que os guste la recopilación que he conseguido de este escultor español, y en la medida de lo posible contribuya en la divulgación de su obra.
Algunas obras
Monumento a Hernán Cortés, Medellín (México)
Monumento a Hernán Cortés, 1889, Medellín. Obra de Eduardo Barrón
En el ámbito de reformas urbanísticas promovidas por el alcalde D. Juan Damián de Tena y Moreno, a finales del siglo XIX, se retoma la iniciativa de levantar un monumento a Hernán Cortés; iniciativa que había fracasado a mediados de ese siglo. Como primer paso se expropian varias casas para crear la Plaza de Hernán Cortés.
Con la colaboración económica de algún particular, de la Diputación Provincial de Badajoz, numerosos ayuntamientos extremeños, el Congreso, el Senado y la Reina Regente, entre otros, se contrató el 20 de Febrero de 1889 la obra con el escultor Eduardo Barrón González, por un importe de 62.772 ptas. En esta suscripción popular, el municipio de Medellín desembolsó 30.000 pts.
Eduardo Barrón inicia el monumento en febrero de 1889. La Junta de la Academia de San Fernando aprueba el proyecto, igual que el propio Ayuntamiento de Medellín, con quien formaliza el contrato el 20 de febrero de 1889.
Cuando la obra estuvo terminada la Reina Madre visitó el taller del artista y quedó tan admirada de la obra que nombró a E. Barrón "Caballero de Carlos III".
Hernán Cortés en el taller de Eduardo Barrón
La obra se fundió en la empresa Federico Masriera de Barcelona en 1890, su peso es de 3.193 kilogramos, se comenzó la fundición el 2 de abril de 1890 y se terminó el 28 de mayo de ese mismo año. Su coste fue de 10.280 pesetas, aportando el bronce el entonces Diputado al Congreso Groizard, a partir de viejos cañones de guerra. La escultura tiene 3 metros de altura, 4 metros con la bandera pabellón y 8 metros contando el pedestal.
El 13 de Abril de 1890 se procedió a la bendición y colocación de la primera piedra del pedestal, realizado en piedra de Novelda. El sitio elegido fue el centro de la plaza, a escasos metros del lugar que ocupara la casa natal de Hernán Cortés.
El 11 de noviembre llegó por ferrocarril la estatua de bronce y el conjunto escultórico, de cinco toneladas, procedente de la fundición de Federico Masriera de Barcelona. Tras los avatares de hundimiento de algunos de los más de treinta carros -tirados por bueyes- que transportaban el conjunto escultórico a la villa, el día 16 fue colocada en su actual emplazamiento. El 2 de Diciembre de ese mismo año, de 1890, aniversario de la muerte de Cortés, se inauguró el citado monumento.
Monumento a Hernán Cortés. Medellín. México. Foto en la década de 1960
La estatua está rodeada por dos cabezas de león unidas por una barra, en cada uno de los lados del pedestal. Sobre ellas cuatro cartelas, también de bronce, con los nombres de las cuatro batallas más importantes de la conquista de Méjico. Otumba, Tlascala, Tabasco y Méjico.
En el frontal del pedestal aparece un escudo de Medellín y la dedicatoria. "A HERNÁN CORTÉS. AÑO MDCCCXC".
Lo más importante del monumento, como no podía ser de otra manera, es la estatua de Hernán Cortés, concebida con fuerza y sencillez. La obra escultórica presenta a Cortés en traje militar, sosteniendo el estandarte de Castilla y el cetro de mando, y teniendo bajo sus pies trozos de altares e ídolos aztecas.
El espíritu romántico y nacionalista, característico de finales del siglo XIX, describió así este este monumento a Hernán Cortés:
"La figura del héroe es colosal, de más de tres metros de altura, contando el pabellón en que se apoya, y representa al conquistador en el apogeo de su virilidad, en aquellos años que fueron áureos de su vida, en que desbeló a los aztecas: viste cortés traje de campaña borgoñona con airoso plumero, bruñido peto, espaldas y gola, articulados brazos, guanteletes, quijotas y botas de montar, a las cuales se hallan adheridas las espuelas; ciñe larga y lucida espada: en su diestra empuña a fuer de cetro la insignia de su mando, y con la siniestra sostiene el pendón que corona la insignia cristiana, y blasona con bordados castillos y leones el escudo de España, enclavado sobre las vastas ruinas del imperio más poderoso del Nuevo Mundo..."
Fragmento publicado en "La Ilustración Católica", con motivo de la inauguración del monumento.
A pocos metros de la estatua, en el lugar que ocupó su casa, se colocó un sencillo monumento con su escudo de armas y la piedra que sirviera de dintel de entrada a su casa.
Imagen del Monumento y la Plaza de Hernán Cortés a finales de la década de 1980. Medellín. México. Fue obra del escultor Eduardo Barrón en 1889.
Nerón y Séneca
Nerón Séneca (después de la restauración). Obra de Eduardo Barrón. Vaciado a molde, escayola, 135 x 260 cm. 1904. Museo Nacional del Prado (dep. ayuntamiento de Córdoba)
Nerón y Séneca fue realizado en escayola y parcialmente policromado, obtuvo la medalla de oro la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1904. Obra de Eduardo Barrón, autor del primer catálogo razonado de la colección de escultura del Museo del Prado y conservador y restaurador del mismo hasta su prematuro e inesperado fallecimiento en 1911.
El grupo representa a Séneca instruyendo a Nerón, del que era tutor. Barrón retrata a los personajes dramatizando lo opuesto de sus caracteres, e insinuando el injusto final del filósofo cordobés, acusado de traición y obligado por el emperador a suicidarse.
Las esculturas premiadas en las Exposiciones Nacionales ingresaban en el Museo y se pasaban a material definitivo con financiación del Estado, pero en este caso no llegó a poder hacerse, lo que hace todavía más valiosa la conservación de este grupo original en escayola policromada, de un tamaño excepcional, que permite constatar su talento, la exquisita factura y el grado de calidad técnica alcanzado por el escultor, y el lenguaje clásico de gran minuciosidad en el que se expresó, consecuencia de su aprendizaje romano. La obra estuvo depositada durante muchos años en el vestíbulo del Ayuntamiento de Córdoba, donde después de la restauración del Prado volverá..
El grupo representa a Séneca instruyendo a Nerón, del que era tutor. Barrón retrata a los personajes dramatizando lo opuesto de sus caracteres, e insinuando el injusto final del filósofo cordobés, acusado de traición y obligado por el emperador a suicidarse. Este acontecimiento puede verse recogido en otras obras del Museo como La muerte de Séneca del taller de Rubens y el cuadro tan ilustrativamente titulado Séneca, después de abrirse las venas se mete en un baño y sus amigos, poseídos de dolor, juran odio a Nerón que decretó la muerte de su maestro, de Manuel Domínguez Sánchez.
Las esculturas premiadas en las Exposiciones Nacionales ingresaban en el Museo y se pasaban a material definitivo con financiación del Estado, pero en este caso no llegó a poder hacerse, lo que hace todavía más valiosa la conservación de este grupo original en escayola policromada, de un tamaño excepcional, que permite constatar su talento, la exquisita factura y el grado de calidad técnica alcanzado por el escultor, y el lenguaje clásico de gran minuciosidad en el que se expresó, consecuencia de su aprendizaje romano. La obra estuvo depositada durante muchos años en el vestíbulo del Ayuntamiento de Córdoba.
Nerón y Séneca, de Eduardo Barrón, antes de la restauración del Museo del Prado.
Restauración. La obra está realizada en escayola parcialmente policromada y, tras una larga etapa expuesta inadecuadamente, necesitaba un tratamiento urgente de restauración debido a la fragilidad de este material y a las inestables condiciones de conservación y exposición en el lugar en el que estaba depositada. Además, a consecuencia de intervenciones anteriores, presentaba reconstrucciones de diversa calidad de partes perdidas, y “arreglos” realizados con diferentes estucos y recubrimientos de protección que se habían aplicado de forma parcial, lo que hacía que la obra tuviera características muy distintas según la zona.
Antes de proceder a su restauración, proceso realizado a lo largo de dos años, el Museo procedió a su estudio técnico para identificar los materiales empleados por el artista, los añadidos en posteriores restauraciones, su técnica de ejecución y su estado de conservación.
La limpieza principal se llevó a cabo empleando geles de agar-agar, producto de gran poder limpiador mediante aporte controlado de humedad y absorción de la suciedad, El tratamiento se completó con limpiezas mecánicas y, en alguna ocasión, limpieza química muy puntual para eliminar manchas y acumulaciones de recubrimientos añadidos. Se ha conseguido devolver un aspecto homogéneo a toda la superficie de la escultura, respetando el envejecimiento natural propio del material de una obra de más de cien años de antigüedad. Además, se han reconstruido los dedos de la mano derecha de Séneca, parte importante en la expresión del personaje, puesto que se disponía del boceto original a escala reducida (escayola conservada en el Museo de Zamora). Se tomaron datos digitalmente y se ampliaron al tamaño de la obra definitiva, información completada con documentación fotográfica antigua donde aparecía la mano original.
Nerón Séneca (después de la restauración), de Eduardo Barrón. Vaciado a molde, escayola, 135 x 260 cm. 1904. Propiedad del Museo del Prado, se exhibe en vestíbulo del Ayuntamiento de Córdoba.
Réplica en bronce. Puesto que la ciudad de Córdoba, en cuyo Ayuntamiento estuvo la obra depositada, quería disponer de un ejemplar del grupo escultórico, se hizo una réplica del mismo. Dado que un proceso de réplica tradicional mediante moldes directos quedaba completamente descartado debido al alto riesgo de pérdida de los colores y calidades de la superficie de la escayola policromada, ésta se hizo mediante un sistema de escaneado digital con el que se crea un modelo exacto en resina mediante impresión tridimensional al mismo tamaño que la obra original sobre el que se realiza el molde, a partir del cual se ha fundido el ejemplar colocado en la glorieta del Pretorio de la ciudad de Córdoba.
Dos años de trabajos de restauración. Una vez trasladada al Museo del Prado, la obra fue rigurosamente restaurada durante un largo proceso de dos años. En primer lugar, se realizó el estudio técnico para identificar los materiales empleados por el artista, los añadidos en posteriores restauraciones, su técnica de ejecución y su estado de conservación.
La estructura interna se estudió con rayos X para conocer la ubicación de pernos, clavos, tornillos y alambres, y se realizaron exhaustivas pruebas de solubilidad por zonas para determinar los productos y técnicas de limpieza más adecuadas en cada caso. La escultura tenía varias reintegraciones y recubrimientos que habían penetrado en la materia de forma irreversible, y ciertas reconstrucciones volumétricas de menor calidad, de manera que el estado de conservación era deficiente, tanto por la fragilidad de la escayola, como por las inadecuadas condiciones de conservación y exposición a las que había sido sometida. El soporte estaba muy deshidratado y presentaba grietas y fracturas sobre todo en la base. Junto con estas múltiples pérdidas de pequeño tamaño en el suelo, dedos, bordes de pliegues y zonas más sobresalientes, la obra había sido objeto de vandalismo, presentando numerosas incisiones y graffiti.
Realizada en escayola parcialmente policromada, sobre todo el manto de Nerón, además del portarrollos y parte de las vestiduras de Séneca, tenía originalmente los adornos en el cuello y en el borde del manto de Nerón dorados, pero debido a la oxidación del cobre hoy tienen un aspecto verdoso oscuro.
La limpieza principal se llevó a cabo empleando geles de agar-agar, producto de gran poder limpiador mediante aporte controlado de humedad y absorción de la suciedad, El tratamiento se completó con limpiezas mecánicas y, en alguna ocasión, limpieza química muy puntual para eliminar manchas y acumulaciones de recubrimientos añadidos. Se ha conseguido devolver un aspecto homogéneo a toda la superficie de la escultura, respetando el envejecimiento natural propio del material de una obra de más de cien años de antigüedad. Aunque se han eliminado todas las reconstrucciones deficientemente ejecutadas, muchas de ellas con problemas de fijación y reforzadas con clavos que habían generado manchas por oxidación, se han reconstruido los dedos de la mano derecha de Séneca, parte importante en la expresión del personaje, puesto que se disponía del boceto original a escala reducida (escayola conservada en el Museo de Zamora). Se tomaron datos digitalmente y se ampliaron al tamaño de la obra definitiva, información completada con documentación fotográfica antigua donde aparecía la mano original.
Enlace para ver imágenes de la restauración
Reducción de Nerón y Séneca. Obra de Eduardo Barrón. Museo del Romanticismo. Madrid
La estatua de Viriato
Viriato, 1883. Obra de Eduardo Barrón.
Ubicación: Plaza de Viriato, Zamora
Material: Escultura en bronce. La piedra de granito fue extraída del pueblo zamorano de Torrefrades
Inauguración: En junio de 1902 se comienza a colocarlo y se termina a finales de 1903. El día 13 de enero de 1904 se inaugura oficialmente
Otros datos: En barro la termina en 1883. En bronce, a los pies de la escultura, se puede leer "Terror Romanorum". La figura fue fundida en Roma. El ariete fue fundido en Madrid por "Ignacio Arias Fundidor Alburquerque". La escultura fue instalada en el centro de la entonces plaza de la Hierba, luego de Cánovas, del Hospital y, finalmente, de Viriato.
En 1971 cambia del centro de la plaza a un lateral, donde se encuentra en la actualidad
Fundición/taller: Fundición del ariete, Ignacio Arias Fundidor Alburquerque
La estatua de Viriato es una obra escultórica del zamorano Eduardo Barrón González ubicada en la Plaza de Viriato en la ciudad de Zamora (España). Representa en bronce al caudillo-pastor Viriato que se enfrentó a los cónsules romanos. Se erigió a finales del año 1903, en la plaza que se denominaba de "Cánovas del Castillo" y que popularmente acabó denominándose Plaza de Viriato.2 Es un conjunto escultórico que posee una estatua erecta, un pedestal granítico y una verja. En el pedestal puede leerse la leyenda TERROR ROMANORUM atribuida a Orosio ("Terror de los Romanos").3 Desde su ejecución, hasta la colocación en la plaza pasaron veinte años.
El conjunto escultórico ocupó durante muchos años el centro de la plaza, hasta que en unas obras realizadas en 1971 con objeto de remodelar la plaza acabó en una esquina de la misma. En la peana se puede ver la firma de E. Barrón y otra inscripción adyacente "Roma 1883", debido a que la pieza fue fundida en los talleres de Alessandro Nelli en el Vaticano por iniciativa de Barrón. Se hizo de esta forma por ser más barata su fundición en Roma que en España, donde la técnica apenas era conocida en obras escultóricas, la idea inicial del escultor zamorano era presentarla en Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884, donde fue expuesta ganando una medalla de plata.2 Tras la exposición el Estado Español adquirió la estatua y la expuso durante algún tiempo en el Museo de Arte Moderno en un modelo de yeso, mientras que el original se expuso (patinado en verde) en la Real Academia de Bellas Artes. Finalmente, tras veinte años de exposición se decide trasladar a la capital zamorana, permaneciendo en la actualidad en ella en condición de depósito al Ayuntamiento por parte del Museo del Prado, propietario de la misma (número de inventario E612) desde que en 1971 absorbió las colecciones de arte del siglo XIX del M. A. M.4 Una reducción del año 1885, también en bronce, donada por sus descendientes, se expone en la Sala de la Ciudad del Museo de Zamora, mientras que otra (no expuesta) es propiedad del Museo del Romanticismo de Madrid.
Viriato, detalle
Historia. En 1902 inicia Eduardo Barrón gestiones desde Madrid, para que la estatua sea concedida finalmente a la Diputación Provincial de Zamora y se convierta en un monumento público, en agradecimiento del pensionado que subvencionó la Diputación en Roma. Inicialmente la ciudad no mostró interés. Finalmente se eligió la plaza actual frente al Palacio de los Condes de Alba y Aliste. El pedestal de piedra granítica se trasladó desde las canteras de la villa zamorana de Torrefrades empujada en dos piezas por un carro tirado por bueyes. El ariete que reposa en su parte inferior data de esta época en la que se instala en el medio de la plaza. Se colocó a finales del 1903, sin realizar apertura oficial, unos transeúntes que pasaban la descubrieron el 12 de enero de 1904.1 En 1971 se desplaza el monumento del centro de la plaza, y se coloca en una de sus esquinas. en su lugar se plantaron unos plátanos.
Reducción de Viriato. Museo Romanticismo de Madrid.
Características. La figura de Viriato aparece erecta, saludando con el brazo derecho. De dos metros de altura. En el brazo izquierdo aparece colgando una túnica y su mano empuña una espada envainada. La forma de la escultura es de claro clasicismo. Aparece alguna similitud con el Viriato de José Madrazo titulado "La Muerte de Viriato". La cabeza de Viriato está tocada con un berreto. En el pedestal puede leerse la leyenda: TERROR ROMANORUM atribuida al historiador Paulo Orosio.3 En el pedestal se puede distinguir una especie de ariete con cabeza de carnero. De la gruesa argolla aparecen dos incripciones "Ignacio Arias / Fundidor / Alburquerque 4, Madrid" y en la argolla de la derecha se lee el nombre de Eduardo Barrón en mayúsculas. La verja es de planta octogonal, representando en cada uno de sus lados a las ocho victorias que tuvo Viriato con los cónsules romanos.
Reducción de la estatua de Viriato es una obra escultórica de Eduardo Barrón.l Museo de Zamora.
Curiosidades. El mango de la espada de Viriato en la escultura ha dado lugar a diversas comparaciones fálicas. Sobre todo cuando se sacan fotografías a la escultura desde ciertos ángulos desde el empedrado de la plaza. El pedestal de piedra incorporado en el conjunto escultórico fue muy criticado a comienzos del siglo XX, llegando a ser comparado con una "castaña pilonga". A pesar de ser, un símbolo de la Zamora actual, este monumento nunca fue inaugurado oficialmente.
Monumento a Emilio Castelar
El Monumento a Emilio Castelar de Cádiz (España), obra del escultor Eduardo Barrón, se encuentra en el centro de la que fue Plaza de Castelar, actual plaza de la Candelaria. Rinde homenaje al gaditano Emilio Castelar, que nació en el número 1 de la misma plaza, el 7 de septiembre de 1832. En su lugar había anteriormente una pequeña fuente. La iniciativa se debió al alcalde José Luis Gómez Aramburu. La fundición la realizó en 1905 Ignacio Arias, en Madrid.
Consta de una base cuadrada, con pedestal de piedra y la estatua en lo alto, representando el momento de un discurso. Fue inaugurado el 5 de octubre de 1906, asistiendo a la ceremonia Segismundo Moret.
En el fuste, al frente, tiene colocada una placa de bronce que proclama:
CADIZ A EMILIO CASTELAR MCMV
Posteriormente, fueron instaladas otras dos laterales que dicen:
EL 1.er AYUNTAMIENTO DE LA 2.ª REPUBLICA ESPAÑOLA A EMILIO CASTELAR EN EL 1.er CENTENARIO DE SU NACIMIENTO. 7 SEPTIEMBRE. 1832-1932. ARGENTINA. BOLIVIA. BRASIL. CHILE. COLOMBIA. COSTA RICA. CVBA. DOMINICANA. ECVADOR. GVATEMALA. HAITI. HONDVRAS. MEXICO. NICARAGVA. PANAMA. PARAGVAY. PERV. PORTVGAL. VRVGVAY. VENEZVELA. AL EMINENTE REPVBLICO GADITANO EMILIO CASTELAR EN EL PRIMER CENTENARIO DE SV NACIMIENTO. 1832 -7 SEPTIEMBRE- 1932. HOMENAJE DE LOS CONSVLES IBERO AMERICANOS ACREDITADOS EN CADIZ
Detalle del monumento de Emilio Castelar en Cádiz. Obra de Eduardo Barrón
Monumento a Colón, 1893. Obra de Eduardo Barrón.
Ubicación: Plaza de Colón, Salamanca
Material: La estatua y los medallones son en bronce
Inauguración: 9 de septiembre de 1893
Otros datos: El fundidor fue Masriera y Campins. Uno de los medallones está dedicado a fray Diego de Deza y el otro a la reina Isabel, la Católica
Monumento a Colón. Salamanca. Detalle. Obra de Eduardo Barrón
Tentación (boceto), Museo de Zamora. Obra de Eduardo Barrón
Adán. Obra de Eduardo Barrón
Relieve de La Minería y la Industria, en la Escuela de Minas de Rios Rosas. Madrid. Obra de Eduardo Barrón
La ornamentación escultórica de los torreones es magnífica, con estatuas de figuras mitológicas de Eduardo Barrón y de Vallcells, y los Mineros de Ángel García Díaz, que obtuvieron la 1ª Medalla en la Exposición Nacional de 1906.
Eduardo Barrón en 1898.
Retrato inacabado de Eduardo Barrón, por de José Villegas. Museo de Zamora.
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Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al escultor zamorano Eduardo Barrón, un 'escultor olvidado', con una obra impresionante, y que que últimamente se está redescubriendo su obra para conocimiento del gran público.
Fuentes y agradecimientos a: museodelelprado.es, esculturaurbana.com, medellin.es, revistadearte.com, artedemadrid.wordpress.com, es.wikipedia.org, eduardobarronescultor.blogspot.com y otras de Internet.