Este trabajo está dedicado hospital de los Venerables Sacerdotes de Sevilla, es una institución religiosa con mucha solera, mucho arte y una apasionante historia.
Fachada exterior de la iglesia del Hospital de los Venerables, en Sevilla.
Su historia comienza en 1627 cuando la Hermandad de El Silencio decide amparar a los sacerdotes ancianos, pobres e impedidos y alquiló una casa donde les daban cobijo, asistencia y los mantenían. Esta tarea continuó hasta que en el año 1673 la misma hermandad funda otra, cuyo fin sería el de cubrir exclusivamente la tarea que venían desempeñando desde el año 1627, y se decide construir el Hospital...
La Inmaculada de los Venerables original, en su marco original, situada en su retablo original.Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla.
En el templo hay verdaderas obras de arte, firmadas entre otros artístas por los ilustres pintores: Bartolomé Esteban Murillo, Juan Váldes Leal y su hijo Lucas Valdés y los ilustres escultores: Pedro Roldán y Juan Martínez Montañés.
También cuenta el Hospital de los Venerables con unas excelentes cerámicas realizadas por el maestro Melchor Moreno.
En esta institución religiosa sevillana, se encuentra desde 1991 el Centro de investigación Velázquez, que sirve para restaurar obras de arte.
Vista general del Retablo Mayor de la Iglesia de los Venerables de Sevilla.
Espero que la recopilación realizada de esta institución religiosa sevillana, sea de vuestro interés, y en lo posible contribuya en su divulgación.
Hospital de los Venerables (Sevilla)
El Hospital de los Venerables Sacerdotes de Sevilla (conocido popularmente como el Hospital de los Venerables) está ubicado en la plaza que lleva su nombre, Plaza de los Venerables, en el centro del barrio de Santa Cruz y muy cerca de los Jardines de Murillo, la Catedral y los Reales Alcázares.
La apasionante historia del Hospital de los Venerables Sacerdotes de Sevilla, comienza cuando la Hermandad de El Silencio decide a partir del año 1627 amparar a los sacerdotes ancianos, pobres e impedidos y alquiló una casa donde les daban cobijo, asistencia y los mantenían. Esta tarea continuó hasta que en el año 1673 la misma hermandad funda otra, cuyo fin sería el de cubrir exclusivamente la tarea que venían desempeñando desde el año 1627, y se decide construir el Hospital.
Fue fundado por el canónigo Justino de Neve en 1675 con la finalidad de ser la residencia de los venerables sacerdotes. De ese mismo año data el inicio de las obras de construcción del edificio, bajo la dirección inicial del arquitecto Juan Domínguez, desde 1687 se hace cargo de las obras el arquitecto Leonardo de Figueroa, dándose por finalizadas en 1697.
La iglesia fue construida en 1689 y está consagrada a San Fernando.
Con los medios aportados por la hermandad fundadora, la limosna y facilidades de los monarcas, la institución se mantenía, pero llegado el año 1805 la institución llegó a su límite, casi no tenía medios para sustentarse.
Escalera del Hospital de los Venerables. detalle del techo.
En el año 1840 el hospital se convirtió en fábrica de tejidos por lo que los hospedados fueron trasladados a una de las salas del Hospital de la Caridad que habilitaron para ellos. Las quejas de la hermandad fundadora consiguieron que en el año 1848, bajo una Real Orden, le fueran devueltos sus bienes, regresando los venerables sacerdotes de nuevo a su antiguo hogar.
La Plaza de los Venerables es llamada así desde el año 1868.
Sevilla, Hospital de los Venerables, escalera. Presentación del Niño en el Templo. Lucas Valdés.
El archivo se encontraba en un estado de abandono lamentable, el director del Archivo General del Arzobispado, Pedro Rubio Merino, trasladó todo el fondo a dicho archivo en calidad de depósito. Se compone de 103 legajos algunos con antigüedad del año 1503, siendo clasificados dichos documentos en secciones como Reglas y Estatutos, Acuerdos Capitulares, Acogidos, Fábrica, Personal, Correspondencia, Dotaciones, Colecturía, Bienes, Derechos y Obligaciones, Justicia, Contaduría y Diversos. Esta información archivística contiene tanto la gestión del propio hospital como las costumbres y aspectos de la Sevilla de los siglos XVII al XIX.
Conjunto monumental. Edificio de estilo barroco, consta de dos plantas donde se localizan el templo y la residencia en si, función que dejó de realizar en la década de 1970 aproximadamente.
Patio. Cuenta con un patio sevillano (que puede parecer también un claustro conventual), con una fuente central escalonada con gradas circulares que están decoradas con azulejos, se encuentra a un nivel más bajo por problemas de abastecimientos de agua.
Alrededor del patio hay galerías de arcadas asentadas sobre columnas de mármol toscano con base ática, de modelo vignolesco. La pila central fue diseñada por Bernardo Simón de Pineda y realizada por Francisco Rodríguez, los azulejos de su primera etapa fueron realizados por Melchor Moreno.
Claustro del Hospital de los Venerables, más conocido como el patio de Los Venerables.
La Fuente Venerable. Problemas de abastecimiento de aguas al Hospital motivaron esta solución muy original en hemiciclo debido a la altura a la que se situaba la construcción. La bella pila central fue diseñada por Simón de Pineda y labrada por Francisco Rodríguez.
Al lado oriental del patio estaba la enfermería baja. Es un salón rectangular con arquería central, los arcos están decorados con yesería con símbolos que se pueden relacionar con la advocación del Hospital de San Pedro, hoy se utiliza como Sala de Exposiciones.
Galería baja del Claustro. Ala norte. Se pueden observar los sitiales del antiguo coro. Hospital de los Venerables de Sevilla
Ala sur de la galería alta. Hospital de los Venerables de Sevilla
Ala este de la galería alta. Hospital de los Venerables de Sevilla
Detalle de la escalera y la bóveda que la cubre. Hospital de los Venerables de Sevilla
También es destacable la escalera que está cubierta por una bóveda elíptica decorada con yeserías barrocas.
En la planta alta hay otra sala de idénticas características que en la planta baja, conocida como enfermería alta, que en principio se usaba como cobijo en épocas de frío. Estaba comunicada con el coro de la iglesia. En su ángulo sudeste se encuentra la torre mirador superior al refectorio alto, que está cubierta con armadura de estilo mudéjar.
El antiguo Refectorio y la Sala de Cabildos de invierno, en el piso superior, han sido acondicionados para ser respectivamente la Biblioteca y el Gabinete de Estampas.
Otra de sus características es el color que lo adorna, contrastando el blanco de la cal con el rojo del ladrillo de pilastras, arquitrabes y cornisas.
La iglesia
Puerta de entrada a la iglesia.
La iglesia del Hospital de los Venerables, es de una sola nave cubierta por bóveda de medio cañón con lunetas y arcos fajones.
Vista del Coro de la iglesia desde los pies del Altar Mayor. A destacar, el magnífico órgano. Hospital de Los Venerables de Sevilla
Muro del lado del Evangelio. Hospital de Los Venerables de Sevilla
Muro del lado de la Epístola. Hospital de Los Venerables de Sevilla
Retablo de la Inmaculada en la iglesia de los Venerables Sacerdotes de Sevilla, emplazamiento original de la Inmaculada Concepción de los Venerables. Obra de Murillo. Hospital de Los Venerables de Sevilla
La presencia de las obras de Murillo en el hospital está relaccionada siempre con la figura de su fundador, Justino de Neve, quien debió encargar pinturas para este edificio directamente al pintor, legando otra con las que ya contaba por disposición testamentaria. El primer testimonio impreso que da constancia de las obras del pintor sevillano presentes en el hospital se debe a Antonio Ponz, quien en su viaje de España escribió:
"Hay en ella valientes pinturas de Murillo, y lo es el San Pedro en el primer retablo, al entrar en la iglesia, sobre la derecha, en cuya obra se propuso imitar 'al Españoleto' ; pero, sin duda, la excedió en la ternura y suavidad del colorido. Es tenida por una de las obras más excelentes la Concepción de dicho artífice sobre trono de ángeles y nubes, colocada junto a la puerta de la sacristía; y entre los retratos que el expresado Murillo hizo con sumo acierto se debe contar el de don Faustino [sic] de Neve canónigo de la Santa Iglesia, uno de los primeros sacerdotes fundadores de esta casa, puesto en el anterrefectorio, en cuyo retrato hay una perrilla que parece viva. En el testero del Refectorio se ve una cálebre pintura nada inferior a las referidas, en que expresó a nuestra Señora sentada, y al Niño Dios, que toma de un canastillo que le presenta un hermoso Angel, algunos panes, y los reparte a tres Sacerdotes, figuras de medio cuerpo"
Retrato de Don Justino de Neve, obra de Bartolomé Esteban Murillo. Óleo sobre tela, 206 x 129,5 cm. 1665, Londres, The National Gallery, London. Bought, 1979
Murillo era a mediados del siglo XVII el pintor más famoso de Sevilla; Justino de Neve (1625-1685), un culto y dinámico canónigo de la catedral sevillana. Entre ambos se estableció una relación profesional que pronto se transformó en auténtica amistad. Y de esa amistad nacieron algunas de las obras más bellas y ambiciosas pintadas por Murillo en las décadas de 1660 y 1670, cuando había alcanzado su plenitud como artista.
La amistad de Justino de Neve, nacido en Sevilla de familia flamenca, desde por lo menos la década de los sesenta hasta la muerte de Murillo en 1682, fue clave para que el artista obtuviese una de sus comisiones más importantes: la decoración de la iglesia de Santa María la Blanca (1662-1665). Además, encargó al pintor sevillano varias obras para el Hospital de los Venerables Sacerdotes, y tuvo en su propia colección algunas de las obras más excepcionales del artista. Como canónigo, Justino de Neve obtuvo para Murillo el encargo de una serie de ocho tondos de santos sevillanos, una Inmaculada Concepción que todavía hoy en día decoran el techo de la Sala Capitular de la catedral y el Bautismo de Cristo que corona el retablo de San Antonio en la capilla del santo.
Murillo le nombró ejecutor de su testamento y pintó su retrato en 1665 (National Gallery, Londres) –presente en la exposición- como prueba de su amistad, añadiendo la inscripción obsequium desiderio pingebat (pintado con el deseo de regalarlo).
Jesús Niño repartiendo pan a los sacerdotes. Óleo sobre tela, 219 x 182 cm. 1678 - 1679. Budapest. Museo de Bellas Artes. Szépmüvészeti Múzeum
San Pedro Arrepentido. Óleo sobre tela, 212 x 155 cm. Colección Particular. Muchos años después... 'San Pedro' reaparece en la exposición del Prado en el verano de 2012. El lienzo de Murillo que las tropas napoleónicas expoliaron del Hospital de los Venerables de Sevilla y se daba por perdido es la gran sorpresa científica de la muestra. El óleo sobre lienzo 'San Pedro Arrepentido' (no he obtenido mejor imagen), cuyo hallazgo en una colección particular inglesa e inclusión en el catálogo científico de la muestra 'Murillo y Justino de Neve. El arte de la amistad' es una noticia de primera magnitud para la historia del arte español.
Reconstrucción del retablo de San Pedro en la iglesia de los Venerables Sacerdotes de Sevilla con San Pedro penitente, obra de Murillo.
La Inmaculada Concepción de los Venerables/Soult. Óleo sobre tela, 274 x 190 cm., h. 1678. Madrid, Museo Nacional del Prado
La Inmaculada Concepción de los Venerables/Soult. Autor de numerosas Inmaculadas, en los últimos años de su vida Murillo crea una fórmula ideal en la que aparece la Virgen vestida de blanco y azul, con las manos cruzadas sobre el pecho, pisando la luna y con la mirada dirigida al cielo, con un claro impulso ascensional, muy barroco, que coloca a la figura de María en el espacio empíreo habitado de luz, nubes y ángeles, y que sirve para aunar dos tradiciones iconográficas: la de la Inmaculada propiamente dicha y la de la Asunción.
La pincelada suelta y enérgica, la composición helicoidal, el uso de la luz y la sensación de movimiento que emana de la obra, hacen de ella un extraordinario ejemplo del arte barroco.
Encargada por Justino de Neve (1625-1685) para el Hospital de los Venerables Sacerdotes de Sevilla, fue llevada en 1813 a Francia durante la Guerra de la Independencia por el mariscal Soult y, tras exponerse durante casi un siglo en el Museo del Louvre, en 1941 ingresa en el Museo del Prado.
Marco original de la obra «La Inmaculada Concepción de los Venerables, o Soult» (perteneciente al Museo Nacional del Prado, P-2809)
Dorado al agua y estofado sobre madera, 349 x 265 x 40 x 25 cm., siglo XVII, Sevilla, Arzobispado de Sevilla (depositado en la iglesia del Hospital de los Venerables). Fundación Focus-Abengoa, Hospital de los Venerables, Sevilla
Dentro de la iglesia se pueden ver pinturas murales al fresco realizadas por Valdés Leal. Las del presbiterio representan la invención de la Santa Cruz, las del techo de la sacristía forman un pequeño espacio con perspectiva (trampantojo); a cada lado del presbiterio hay pinturas realizadas por Valdés Leal y su hijo Lucas Valdés: en la del lado derecho se representa a San Fernando entregando la mezquita al Arzobispo y en la del lado izquierdo se muestra a San Fernando ante la Virgen de la Antigua. Las urnas relicarios que aquí se encuentran y los cobres son de procedencia flamenca; las pinturas sobre mármol de la Inmaculada y de la Virgen con el Niño fueron realizadas por Sassoferrato.
Las pinturas que cubren la bóveda y los muros fueron realizadas por Valdés Leal y su hijo Lucas Valdés -No se sabe en qué grado cada artista-. Simulan tapices y representan el Triunfo del Pontificado.
Inmaculada de los Venerables (mal llamada Inmaculada de Soult). Murillo, 1.678.
Restauración del Hospital de los Venerables. Desde el año 1991 el Hospital es sede de la Fundación FOCUS-Abengoa (Fondo de Cultura de Sevilla), que lo restauró entre los años 1987 y 1991. Para ello también tuvo que intervenir el cardenal Carlos Amigo Vallejo dando su autorización. El edificio fue inaugurado por la reina Sofía el 5 de noviembre de 1991, con una muestra dedicada a la pintura sevillana de los siglos de oro. También está habilitado como centro cultural de exposiciones, y en él se celebran conciertos, conferencias y seminarios.
El Altar Mayor, visto desde los pies de la nave. Iglesia del Hospital De Los Venerables de Sevilla.
San Pedro y San Clemente venerando a Cristo. 1687. Pintura de la bóveda del presbiterio de la Iglesia del Hospital de los Venerables. Sevilla. Autor: Juan Valdés Leal, su hijo Lucas Valdés fue su ayudante.
Bóveda del presbiterio. Iglesia de los Venerables. Sevilla. Autor: Valdés Leal, su hijo Lucas Valdés fue su ayudante.
Dentro de la iglesia se pueden ver pinturas murales al fresco realizadas por Valdés Leal. Las del presbiterio representan la invención de la Santa Cruz, las del techo de la sacristía forman un pequeño espacio con perspectiva (trampantojo); a cada lado del presbiterio hay pinturas realizadas por Valdés Leal y su hijo Lucas Valdés: en la del lado derecho se representa a San Fernando entregando la mezquita al Arzobispo y en la del lado izquierdo se muestra a San Fernando ante la Virgen de la Antigua. Las urnas relicarios que aquí se encuentran y los cobres son de procedencia flamenca; las pinturas sobre mármol de la Inmaculada y de la Virgen con el Niño fueron realizadas por Sassoferrato.
Las pinturas que cubren la bóveda y los muros fueron realizadas por Valdés Leal y su hijo Lucas Valdés -No se sabe en qué grado cada artista-. Simulan tapices y representan el Triunfo del Pontificado.
Bóveda de cañón del presbiterio. Iglesia de los Venerables. Sevilla. Autor: Valdés Leal, su hijo Lucas Valdés fue su ayudante.
Retablo Mayor de la iglesia del Hospital de los Venerables, Sevilla. En el Retablo Mayor, que data de 1.889, se representa en el cuerpo central La Última Cena, de Lucas Valdés, hacia 1.700. Sobre este lienzo, en el ático, La Apoteosis de san Fernando, también obra de Lucas Valdés; a cada lado están representados en sendos óleos san Clemente y san Isidoro, realizados por Virgilio Mattoni.
Lugar muy destacado del retablo es el ocupado por la Virgen de Belén, obra anónima del siglo XVI, escoltada por relieves de san Juan Bautista y san Juan Evangelista, atribuidos a Martínez Montañés y que datan de la primera mitad del siglo XVII.
Sagrada Cena. Lucas Valdés, hacia 1.700. Cuadro central del Retablo Mayor de la iglesia del Hospital de los Venerables, Sevilla
San Fernando, de Lucas Valdés. Ático del Retablo Mayor de la iglesia del Hospital de los Venerables, Sevilla. Y, a sus lados, san Clemente y san Isidoro, pintados por Virgilio Mattoni.
Apoteosis de san Fernando. Lucas Valdés. Ático del Retablo Mayor de la iglesia del Hospital de los Venerables, Sevilla
En el retablo de la Concepción se encuentra la figura de San Esteban, que aunque es una obra anónima del siglo XVII, se atribuye a Martínez Montañés. Los retablos son obra de Juan de Oviedo. El púlpito, realizado con mármoles policromados y ricas maderas es obra de Francisco de Barahona. Murillo que era amigo de Justino de Neve, también pintó una obra para el hospital, la Inmaculada, una de sus más famosas obras, que hoy día se expone en el Museo del Prado de Madrid.
Presentación del Niño Jesús en el templo. Lucas Valdés. Cuadro situado en la escalera de la iglesia del Hospital de los Venerables de Sevilla. Antes se exponía en la Sacristía.
Lucas Valdés - Llegada de los sacerdotes enfermos a la nueva casa, h. 1699, óleo sobre lienzo, 55 x 68 cm. Hospital de la Hermandad de los Venerables Sacerdotes, Sevilla. Fundación Focus- Abengoa
Lucas Valdés - Caballeros atendiendo a los sacerdotes enfermos en el hospital, h. 1699, óleo sobre lienzo, 55 x 70 cm. Hospital de la Hermandad de los Venerables Sacerdotes, Sevilla. Fundación Focus- Abengoa
Puerta de la Sacristía. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla.
La sacristía. Además de las obras pictóricas, la sacristía posee una cajonería donde se guardan elementos sagrados. También son notables las piezas de orfebrería que se conservan en el edificio. En la parte central del altar mayor se puede observar a la Virgen de Belén. Entre sus obras también se pueden observar unos Cristos de marfil del siglo XVIII.
Crucificado tallado en marfil. Sacristía. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla.
Crucificado. Sacristía. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla.
Vitrina con marfiles, relicarios y elementos de orfebrería. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla.
El Triunfo de la Cruz, de Valdés Leal, decora el techo de la sacristía.. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla.
Cajoneras y azulejos de la sacristía. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla.
La sacristía, vista desde la puerta de entrada. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla.
San Pedro. Pedro Roldán, 1.698. Iglesia del Hospital de los Venerables, Sevilla.
San Fernando. Pedro Roldán, 1.698. Iglesia del Hospital de los Venerables, Sevilla.
Segundo retablo del lado de la Epístola. La figura central seguramente represente a Santa Clara de Asís, con San Sebastián a su izquierda y San Roque a la derecha. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla
Retablo de San José. Juan de Oviedo, siglo XVII. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla
Retablo de la Inmaculada Concepción. Juan de Oviedo, 1.698. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla
Retablo de la Concepción. Juan de Oviedo. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla
Retablo de nombre desconocido en el muro del Evangelio. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla
Virgen de Belén. Anónimo siglo XVI. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla
Puerta derecha presbiterio. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla
Púlpito. Obra de Francisco Barahona. Iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla
Órgano y bóveda de la iglesia del Hospital de Los Venerables de Sevilla.
Centro de investigación Velázquez
Santa Rufina, obra atribuida a Diego Velázquez. Centro de investigación Velázquez, Sevilla.
Centro de investigación Velázquez. El Centro Velázquez es un centro expositivo que tiene su origen en julio de 2007, con la adquisición por la fundación Focus del cuadro "Santa Rufina" atribuido a Diego Velázquez por un importe de 12,4 millones de euros. Se han adaptado algunas estancias del Hospital para la exposición del citado cuadro y lo que es la exposición permanente del Centro de la que forman parte entre otros La Imposición de la casulla a San Ildefonso del propio Velázquez y el retrato de Juan Martínez Montañés original de Francisco Varela, ambos propiedad del Ayuntamiento de Sevilla.
Portada principal del Hospital de los Venerables de Sevilla, en la calle Jamerdana. En la hornacina central, arriba, se adivina un san Fernando, con la bola del mundo en la mano izquierda y al que le falta la espada en la derecha. Es una lástima que la calle sea tan estrecha, pues no permite apreciar en todos sus detalles esta bella portada, sobre todo en su parte alta.
La Inmaculada de Alonso Cano. Hospital de los Venerables. Centro Velázquez. Fue recientemente adquirida en Febrero de 2009. Adquirido tras largas negociaciones por la Fundación Focus-Abengoa para integrar la colección del Centro de Investigación Diego Velázquez. La directora general de la Fundación, Anabel Morillo León, y el asesor científico del Centro Velázquez, Benito Navarrete Prieto, desvelarán esta tarde a los medios los secretos que rodean la compra de lapintura.
Algunos la atribuyen a Velázquez. Otros, a Alonso Cano. En lo que los expertos no se dividen es en valorar la belleza y la importancia de La Inmaculada, un lienzo de 142 x 98,5 centímetros recién rescatada por la Fundación Focus-Abengoa de Sevilla de una peripecia histórica de proporciones épicas. Se trata, apuntan esos entendidos, de una obra clave para entender la pintura del autor de Las meninas y como tal se ha incorporado a la colección del Centro de Investigación Diego Velázquez de la capital andaluza.
Está pintada en Sevilla entre 1618 y 1620, parece ser en el obrador de Francisco Pacheco y en el seno del debate en torno a la Inmaculada Concepción.
Tras siglos de idas y venidas, el lienzo adquirió protagonismo en el mundo del arte cuando Sotheby’s no consiguió venderlo en una subasta celebrada en 1994 en Londres. La puja más alta, cuatro millones de libras (unos 800 millones de pesetas de entonces) quedó muy lejos del precio acordado -y no desvelado- entre la casa de subastas y el dueño de la obra, el marchante de arte francés Charles Bailly.
Dos grandes especialistas han estado en el centro del debate sobre esta obra. La Inmaculada ha sido atribuida a Alonso Cano por el profesor y ex director del Museo del Prado Alfonso Pérez Sánchez y a Velázquez, por el profesor estadounidense Jonathan Brown. Pérez Sánchez es también asesor de la Fundación Focus-Abengoa, que prefiere no dar ninguna cifra sobre el coste económico de la adquisición.
Pese a todos estos datos, existe aún una línea de investigación que defiende que el autor del cuadro sería Velázquez. Es la asumida por el investigador norteamericano Jonathan Brown, para quien esta Inmaculada que perteneció a la colección del deán López Cepero, de la Catedral de Sevilla, es una obra de enorme valor que resume la experiencia adquirida por Velázquez mientras era discípulo de Pacheco.
Sea como sea, nadie niega su “indudable cercanía” a Velázquez (1599-1660) en el uso de los pigmentos y en su técnica. Focus-Abengoa señala, además, la carencia de “obras representativas de Alonso Cano (1601-1667) de este momento” como otro factor para su adquisición. Finalmente, destaca que La Inmaculada representa “un testimonio de la interacción entre pintura y escultura, al comprobarse en ella la influencia de la escultura del momento. Tanto la de Juan Martínez Montañés como la del propio Alonso Cano”.
Una joven virgen rodeada de un halo de luz solar, en actitud de oración, con la cabeza cubierta de doce estrellas y la luna a sus pies. Se trata de un cuadro único, una rareza, una obra maestra de la etapa sevillana de Diego de Silva y Velázquez
Descubrimiento. La historia del descubrimiento de esta Inmaculada Concepción, según contaba el diario El País en 1994, tuvo “algo de curiosa y de rocambolesca porque, tal como explicó el propio Bailly, el velázquez llevaba años encerrado en una miserable chambre de bonne en París. Cuando los dueños decidieron venderlo en subasta pública, en 1990, a un precio inicial de 400.000 francos, no se atrevieron a atribuírselo al pintor sevillano, limitándose a catalogarlo como un lienzo producido en el “círculo de Velázquez”. Pero Bailly, que, según sus palabras entonces, quedó deslumbrado por la visión de esta Inmaculada, de belleza casi sensual, no tuvo dudas. “Desde el primer momento en que mi hermano y yo vimos el cuadro supimos que estábamos ante una obra de arte de categoría suprema”, dijo entonces el marchante.
También fue tajante la restauradora Zahira Veliz: “La utilización de los tonos marrón tierra, no sólo en el cielo, sino en la propia túnica de la Virgen, además del recurso al esmalte en el firmamento, mezclado probablemente con azurita, son técnicas muy velazqueñas, en esa primera etapa de juventud del pintor”.
Con esas credenciales, pues, aunque con la sombra de Alonso Cano pisándole los talones, llega mañana esta Inmaculada a la ciudad mariana por excelencia.
El cuadro se presentará hoy (Agosto de 2009) en la fundación y se expondrá al público en el Centro de Investigación Diego Velázquez a partir de mañana. Una y otra institución están ubicadas en el Hospital de los Venerables, en el Barrio de Santa Cruz de Sevilla, pleno centro histórico.
Interior de la iglesia del Hospital de la Hermandad de los Venerables Sacerdotes, Sevilla
Más info del Hospital de los Venerables de Sevilla
Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al Hospital de los Venerables Sacerdotes de Sevilla. Una institutión con mucho arte y una apasionante historia.
Fuentes y agradecimientos: es.wikipedia.org, commons.wikimedia.org, leyendasdesevilla.blogspot.com, galeon.com, sevillainformacion, pintura.aut.org, wikanda.sevillapedia.com, gardenvisit.com, flickr.com y otras de Internet.