En esta sección sólo se permiten exposiciones de Pintores Extranjeros. La forma de abrir una exposición es el autor con su fotografía y su biografía y los cuadros de la exposición con un tamaño no superior a los 800 píxeles. |
|
Página 1 de 1
|
BELLINI, Giovanni (tambien Conocido Como Giambellino)
|
Autor |
Mensaje |
j.luis
Moderador

Ingresado: Diciembre 2005
Mensajes: 24750
Edad: 62 Ubicación:  Madrid
Usuario #: 50
|
 BELLINI, Giovanni (tambien Conocido Como Giambellino)
Este trabajo recopilatorio está dedicado al pintor italiano Giovanni Bellini, conocido como “Giambellino”, es considerado como uno de los principales representantes del Quattrocento. Fue discípulo de su propio padre, Jacopo Bellini, hermano de Gentile Bellini y cuñado de Andrea Mantegna, a su vez el maestro de dos grandes genios: Giorgione (Giorgio Barbarelli) y Tiziano.
Autorretrato - Giovanni Bellini. 1500
Giovanni Bellini, también conocido por su apodo Giambellino (Venecia, h. 1433 - Venecia, 26 de noviembre de 15161 ) fue un pintor cuatrocentista italiano. Probablemente sea el miembro más conocido de una familia de pintores venecianos que incluyó a su padre Jacopo, su hermano Gentile y su cuñado Andrea Mantegna. Está considerado como un artista que revolucionó la pintura veneciana, haciéndola progresar hacia un estilo más sensual y colorista. Gracias al uso de pintura al óleo clara y de secado lento, Giovanni creó tintes intensos y ricos y sombras detalladas. Su suntuoso colorido y los paisajes fluidos y con atmósfera tuvieron un gran efecto en la escuela de pintura veneciana, especialmente en sus alumnos Giorgione y Tiziano.
Orígenes
Aunque sus contemporáneos apreciaron a Giovanni Bellini como un gran pintor, su vida está relativamente poco documentada; numerosas obras suyas de capital importancia carecen de un encuadramiento definitivo por la escasez de datos seguros.
Giovanni Bellini nació en Venecia, aunque no se conoce la fecha exacta de su nacimiento. Era hijo de un artista veneciano establecido, Jacopo Bellini. Giorgio Vasari afirma que murió con noventa años en 1516, de ahí que se le considerara nacido en 1426. Pero el historiador florentino, en quien son comunes estos errores en artistas que no conoció, es desmentido por un documento del testamento de la madre de Bellini, la marsicana Anna Rinversi, redactado con ocasión de su primer parto, en 1429. No es seguro si él era el primogénito de la familia o no: las fuentes contemporáneas hablan siempre de Gentile mayor que Giovanni, e incluso podría serlo su hermana Nicolosia (que luego casó con Andrea Mantegna) o un cuarto hermano, Niccolò, descubierto sólo en el año 1985 por Meyer Zu Capellen. La fecha de nacimiento de Giovanni no estaría entonces en los años veinte sino, al menos, alrededor de 1432-1433, si no más tarde.
Luego está la cuestión de su legitimidad. Normalmente se le considera hijo natural, nacido del padre fuera del matrimonio con otra mujer, o de un matrimonio precedente al de Anna, tomando como base el documento del testamento de Anna Rinversi de noviembre de 1471, cuando, ya viuda de Jacopo, dispone que sus bienes pasaran a Niccolò, Gentile y Nicolosia. Como no menciona a Giovanni, Fiocco (1909) consideró que eso probaba que era otra su madre. Esta tesis no se apoya en ninguna otra prueba y la crítica posterior ha sido cautelosa al respecto.
Fase juvenil. Los inicios artísticos
Creció en la casa de su padre, en cuyo taller se inició en el oficio, junto a sus hermanos Gentile y Niccolò. Los comienzos de Giovanni en el arte son inseguros y deben situarse en los años 1445-1450, si bien ninguna obra conocida del artista se atribuye unánimemente a aquel período. Entre los candidatos un tiempo más probables estuvieron un San Jerónimo del Instituto Barber de Birmingham y una Crucifixión del Museo Poldi Pezzoli. La crítica más reciente, sin embargo, atribuye estas obras a la producción genérica veneciana de la primera mitad del siglo XV.
Hasta la edad de casi treinta años su pintura está dominada por un hondo sentimiento religioso y un patetismo humano. Sus pinturas de este período temprano están todas ejecutadas en el antiguo método del temple. Su obra siguió el ejemplo del taller paterno y de los Vivarini, los dos más importantes centros pictóricos de la Venecia de la época. Para encontrar una primera mención cierta de Giovanni, hay que acudir a un documento del 9 de abril de 1459, cuando a la presencia del notario veneciano Giuseppe Moisis, prestó testimonio, constando como residente en solitario en San Lio.
Esto no significa, sin embargo, que el artista trabajara ya en solitario, al menos en los grandes encargos. Un testimonio de Fra Valerio Polidoro del año 1460 revela que realizó, junto con Jacopo y Gentile, el perdido retablo Gattamelata para la basílica del Santo en Padua, destinada a una nueva capilla dedicada a los santos Bernardino y Francisco.
Giovanni Bellini - Cristo bendiciendo, 1465-1470. Nótese el borde de la túnica profusamente decorado con escritura pseudo-cúfica.
La fase mantegnesca
Las primeras obras de Giovanni se han relacionado a menudo, compositiva, y estilísticamente, con las de Andrea Mantegna (1431–1506), que se convirtió en su cuñado en el año 1453. A esta influencia une la de Ansuino da Forlì, con formas rotas, cierta rudeza en el sello, que se va dulcificando progresivamente, y una composición minuciosa de los elementos. Entre las primeras obras que presentan estas características se encuentran las dos tablas de La crucifixión (h. 1455) y La transfiguración (h. 1455-1460) que se encuentran en el Museo Correr de Venecia. Las figuras son sutil y crudamente expresivas, la anatomía huesuda, el paisaje amplio pero con detalles minuciosos, con líneas secas y "rocosas".
Andrea Mantegna - Presentación en el Templo.1465-66.
La relación con Mantegna se ejemplifica plenamente al confrontar obras parecidas, o en algunos casos, de idéntica composición. Es el caso por ejemplo de Cristo en el Monte de los Olivos de la National Gallery de Londres (h. 1459), similar a una obra de análogo tema de Mantegna en el mismo museo (h. 1455). Las dos derivan de un dibujo de Jacopo Bellini de su cuaderno de esbozos hoy en Londres. Comparten una atmósfera lívida y enrarecida, con un paisaje rocoso y árido, y un trazo bastante forzado. En la obra de Bellini, sin embargo, los colores son menos oscuros y esmaltados, más naturales y menos "pétreos", y las formas están dulcificadas por líneas curvas, como el pulido "cojín de roca" sobre el que Jesús se arrodilla.
Giovanni Bellini - Presentación en el Templo
Más evidente es aún la comparación entre las dos Presentaciones en el Templo (h. años 1455-1460), más antigua la de Mantegna que la de Bellini. Tienen la misma composición y personajes: la Virgen y el Niño apoyados en un marco marmóreo en primer plano, con un viejo y caduco sacerdote que se adelanta a coger al niño mientras José, en segundo plano y medio oculta, mira la escena frontalmente. En la tabla de Mantegna el marco, recurso necesario para los habituales experimentos de "ruptura" espacial hacia el espectador, rodea todo el cuadro, con dos figuras laterales, quizá el autorretrato suyo y retrato de su mujer Nicolosia, y con una entoncación a un colorido reducido, que hace parecer a los personajes austeros y sólidos como esculturas de roca. En la Presentación de Bellini hay dos más, incluido su autorretrato. Organiza el grupo de otra manera, como una pequeña muchedumbre humana; la cornisa ha dejado el sitio a un alféizar más ágil, que aisla menos las figuras respecto al espectador, y los colores, sobre todo blancos y rojos, presentan con mayor dulzura y naturalismo en las carnaciones y demás superficies.
Giovanni Bellini - Transfiguración de Cristo, h. 1487; óleo sobre tabla; Museo de Capodimonte, Nápoles.
La serie de las Vírgenes con Niño
Poco más o menos el año 1460 Giovanni debió empezar la serie de las Vírgenes con Niño, que caracterizó como tema toda su carrera. Son imágenes de dimensiones pequeñas o medianas destinadas a la devoción privada, abundantísima en la producción veneciana del siglo XV. Pueden mencionarse la Virgen con Niño del Museo Malaspina de Pavía, la de Filadelfia, la Virgen Lehman en Nueva York y la llamada Virgen griega de la Pinacoteca de Brera en Milán.
En estas obras se unen influencias bien vivas en Venecia, gracias a su actividad mercantil: bizantinas como se ve en la fijeza icónica de la divinidad, y flamencas, con su atención analítica al detalle. Además Giovanni se vio influido por la escuela toscana difundida en el Véneto en aquellos años por la presencia durante años de Donatello en Padua (1443-1453) y el ejemplo de Andrea Mantegna (1431–1506), convertido ya en cuñado en 1453, con el cual se estableció una intensa relación de intercambio personal y artístico; con las obras de su cuñado se han relacionado a menudo, compositiva y estilísticamente, las primeras obras de Giovanni.
La primera producción de Bellini tienen también características propias, dadas por "una peculiar y dulcísima tensión que siempre une a la madre y al hijo en una relación de pathos profundo".2 La composición se toma de los iconos bizantinos y cretenses, en algunos casos con extrema fidelidad. Pero fue radical la conversión de tales estereotipos inmóviles en figuras vivas y poéticas, capaces de instaurar una relación íntima con el espectador.
Giovanni Bellini - Pietà: Cristo muerto sostenido por la Virgen y San Juan, 1460; temple sobre tabla; Pinacoteca de Brera, Milán.
La serie de la Piedad
También trató en aquellos años el tema de la Pietà, representación artística de Cristo muerto sostenido por la Virgen. Lo hizo en un estilo distinto y algo más personal, con menos dureza en los contornos y un tratamiento más amplio de las formas y los vestidos, pero sin atenuar la intensidad del sentimiento religioso. También esta iconografía se inspiraba en modelos bizantinos: la imago pietatis. Los prototipos de la serie son la Piedad de la Accademia Carrara de Bérgamo y la del Museo Poldi Pezzoli, que datan entre los años cincuenta y sesenta; las siguieron el Cristo muerto sujetado por dos ángeles del Museo Correr, con influencias de Mategna, la célebre Piedad de la Pinacoteca de Brera (h. 1465-1470) y la de Rímini (h. 1474).
Giovanni Bellini - Sacra Alegoría (1490; Uffizi de Florencia).
La madurez artística
Entre el año 1464 y el 1470 Giovanni se encontró involucrado con el taller de su padre en la ejecución de cuatro grandes trípticos para la recientemente reconstruida iglesia de Santa María de la Caridad en Venecia. Se trata de los trípticos dedicados a San Lorenzo, San Sebastián, a la Virgen María y a la Natividad, que fueron desmontados y recompuestos en la época napoleónica antes de entrar en la Galería de la Academia, atribuidos a los Vivarini, donde se encuentran hoy en día. Se trata de obras interesantes, pero su ejecución se atribuye hoy en gran medida a otras personalidades, mientras que el proyecto general es obra de Jacopo Bellini. Entre los cuatros, el más autógrafo de Giovanni es el Tríptico de San Sebastián.
Giovanni Bellini - Políptico de San Vicente Vicente Ferrer. Basílica de San Zanipolo en Venecia.
El políptico de San Vicente Ferrer
El Tríptico de San Sebastián está considerado una especie de prueba general para su primera gran obra como pintor, el Políptico de San Vicente Vicente Ferrer (1464-1468). Fue ejecutado para la capilla homónima de la basílica de San Zanipolo en Venecia. Pintó nueve compartimentos dispuestos en tres registros, sobre los que estaba presente como coronamiento también una luneta perdida con el Padre Eterno.
Los santos del registro central están caracterizados por un fuerte mecanismo plástico, subrayado por la grandeza de las figuras, las líneas enfáticas de las anatomías y de los ropajes, el uso genial de la luz que irradia desde la parte baja hacia algunos detalles, como el rostro de San Cristóbal. El espacio está dominado por el paisaje lejano sobre el fondo y la profundidad en perspectiva sugerida por pocos elementos, como las flechas en escorzo de san Sebastián o el largo bastón de san Cristóbal.
En 1470 Giovanni recibió su primer nombramiento para trabajar junto con su hermano y otros artistas en la Scuola di San Marco, donde entre otros temas le encargaron pintar un Diluvio con el arca de Noé. No ha sobrevivido ninguna de las obras del maestro de este tipo. Se han perdido la mayoría de los grandes encargos públicos de Giovanni. Hubo un famoso retablo pintado en temple para una capilla en la iglesia de San Juan y San Pablo, que desapareció en un incendio en el año 1867, junto con el San Pedro mártir de Tiziano y la Crucifixión de Tintoretto.
A la década posterior a 1470 debe asignarse probablemente la Transfiguración (a la derecha) que actualmente se conserva en el museo de Nápoles, repitiendo con mayor madurez y en un espíritu más sereno el tema de sus anteriores esfuerzos en Venecia.
Giovanni Bellini -El Retablo de Pésaro, panel central
El Retablo de Pésaro
El famoso retablo dedicado a la Coronación de la Virgen, posiblemente del 1475, ([2]), ejecutada para la Iglesia de San Francisco de Pésaro y hoy en el museo municipal local, llevó la influencia de Bellini sobre pintores que no eran vénetos, como es el caso de Marco Palmezzano, de Forlí. Parece que es su más temprano esfuerzo en una forma de arte que previamente casi monopolizó en Venecia la escuela rival de los Vivarini. En esta obra se aprecian las influencias de Piero della Francesca: Giovanni Bellini se va alejando del estilo paterno y supera resabios del gótico tardío. Sintetiza el color con la forma y unifica en un mismo espacio los objetos y demás seres figurados.
Con este retablo alcanza Giovanni su estilo de madurez. e impostación plenamente renacentista con la forma rectangular, coronada originariamente por una Piedad que hoy se encuentra en la Pinacoteca Vaticana. El gran panel central muestra una Coronación de la Virgen marca el logro de un nuevo equilibrio, donde las lecciones de Mantegna resultan sublimadas por una luz clara al estilo de Piero della Francesca. La impostación compositiva sigue los esquemas de algunos monumentos funerarios de la época, pero registra también la extraordinaria invención del cuadro dentro del cuadro, con la espaldera del trono de Jesús y María que se abre como una cornisa, encuadrando un paisaje que parece una reducción, por dimensiones, luz y estilo, del mismo retablo en el interior de sí mismo.
Aquí se unen también los primeros influjos de Antonello da Messina, que llegó a Venecia en el año 1475, introduciendo en la ciudad el uso de la pintura al óleo, la unión del amor por el detalle flamenco y el sentido italiano de la forma y de la composición unitaria, así como la prevalencia de la luz.
Los retratos
La liberación del color y de la luz que logra en sus Vírgenes, aparece también en sus retratos cuyos paisajes de fondo representan de forma realista de la naturaleza. Giovanni Bellini muestra la naturaleza animada por el trabajo humano, o a veces también aquietada, o detenida, rodeada por gran variedad cromática y lumínica. Contemporáneamente a la amplia producción de arte sagrado, Bellini se dedicó al menos hasta finales de los años setenta a la realización de intensos retratos que, si bien escasos en número, fueron extremadamente significativos en sus resultados. El más antiguo documentado es el Retrato de Jörg Fugger de 1474, seguido por el Retrato de joven vestido de rojo y por el Retrato de un condotiero, ambos de la Galería Nacional de Arte de Washington D. C. La influencia de Antonello da Messina es evidente, pero las obras de Giovanni se distinguen por una relación psicológica entre el retratado y el espectador menos evidente, entonado en un diálogo menos directo y más formal.
En 1479 su hermano Gentile marcha a Constantinopla a trabajar para el sultán Mehmed II, por lo cual Giovanni toma su puesto en la ejecución de los frescos del Palacio Ducal veneciano, que serían destruidos en 1577 por un incendio. Después de 1479–1480 gran parte del tiempo y energía de Giovanni fueron consumidos por sus deberes como conservador de las pinturas en el gran salón del Palacio Ducal. La importancia de este encargo puede medirse por el pago que Giovanni recibió: le concedieron, primero la reversión del lugar de un agente en el Fondaco dei Tedeschi, y más tarde, como sustitución, una pensión fija anual de ochenta ducados. Además de reparar y renovar las obras de sus predecesores, se encargó, a partir del año 1492 en una serie de telas para la Sala del Consejo Mayor del Palacio Ducal, que ilustraba el papel que tuvo Venecia en las guerras de Federico Barbarroja y el papado. Estas obras, ejecutadas con grandes interrupciones y retrasos, fueron objeto de admiración universal cuando las terminó, pero no queda nada de ellas ya que desaparecieron en el incendio de 1577; tampoco han pervivido otros ejemplos de sus composiciones históricas y procesionales, que permitieran comparar su estilo en tales temas con el de su hermano Gentile.
La dedicación al palacio Ducal hizo que en estos años Giovanni no se centrara tanto en los retablos, dejando provisionalmente el campo libre, dentro de Venecia, al pintor Cima da Conegliano. Quedan, no obstante, obras de temática religiosa, de menor tamaño, que demuestran una gradual liberación de las últimas restricciones del estilo cuatrocentista; gradualmente fue adquiriendo una completa maestría en el nuevo medio al óleo y dominando todos, o casi todos, los secretos de la perfecta fusión de colores y gradación atmosférica de tonos. Va imponiendo la riqueza cromática, como se puede apreciar en obras de esta época como La transfiguración de los años 1480. Además, quedan por estudiar las relaciones entre el taller de los Bellini y el que, en los años noventa, abrió en Venecia Marco Palmezzano, pues se notan interesantes intercambios entre las obras posteriores de las dos escuelas.
Giovanni Bellini - Retablo de San Giobbe, h. 1487; óleo sobre tabla; Accademia, Venecia.
Retablos de San Giobbe y San Zacarías
Un intervalo de algunos años, sin duda ocupados principalmente con trabajo en el Salón del Gran Consejo, parece separar el Retablo de San Giobbe (a la izquierda), y el de la iglesia de San Zaccaria en Venecia (a la derecha). Formalmente, las obras son muy parecidas, de manera que compararlas sirve para ilustrar el cambio en la obra de Bellini a lo largo de la última década del Quattrocento. Ambos cuadros son el modelo de una Sacra conversazione (conversación sagrada entre la Virgen y santos). Ambos muestran a la Virgen sentada en un trono (con el cual se aludía al trono de Salomón), en medio de columnas clasicistas. Tanto el lugar como las figuras sagradas debajo de una semi-cúpula con mosaicos dorados recuerdan la arquitectura bizantina en la San Marcos.
En el retablo de San Giobbe, Bellini maduró y ofreció una respuesta completa a las novedades introducidas por el siciliano Antonello da Mesina en Venecia, haciendo una de sus obras más renombradas, citada ya en el De Urbe Sito de Sabellico (1487-1491). El retablo, que fue ejecutado en torno al año 1480, se encontraba originalmente en el segundo altar por la derecha de la iglesia de San Giobbe en Venecia, donde con su espacialidad pintada completaba ilusoriamente la real del altar. Una gran bóveda con casetones presenta en perspectiva la composición sagrada, con pilastras laterales pintadas iguales a aquellas realmente a los lados del altar. Un profundo nicho en sombras acoge en el centro el grupo sagrado de la Virgen con Niño y ángeles músicos entre seis santos, a la sombra de un cráneo cubierto por mosaicos dorados en el más típico estilo veneciano. Se trata así de una prolongación virtual del espacio real de la nave, con figuras al tiempo monumentales y cálidamente humanas, gracias al rico empasto cromático.
Giovanni Bellini - Retablo de San Zaccaria, 1505; óleo sobre lienzo, transferido desde tabla; San Zaccaria, Venecia.
El imponente retablo de San Zacarías, firmado y datado en el año 1505, se conserva en el lugar de origen, la iglesia de San Zacarías de Venecia. En este retablo posterior, Bellini representa a la Virgen rodeada por (desde la izquierda): San Pedro sosteniendo sus llaves y el Libro de la Sabiduría; Santa Catalina y Santa Lucía junto a la Virgen, cada una de ellas con la palma del martirio y el símbolo de su tortura (Catalina la rueda, y Lucía un plato con sus ojos); San Jerónimo, que tradujo la Biblia griega a la primera edición en latín (la Vulgata). Estilísticamente, la iluminación en la obra de San Zaccaria se ha hecho tan suave y difusa que hace que, por comparación, la de San Giobbe parezca casi llamativa por contraste. El uso que Giovanni hace del óleo ha madurado, y las figuras sagradas parecen estar envueltas en un aire quieto, enrarecido. El retablo de San Zaccaria está considerado quizá el más bello e imponente de los retablos de Giovanni, y está datado del año 1505, el año posterior a la Virgen de Castelfranco pintada por Giorgione.
El Tríptico de los Frari
En el año 1488 Bellini firmó y dató el Tríptico de los Frari, para la Basílica de Santa María dei Frari en Venecia, donde aún se conserva. En esta obra las experimentaciones ilusionísticas del Retablo de San Giobbe se desarrollan aún más, con el marco que "sostiene" el techo pintado en tres compartimentos, iluminados con vigor de manera que parezcan reales. Detrás del trono de María se abre de hecho un nicho con mosaicos dorados, con un estudio luminoso que sugiere una vasta profundidad en perspectiva.
Palio del duque Barbarigo
También del mismo año 1488 está datado y firmado el Palio del duque Barbarigo (Virgen con Niño, san Marcos, san Agustín y Agostino Barbarigo arrodillado), en la iglesia de San Pedro Mártir en Murano, uno de los pocos episodios cronológicamente ciertos en la carrera del artista, gracias a la mención también en el testamento del dux Agostino Barbarigo. En el cuadro san Marcos, protector de Venecia y por lo tanto de los dogos, presenta al devoto arrodillado ante la Virgen con gesto afectuoso. La concepción espacial quattrocentesca es aquí abandonada por vez primera, en favor de una relación más libre entre la naturaleza y la Sacra conversazione, e incluso la extensión pictórica representa uno de los primeros experimentos de pintura tonal, diferente a la de Giorgione que siempre está unida al tema del lirismo profano, que aquí falta.
Hacia la maniera moderna
Al aproximarse el siglo XVI, Bellini desarrolló siempre mayormente un acercamiento innovador a la pintura y a la relación entre las figuras y el paisaje, que fue luego retomado por Giorgione, Tiziano y otros dando origen a las extraordinarias innovaciones de la pintura veneciana del Renacimiento maduro.
De la actividad de Giovanni en el intervalo entre los retablos de San Giobbe (h. 1487) y San Zaccaria (1505), hay unas pocas obras, aunque la mayoría de su producción desapareció con el fuego del Palacio Ducal de Venecia en 1577. Entre el año 1490 y 1500 data Alegoría cristiana de los Uffizi, una de las obras más enigmáticas de la producción belliniana y renacentista en general, poblada por una serie de figuras simbólicas cuyo significado aún hoy es esquivo.
La Virgen con el Niño entre las santas Catalina y María Magdalena, hoy en la Galería de la Academia, conocida como Conversación Sagrada Giovanelli data de 1500-1504. En esta tabla se lee una madurez en el estilo del artista ligada a una expresión esfumada del color, del tipo leonardesco. La luz cae de lado, avanzando mórbidamente sobre los ropajes y sobre las encarnaduras de las santas, en una atmósfera silente y absorta, puesta en evidencia por el fondo oscuro, privado de toda connotación. La composición es simétrica, como en todas las conversaciones sagradas de Giovanni, y la profundidad se sugiere sólo por la posición de lado de las dos santas, que crean una suerte de alas diagonales dirigidas al grupo sacro central. Los personajes aún están separados del paisaje de detrás, pero la vista naturalística es ya unitaria, límpida y cargada de valores atmosféricos dados por la coherente luz dorada.
Giovanni Bellini - El dux Leonardo Loredan, h. 1501-1504, Óleo y temple sobre tabla, 62 × 45. National Gallery de Londres.
El Retrato del dux Leonardo Loredan, datado hacia el año 1501 marcó la plena madurez de las lecciones de Antonello da Messina, evidente en el realismo general de las arrugas como en los vestidos, donde lo físico asume el valor de la dignidad del cargo del sujeto. Las características psicológicas son sublimadas por un solemne distanciamiento, en nombre del decoro del papel jerárquico del sujeto.
Los últimos diez o doce años de la vida del maestro lo vio asediado con más encargos de los que podía terminar. Ya en los años 1501–1504 Isabel, marquesa Gonzaga de Mantua había tenido gran dificultad para obtener la entrega por parte de él de una pintura de la Virgen y Santos (hoy perdida) para la que había pagado algo por adelantado. En 1505 ella intentó obtener, a través del Cardenal Bembo otro cuadro de él, esta vez de tema secular o mitológico. Cuál fuera el tema de esta pieza, o si realmente se llegó a entregar, es algo que se desconoce.
Se llega así a la obra maestra indiscutible de La madona del prado (h. 1505), una suma de significados metafóricos y religiosos unidos a una profunda poesía y emocionalidad. El paisaje es límpido y enrarecido, con una luminosidad serena, que representa el ideal de la quietud, entendida como conciliación espiritual, idílica y eremítica.
Giovanni Bellini se mantuvo activo y atento a novedades hasta el final. Sus últimas obras delatan la influencia del joven Giorgione. Durero, que visitó Venecia por segunda vez en 1506, mencionó a Giovanni Bellini como todavía el pintor más importante en la ciudad, y lleno de toda la cortesía y generosidad hacia los pintores extranjeros. En 1507 murió su hermano Gentile, y le legó el libro de esbozos de su padre Jacopo, pero la condición de terminar la Predicación de San Marcos en Alejandría(hoy en la Pinacoteca de Brera) que Gentile había dejado inacabado en la Scuola Grande di San Marco.
En la Virgen con Niño bendiciendo del Detroit Institute of Arts (1509) o la Virgen con Niño de Brera (1510) vuelve a separar el grupo sagrado del paisaje; pero hay una visión nueva que recuerda las conquistas de Giorgione, donde los elementos humanos resultan fundidos con la naturaleza. En la Virgen de Brera el análisis ha revelado la ausencia de dibujo bajo el paisaje, lo que pone en evidencia una confianza en el disponer la naturaleza llena y total. Cercana a esta obra es también una Virgen con Niño en la Galleria Borghese de Roma, quizá la última versión totalmente autógrafa del tema.
En 1513 la posición de Giovanni como único maestro (desde la muerte de su hermano y la de Alvise Vivarini) a cargo de las pinturas del Salón del Gran Consejo fue amenazada por uno de sus antiguos alumnos. El joven Tiziano deseaba una parte del mismo encargo, para que le pagasen en los mismos términos; primero se le concedió, luego se rescindió un año después y al cabo de otro año o dos se lo dieron de nuevo. Sin duda, el viejo maestro debió enfadarse por los métodos de su alumno.
En el último período de su actividad artística se enfrentó a temas mitológicos como en el año 1514 con El festín de los dioses, realizado para el studiolo del duque Alfonso de Ferrara (hoy en la Galería Nacional de Arte de Washington), técnicamente de altísimo nivel y muy cuidado. Tiziano, autor de los otros cuadros del studiolo, rehizo casi completamente el paisaje a la muerte del maestro en 1516.
De vuelta a temas religiosos, sin embargo, Giovanni Bellini es capaz aún de experimentar con soluciones modernas (en composición, formato, tema), lo que llevó a los críticos a atribuir la Embriaguez de Noé del Museo de Bellas Artes de Besanzón a Lotto o Tiziano.
Está enterrado en la Basílica de San Juan y San Pablo de Venecia, un lugar de enterramiento tradicional para los dogos.
Giovanni Bellini - Detalle de la Magdalena, Galería de la Academia, Venecia.
Características estilísticas
La temática de su obra es predominantemente religiosa. Trató episodios de la vida de Jesús, el tema más frecuente es el de la crucifixión, representada a veces con la Virgen y San Juan a los pies de la Cruz. Las figuras, los elementos vegetales, animales y paisajistas asumen muy a menudo un valor simbólico bien codificado, aunque para los modernos la lectura puede no resultar siempre clara. Los pequeños cuadros devocionales de la Virgen con Niño, solos o acompañados de santos, eran generalmente encargos privados. Su significado no es sólo una "relación afectuosa entre la madre y el hijo" sino algo más complejo que muchas veces prefigura la Pasión de Cristo; en casi todas las pinturas el Niño está representado en posiciones que recuerdan la muerte.
Bellini aúna el plasticismo metafísico de Piero della Francesca con el realismo humano de Antonello da Messina, alejado del exasperado realismo de los flamencos y la profundidad cromática típica del Véneto, tomando el camino hacia el llamado "tonalismo" véneto. Gracias a su cuñado Andrea Mantegna, entra en contacto con las innovaciones del Renacimiento florentino. Con él trabajó en el viaje a Padua y lo influyó en la expresividad de los rostros y en la fuerza emotiva que transmiten los paisajes del fondo. En Padua, Bellini conoció la escultura de Donatello, que en esta época imprimía una carga expresionista a su obra, acercándose a un estilo más próximo al ambiente nórdico. Finalmente, conoció la novedad, también en la perspectiva de la escuela de Forlì, gracias al taller veneciano de Marco Palmezzano, el mejor discípulo de Melozzo da Forlì.
Giulio Carlo Argan revela que los rasgos característicos de la pintura de Bellini son el "tonalismo" cromático y la fusión armónica de "naturalismo clásico" y "espiritualidad cristiana".
Tanto en el sentido artístico como en el mundano, la carrera de Giovanni Bellini fue, en conjunto, muy próspera. Su larga carrera comenzó con estilos cuatrocentistas pero maduró hasta un estilo renacentista post-Giorgione. Vivió hasta ver a su propia escuela deslumbrar y superar a la de sus rivales, los Vivarini de Murano; personificó, con poder creciente y maduro, toda la gravedad devocional y también gran parte del esplendor mundano de la Venecia de su tiempo. Sus principales discípulos fueron Giorgione, Tiziano y Sebastiano del Piombo. Otros alumnos del estudio de Bellini fueron Girolamo Santacroce, Vittore Belliniano, Rocco Marconi, Andrea Previtali5 Nicolò Rondinelli y posiblemente Bernardino Licinio.
En una perspectiva histórica, Bellini fue esencial para el desarrollo del Renacimiento italiano por su incorporación de estética del Norte de Europa. Significativamente influido por Antonello da Messina, que había pasado un tiempo en Flandes, Bellini hizo prevalente tanto el uso de la pintura al óleo, diferente de la pintura al temple que se usaba en aquella época por la mayor parte de los pintores renacentistas italianos, y el uso de un simbolismo disfrazado propio del Renacimiento nórdico. Como demuestran obras como San Francisco en éxtasis (h. 1480, a la izquierda) y el Retablo de San Giobbe (h. 1478), Bellini usa el simbolismo religioso a través de elementos naturales, como vides y rocas. Aun así, su contribución más importante al arte reside en su experimentación con el uso del color y la atmósfera en la pintura al óleo.
Giovanni Bellini - Mujer en su tocador, primer desnudo de Bellini, pintado cuando tenía alrededor de 85 años, h. 1515.
Algunas de sus principales obras
- La crucifixión (h. 1455) - temple sobre tabla, 54,5 x 30 cm, Museo Correr, Venecia
- La transfiguración (h. 1455-1460) - Temple sobre tabla, 134 x 68 cm, Museo Correr, Venecia.
- Cristo en el Monte de los Olivos (h. 1459) - Temple sobre tabla, 81 x 127 cm, National Gallery de Londres[3]
- Piedad (1460) - temple sobre tabla, 86 x 107 cm, Pinacoteca de Brera, Milán
- Políptico de San Vicente Ferrer (1464–1468) - temple sobre tabla, Basílica de San Juan y San Pablo, Venecia
- La coronación de la Virgen (1471–1474) - óleo sobre tabla, 262 x 240 cm, Musei Civici, Pesaro
- Resurrección de Cristo (1475–1479) - óleo sobre tabla, 148 x 128 cm, Staatliche Museen, Berlín
- San Francisco en éxtasis (h. 1480) - óleo sobre tabla, 124 x 142 cm, colección Frick, Nueva York
- Tríptico de los Frari (1488) - óleo sobre tabla, Basílica de Santa María dei Frari, Venecia
- La transfiguración (h. 1480) - óleo sobre tabla, 116 x 154 cm, Museo de Capodimonte, Nápoles
- "Palla" de San Giobbe (h. 1487) - óleo sobre tabla, 471 x 258 cm, Galería de la Academia, Venecia
- Palio del duque Barbarigo (1488) - óleo sobre lienzo, 200 x 320 cm, San Pedro Mártir, Murano
- La alegoría sagrada o Sacra alegoría (h. 1490) - óleo sobre tabla, 73 x 199 cm, Galería de los Uffizi, Florencia
- La Virgen con el Niño entre las santas María Magdalena y Úrsula (1490) - óleo sobre tabla, 77x104 cm, Museo del Prado, Madrid
- El bautismo de Cristo (1500–1502) - óleo sobre lienzo, 400 x 263 cm, Santa Corona, Vicenza
- Santa conversación Giovanelli (1500–1504) - óleo sobre tabla, 75x 84 cm, Galería de la Academia, Venecia
- El dux Leonardo Loredan (h. 1501-1504) - óleo sobre tabla, 62x45 cm, National Gallery, Londres
- Piedad (1505) - óleo sobre tabla, 65 x 90 cm, Galería de la Academia, Venecia
- La madonna del prado (1505) - óleo sobre lienzo transferido desde madera, 67 x 86 cm, National Gallery, Londres
- "Palla" de San Zacarías (1505) - óleo sobre lienzo transferido desde tabla, 402 x 273 cm, San Zacarías, Venecia
- San Jerónimo en el desierto (1505) - óleo sobre tabla, 49 x 39 cm, Galería Nacional de Arte, Washington, D. C.
- Nunc Dimittis (1505-1510) - óleo sobre tabla, 62 x 83 cm, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
- Madonna (1510) - óleo sobre tabla, 85 x 118 cm, Pinacoteca de Brera, Milán
- "Palla" de San Crisostomo (1513) - óleo sobre tabla, 300 x 185 cm, S. Giovanni Crisostomo, Venecia
- El festín de los dioses (1514) - óleo sobre lienzo, 170 x 188 cm, Galería Nacional de Arte, Washington D. C.
- Mujer en su tocador (1515) - óleo sobre lienzo, 62 x 79 cm, Museo de Historia del Arte, Viena
- Embriaguez de Noé (h. 1515) - óleo sobre lienzo, 103 x 157 cm, Museo de Bellas Artes, Besanzón
Giovanni, actuó frecuentemente con su hermano Gentile -también magnífico pintor-, ambos forman parte de la Escuela renacentista veneciana, en la cual tomó una importante parte la ola de renovación espiritual que trataba de contrarrestar el supuesto paganismo del Renacimiento. Trabajó en la decoración al fresco de las Scuolas venecianas. Pero además de su hermano y de su padre, Jacopo, recibió otras influencias. La más crucial vino por parte de su cuñado, que era nada menos que Mantenga, se éste aprendió el dominio del dibujo y la rotundidad del volumen...
La influencia de “Giambellino” fue trascendental no sólo sobre sus discípulos directos, sino sobre toda una generación de pintores nacidos o afincados en Venecia, influencia que se rastrea en el propio Durero, que le conoció cuando Bellini era ya muy viejo, pero "aún el mejor pintor", en palabras del alemán. Fue en los paisajes donde logró combinar la minuciosidad y la exactitud en los detalles, cualidades propias de la inspiración flamenca, con el dominio italiano de lo global como ningún otro artista había hecho hasta entonces.
Espero que esta recopilación que he realizado de este pintor extranjero, sea del gusto de los visitantes de esta página de arte del foro de xerbar, y en la medida de lo posible contribuya en su divulgación.
Algunas obras
La Virgen y el Niño entre dos santas. Hacia 1490. Óleo sobre tabla 77 x 104 cm. Museo del Prado. Obra de Giovanni Bellini. Esta obra perteneció a la colección de Felipe V (1683-1746).
La Virgen sostiene en su brazos al Niño Jesús flanqueada por dos santas en una Sacra Conversazione. La santa de la izquierda se ha identificado como Santa Catalina y la de la derecha como Santa Úrsula, que porta la flecha de su martirio, o Santa María Magdalena. Excepto la figura del Niño, las demás se representan de tres cuartos sobre un fondo de cortinaje verde.
Asunto Místico ("Nunc dimittis") c. 1505-1510. Óleo sobre tabla, 62 x 82,5 cm. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid. Obra de Giovanni Bellini.
Giovanni Bellini, considerado en su madurez el mejor pintor de Venecia, fue el maestro de los mayores artistas venecianos de la siguiente generación. Por su taller pasaron Giorgione y Tiziano, difusores de un nuevo estilo cuyo germen se encuentra en su obra. Durero, durante su segunda visita a Venecia, en la que pintó Cristo entre los doctores, consideró a Bellini, que era septuagenario, «todavía el mejor en el arte de la pintura». A este artista se debe la transformación que experimentó la escuela veneciana, que, de ser un foco más dentro del amplio espectro italiano, pasó a convertirse en el centro difusor de una estética moderna con reputación y reconocimiento internacionales. De hecho, las cualidades que definen la pintura veneciana, y que alcanzarían en el siglo xvi su máximo esplendor, arrancan de Bellini, un artista dotado de una gran capacidad para la innovación. El paisaje, la armonía de las figuras con la naturaleza, el interés por el color saturado y rico, los valores atmosféricos o las formas dilatadas y curvilíneas se encuentran ya en su prolífica obra y marcarán los rumbos futuros de la escuela veneciana.
Asunto místico entró a formar parte de la colección Thyssen-Bornemisza en 1964. La tabla con anterioridad había pertenecido a la colección del conde Pourtalès, en París, figurando, en 1944, en una exposición del Art Museum de Portland titulada «Eight Masterpieces of Painting». Esta pintura, cuyo tema ha dado lugar a dos interpretaciones diferentes, ha sido fechada en la primera década del siglo xvi. En esa época, que corresponde a sus últimos años de carrera, Bellini fue capaz de impulsar un estilo lleno de novedades que pone en evidencia una honda capacidad creadora. Asunto místico se inscribe dentro de un grupo de pinturas concebidas para la devoción privada, y que al igual que sus Madonnas, tuvieron una gran demanda en la época. Dada a conocer en 1962, fue estudiada en 1964 por Pallucchini, quien la consideró autógrafa. Sin embargo, la autoría de Bellini fue puesta en tela de juicio en 1979 por Rosenbaum, quien la catalogó con un interrogante suponiendo una alta participación del taller. El juicio de Rosenbaum sería rechazado por Pallucchini en un documento fechado en 1984 y conservado en los archivos de la Colección, en el que ratificó su opinión de 1964.
Para establecer su cronología y autoría, Pallucchini comparó la pintura con tres obras de Bellini: La Sagrada Conversación de la Galleria dell’Accademia de Venecia, en la que la Virgen y el Niño aparecen en un paisaje flanqueados por san Juan Bautista y una santa; La Virgen del Prado, donde María, sentada sobre una tupida vegetación, con el Niño dormido en su regazo, tiene como fondo un idílico paisaje, y La Presentación en el templo, cuyo sacerdote evoca la figura de Simeón de nuestra composición; estas dos últimas obras se encuentran en la colección de la National Gallery de Londres. Tanto en la obra de la Accademia, como en la del Museo Thyssen-Bornemisza, Bellini utiliza un parapeto de donde arrancan las figuras, y que en el caso de la obra veneciana, Bellini empleó para colocar su nombre.
En 1964, Hendy identificó el tema del cuadro como el encuentro entre Simeón y el Niño Jesús momentos antes de entrar al templo donde tendría lugar la Presentación; el episodio está recogido por san Lucas en los Evangelios. La figura de la derecha, vestida ricamente y en actitud de recibir al Niño de los brazos de María, fue identificada como Simeón. A juicio de Hendy, la novedad que incorporó Bellini en esta tabla consiste en cambiar el entorno tradicional, trasladando la escena desde un interior o un pórtico a un exterior, con un amplio paisaje de atmósfera luminosa con los Alpes de fondo. A Hendy se debe también el subtítulo Nunc dimittis, palabras con las que Simeón recibió a Jesús en sus brazos.
Cristo en el Monte de los Olivos. Hacia 1459. Temple sobre tabla, 81 x 127 cm. National Gallery de Londres. Obra de Giovanni Bellini.
El cuadro representa a Jesucristo arrodillado en oración sobre una roca en el monte de los Olivos, cerca de sus discípulos (Simón Pedro, y los hermanos Santiago y Juan), que duermen. Esta obra deriva de otra de Andrea Mantegna sobre el mismo tema, que se conserva en el Museo de Tours y que es de 1457. A la influencia de este autor se debe, igualmente, la estructura geológica del paisaje. Aquí el paisaje se humaniza y suaviza gracias a la luz de la aurora, que le da un mayor calor e intensifica los profundos verdes.
Embriaguez de Noé, h. 1515. Óleo sobre lienzo, 103 × 157 cm. Museo de Bellas Artes de Besanzón. Francia. Es una de las obras del periodo de madurez del pintor renacentista italiano Giovanni Bellini.
La pintura pertenece a la última etapa de la carrera del artista, cuando absorbió la novedad de la tonalidad de Giorgione. Atribuida en el pasado a diversos artistas como a Cariani (por Bernard Berenson), al joven Lorenzo Lotto (por Gilbert, 1956) y al joven Tiziano (por Heinemann, 1962), fue reconocida como una obra tardía de Bellini por Roberto Longhi, experto cuya opinión siguieron todos los sucecivos críticos, incluyendo al mismo Berenson quien cambió su opinión inicial en 1957.
San Francisco en éxtasis. Hacia 1480, óleo sobre tabla, 124 x 142 cm. Colección Frick, Nueva York. Obra de Giovanni Bellini. La obra está firmada “IOANNES BELLINVS” sobre un cartellino sobre un arbusto que queda abajo a la izquierda.
La tela representa a San Francisco de Asís mientras se encuentra en éxtasis recibiendo los[estigmas. A la izquierda se encuentra un asno inmóvil que puede interpretarse como símbolo de humildad y paciencia o también la estupidez y la obstinación. A la derecha, sobre un banco, se encuentra una calavera, símbolo de la muerte.
Es una de las obras que el artista realizó en torno al año 1480, como la Resurrección de Cristo que se conserva en los Museos de Berlín y el San Jerónimo del Palacio Pitti, Florencia. Estas obras se caracterizan por enmarcar una amplia gama de sentimientos humanos en la variedad del campo y el cielo italianos. Cuida el detalle sin caer en lo anecdótico.
La transfiguración. Hacia 1480, óleo sobre tabla, 116 x 154 cm, Museo de Capodimonte, Nápoles. Obra de Giovanni Bellini. La obra está firmada “IOANNES BELLI(NVS)” sobre un cartellino que está sobre la valla de madera.
La tela representa el episodio bíblico de la Transfiguración en el que Jesucristo revela su naturaleza divina a tres discípulos (Pedro, Santiago y Juan). Sobre este mismo tema de La transfiguración, Giovanni Bellini realizó otro cuadro, en 1455 y que se conserva actualmente en el Museo Correr de Venecia. Las hojas del árbol que queda a la derecha, y los rostros de Pedro y Santiago son el resultado de una antigua restauración. Destaca en esta obra el tratamiento de la luz que baña la composición, dulcificando el relieve de los planos del campo.
"Palla" de San Giobbe. Hacia 1487, óleo sobre tabla, 471 x 258 cm, Galería de la Academia, Venecia. Obra de Giovanni Bellini.
Es una obra de gran tamaño: mide 468 cm de alto y 255 cm de ancho. Las figuras tienen un tamaño casi natural. Se realizó para la iglesia parroquial de San Giobbe, donde estaba enmarcada en mármol. Se trata de una composición triangular, con gran luminosidad y colorido.
Tiene como tema la "sagrada conversación", con una reunión de santos en torno a la Virgen en majestad, con el Niño en los brazos y rodeada de santos. A la derecha se distingue un san Sebastián. A los pies de María, delante del trono, hay unos ángeles músicos. El marco arquitectónico en el que se desarrolla es una bóveda de cañón con artesonado. Al fondo, hay un ábside circular.
La luz que baña el cuadro arranca reflejos dorados de los mosaicos, dejando otras zonas en penumbra. Aunque se nota la influencia de Antonello da Messina, lo cierto es que esta típica luz de Bellini envuelve los volúmenes y humaniza la escena representada... Ver más imágenes de la 'Palla' de San Giobbe
"Palla" de San Zacarías. 1505, óleo sobre lienzo transferido desde tabla, 402 x 273 cm, San Zacarías, Venecia. Obra de Giovanni Bellini. La obra está firmada y datada «IOANNE BELLINVS MCCCCCV» sobre un cartellino fijado en el escalón del trono de la Virgen.
Se conserva en la iglesia de san Zacarías («Chiesa di San Zaccaria»), en Venecia (Italia), en su emplazamiento originario, aunque en el año 1797 fue transportada a París como botín de guerra por parte de Napoleón y restituida en el año 1816.
En el centro de la tela está representada la Virgen María en un trono con el Niño en brazos. A la derecha está santa Catalina de Alejandría, y delante tiene a san Pedro. En la parte opuesta están Santa Lucía detrás y San Jerónimo delante... Ver más imágenes
La alegoría sagrada o Sacra alegoría. Hacia 1490, óleo sobre tabla, 73 x 199 cm, Galería de los Uffizi, Florencia. Obra de Giovanni Bellini.
Se cree que pudo ser una obra encargada por Isabel de Este. Puede ser una alegoría del Purgatorio, inspirado en el poema Le Pèlerinage de l'Âme, de Guillaume de Deguileville.
En un marco arquitectónico con un colorido paisaje al fondo, se muestran diversas figuras de santos cuyo nexo de unión o sentido general de la obra no está muy claro. Está considerada de difícil interpretación. La terraza tiene elaboradas baldosas de mármol. La profundidad del paisaje se logra no tanto por la perspectiva sino, sobre todo, por el cromatismo.
Se distingue a san Sebastián, a la derecha de todo, con una flecha clavada. Junto a él, un san Jerónimo o quizá una representación del santo Job; estas dos figuras no presentan el mismo modelado que el resto. Al otro lado de la balaustrada, a san Pablo, con un gran manto rojo y una espada en la mano. En la parte de la izquierda, María en un trono. En el extremo de este lado, una figura con turbante que parece un añadido posterior.
Esta alegoría se relaciona con las obras maestras que Bellini elaboraría a finales del siglo XV, principios del XVI, como la Sacra conversación, la Piedad, La madonna del prado, El bautismo de Cristo o la «palla» de San Zacarías.
El festín de los dioses. 1514, óleo sobre lienzo, 170 x 188 cm, Galería Nacional de Arte, Washington D. C. Obra de Giovanni Bellini.
Fue pintado en 1514, por encargo de Alfonso I de Este, el duque de Ferrara, para su camerino d'alabastro ('cámara de alabastro') en el Castillo de los Este, Ferrara. Es una de sus últimas obras, que el autor modificó repetidamente. En estas obras del final de su vida se anuncia ya la típica pintura veneciana, con su predilección por el colorido y la luz bajo influencia de Giorgione. A la muerte de Bellini, poco después (1516), Tiziano modificó el paisaje a la izquierda para que hiciera juego con su obra La Bacanal, también en el camerino de Alfonso.
La pintura fue comprada al Duque de Northumberland por el magnate estadounidense Peter A. B. Widener en 1925, y más tarde entró en las colecciones de la Galería Nacional de Arte de Washington, D.C. con el resto de su colección.
El festín de los dioses (detalle) de Giovanni Bellini
Es una de las pocas pinturas mitológicas del artista veneciano. Evidencia así cómo, al final de su vida, Bellini contribuyó a la creación de las nuevas corrientes renacentistas, mostrando la misma monumentalidad y cualidades pictóricas que las obras de sus jóvenes contemporáneos.
Hay equilibrio entre el paisaje y las figuras. En primer término se ve a los dioses del Olimpo dándose un festín. La escena representa juntos dos episodios de la obra de Ovidio Fastos. Príapo, a la izquierda, está intentando seducir a la ninfa durmiente Lotis, pero se lo impide el rebuzno del asno de Sileno. Alrededor se encuentran los dioses borrachos: Júpiter tiene un águila cerca de él, Poseidón está acariciando a Cibeles y Ceres, mientras Hermes está languidamente estirado sobre un tonel. El chico con hojas de parra en la cabeza es una representación inusualmente joven del dios Baco. Se cree que Bellini inicialmente pintó a las figuras como mortales, siguiendo una traducción errónea de Ovidio (el llamado Ovidio volgarizzato), y tuvo que repintarlas con los atributos de los dioses olímpicos. El paisaje del fondo está dominado por árboles frondosos. La luz es delicada y tierna.
St Jerome in the Desert, c. 1450. Egg tempera on wood, 44 x 23 cm. Barber Institute of Fine Arts, Birmingham. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with Child. 1450-55. Tempera on wood, 47 x 31,5 cm. Civico Museo Malaspina, Pavia. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna and Child, c. 1455. Tempera on panel, 72 x 46 cm. Metropolitan Museum of Art, New York. Obra de Giovanni Bellini.
Dead Christ Supported by the Madonna and St John (Pietà). 1455. Tempera on wood, 44 x 34 cm. Accademia Carrara, Bergamo
Crucifix, c. 1455. Tempera on wood, 55 x 30 cm. Museo Correr, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Transfiguration of Christ, c. 1455. Tempera on panel, 143 x 68 cm. Museo Correr, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Dead Christ Supported by Two Angels (Pietà), c. 1460. Tempera on panel, 74 x 50 cm. Museo Correr, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Dead Christ in the Sepulchre (Pietà), c. 1460. Tempera on panel, 48 x 38 cm. Museo Poldi Pezzoli, Milan. Obra de Giovanni Bellini.
Dead Christ Supported by the Madonna and St John (Pietà). 1460. Tempera on panel, 86 x 107 cm. Pinacoteca di Brera, Milan
Madonna and Child. 1460-64. Tempera on panel, 78 x 54 cm. Civiche Raccolte d'Arte, Milan. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with Child Blessing. 1460-64. Tempera on wood, 79 x 63 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with the Child (Greek Madonna). 1460-64. Tempera on wood, 82 x 62 cm. Pinacoteca di Brera, Milan. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with the Child (Greek Madonna). 1460-64. Tempera on wood, 82 x 62 cm. Pinacoteca di Brera, Milan. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with the Child. 1460-64. Oil on canvas transferred from wood, 52 x 43 cm. Museo Correr, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with the Child. 1460-64. Tempera on panel, 47 x 34 cm. Accademia Carrara, Bergamo. Obra de Giovanni Bellini.
Head of the Baptist. 1464-68. Tempera on wood, diameter 28 cm. Musei Civici, Pesaro. Obra de Giovanni Bellini.
Agony in the Garden, c. 1465. Tempera on wood, 81 x 127 cm. National Gallery, London. Obra de Giovanni Bellini.
The Calvary. 1465-70. Wood, 71 x 63 cm. Musée du Louvre, Paris. Obra de Giovanni Bellini.
Polyptych of San Vincenzo Ferreri. 1464-68. Tempera on panel. Basilica dei Santi Giovanni e Paolo, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Polyptych of San Vincenzo Ferreri (detail). 1464-68. Tempera on panel. Basilica dei Santi Giovanni e Paolo, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Ver más imágenes de Políptico de San Vicente Vicente Ferrer[/i]
Pietà, 1472. Tempera on canvas, 115 x 317 cm. Palazzo Ducale, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of Jörg Fugger. 1474. Oil on panel, 26 x 20 cm. Norton Simon Museum of Art, Pasadena. Obra de Giovanni Bellini.
Dead Christ Supported by Angels (Pietà), c. 1474. Tempera on panel, 91 x 131 cm. Pinacoteca Comunale, Rimini. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna Enthroned Adoring the Sleeping Child. 1475. Tempera on wood, 120 x 65 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with Child, c. 1475. Tempera on panel, 77 x 57 cm. Museo di Castelvecchio, Verona. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with Child, c. 1475. Tempera on panel, 75 x 50 cm. Madonna dell'Orto, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna in Adoration of the Sleeping Child, c. 1475. Tempera on panel, 77 x 56 cm. Contini Bonacossi Collection, Florence. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna and Child, c. 1475. Tempera on poplar panel, 76 x 53 cm. Staatliche Museen, Berlin. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with Blessing Child. 1475-80. Oil on panel, 78 x 56 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of a Humanist. 1475-80. Oil on panel, 35 x 28 cm. Civiche Raccolte d'Arte, Milan. Obra de Giovanni Bellini.
Resurrection of Christ. 1475-79. Oil on panel transferred to canvas, 148 x 128 cm. Staatliche Museen, Berlin. Obra de Giovanni Bellini.
St Jerome Reading in the Countryside. 1480-85. Oil on wood, 47 x 34 cm. National Gallery, London. Obra de Giovanni Bellini.
St Jerome Reading in the Countryside, c. 1480. Oil on wood, 49 x 39 cm. Galleria degli Uffizi, Florence. Obra de Giovanni Bellini.
Transfiguration of Christ, c. 1487. Oil on wood, 115 x 152 cm. Museo Nazionale di Capodimonte, Naples. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna degli Alberetti. 1487. Oil on panel, 74 x 58 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with the Child. 1487. Oil on panel, 75 x 59 cm. Museu de Arte, São Paulo. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna with Child and Sts Peter and Sebastian, c. 1487. Oil on panel, 84 x 61 cm. Musée du Louvre, Paris. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna and Child. 1480-90. Oil on panel, 83 x 66 cm. Accademia Carrara, Bergamo. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna and Child. 1485-90. Oil on wood, 89 x 71 cm. Metropolitan Museum of Art, New York. Obra de Giovanni Bellini.
Virgin and Child. 1485-88. Oil on canvas, 62 x 47 cm. Burrell Collection, Glasgow. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna of Red Cherubs, c. 1485. Oil on panel, 77 x 60 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of Giovanni Emo. 1475-80. Oil on panel, 47 x 33 cm. National Gallery of Art, Washington. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of a Young Venetian. 1480s, Oil on poplar, 32 x 26 cm. Staatliche Museen, Berlin. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of a Young Man in Senator's Garb. 1480-1500. Oil on panel, 35 x 26 cm. Museo Civico, Padua. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of a Young Man in Red. 1485-90. Oil and tempera on panel, 32 x 26 cm. National Gallery of Art, Washington. Obra de Giovanni Bellini.
Frari Triptych. 1488. Oil on panel. Santa Maria Gloriosa dei Frari, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Frari Triptych (detail). 1488. Oil on panel, 184 x 79 cm. Santa Maria Gloriosa dei Frari, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Barbarigo Altarpiece. 1488. Oil on canvas, 200 x 320 cm. San Pietro Martire, Murano. Obra de Giovanni Bellini.
Four Allegories: Lust (or Perseverance), c. 1490. Oil on wood, 32 x 22 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Four Allegories: Falsehood (or Wisdom), c. 1490. Oil on wood, 34 x 22 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Four Allegories: Fortune (or Melancholy), c. 1490. Oil on wood, 34 x 22 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Four Allegories: Prudence (or Vanity), c. 1490. Oil on wood, 34 x 22 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna and Child with Two Saints (Sacra Conversazione), c. 1490. Oil on wood, 58 x 107 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna and Child with Two Saints (detail), c. 1490. Oil on wood. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Sacred Allegory. 1490-1500. Oil on panel, 73 x 119 cm. Galleria degli Uffizi, Florence. Obra de Giovanni Bellini.
The Lamentation over the Body of Christ, c. 1500. Tempera on wood, 76 x 121 cm. Galleria degli Uffizi, Florence. Obra de Giovanni Bellini.
Man with a Turban, 1490s. Drawing. Galleria degli Uffizi, Florence. Obra de Giovanni Bellini.
Angel of the Annunciation and Virgin Annunciate, c. 1500. Oil on canvas, 224 x 105 cm (each). Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of a Young Man, c. 1500. Oil on panel, 32 x 26 cm. Musée du Louvre, Paris. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of a Young Man, c. 1500. Oil on wood, 31 x 25 cm. National Gallery of Art, Washington. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of a Young Man. 1500. Oil on wood, 31 x 26 cm. Galleria degli Uffizi, Florence. Obra de Giovanni Bellini.
Angel of the Annunciation and Virgin Annunciate, c. 1500. Oil on canvas, 224 x 105 cm (each). Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of Doge Leonardo Loredan. 1501. Oil on panel, 62 x 45 cm. National Gallery, London. Obra de Giovanni Bellini.
Bust of a Man, c. 1500. Black chalk, touches of wash on off-white paper, 391 x 280 mm. Christ Church Picture Gallery, Oxford. Obra de Giovanni Bellini.
Baptism of Christ. 1500-02. Oil on canvas, 400 x 263 cm. Santa Corona, Vicenza. Obra de Giovanni Bellini.
Head of the Redeemer. 1500-02. Oil on panel, 33 x 22 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Crucifixion. 1501-03. Oil on panel, 81 x 49 cm. Private collection. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna and Child with St John the Baptist and a Saint. 1500-04. Oil on panel, 54 x 76 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna of the Meadow (Madonna del Prato).1505. Oil on canvas, transferred from wood, 67 x 86 cm. National Gallery, London. Obra de Giovanni Bellini.
Pietà. 1505. Oil on wood, 65 x 90 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
St Jerome Reading in the Countryside. 1505. Oil on wood, 49 x 39 cm. National Gallery of Art, Washington. Obra de Giovanni Bellini.
Sermon of St Mark in Alexandria. 1504-07. Oil on canvas, 347 x 770 cm. Pinacoteca di Brera, Milan. Obra de Giovanni Bellini.
Sermon of St Mark in Alexandria (detalle). 1504-07. Oil on canvas, 347 x 770 cm. Pinacoteca di Brera, Milan. Obra de Giovanni Bellini.
Sermon of St Mark in Alexandria (detalle). 1504-07. Oil on canvas, 347 x 770 cm. Pinacoteca di Brera, Milan. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna and Child with Four Saints and Donator. 1507. Oil on wood, 90 x 145 cm. San Francesco della Vigna, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Continence of Scipio (detail). 1507-08. Oil on canvas, 74,8 x 35,6 cm (entire painting). National Gallery of Art, Washington. Obra de Giovanni Bellini.
Continence of Scipio (detail). 1507-08. Oil on canvas, 74,8 x 35,6 cm (entire painting). National Gallery of Art, Washington. Obra de Giovanni Bellini.
The Murder of St Peter the Martyr. 1509. Oil on panel, 67 x 100 cm. Courtauld Gallery, London. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna and Child Blessing. 1510. Oil on wood, 85 x 118 cm. Pinacoteca di Brera, Milan. Obra de Giovanni Bellini.
Madonna and Child, c. 1510. Oil on wood, 50 x 41 cm. Galleria Borghese, Rome. Obra de Giovanni Bellini.
Sts Christopher, Jerome and Louis of Toulouse. 1513. Oil on panel, 300 x 185 cm. San Giovanni Crisostomo, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Virgin in Glory with Saints. 1510-15. Oil on panel, 350 x 225 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Lamentation over the Dead Christ. 1515-20. Oil on canvas, 444 x 312 cm. Gallerie dell'Accademia, Venice. Obra de Giovanni Bellini.
Portrait of Fra Teodoro of Urbino as St Dominic, 1515. Oil on canvas, 63 x 50 cm. National Gallery, London. Obra de Giovanni Bellini.
Naked Young Woman in Front of the Mirror. 1515. Oil on canvas, 62 x 79 cm. Kunsthistorisches Museum, Vienna. Obra de Giovanni Bellini.
Drunkennes of Noah, c. 1515. Oil on canvas, 103 x 157 cm. Musée des Beaux-Arts et d'Archéologie, Besançon. Obra de Giovanni Bellini.
Pesaro Altarpiece. 1471-74. Oil on panel, 262 x 240 cm. Musei Civici, Pesaro. Obra de Giovanni Bellini.
Pesaro Altarpiece. 1471-74. Oil on panel, 262 x 240 cm. Musei Civici, Pesaro. Obra de Giovanni Bellini.
Ver más imágenes del Retablo de Pésaro
Pues esto es todo amigos, espero que os haya gustado el trabajo recopilatorio dedicado al pintor italiano Giovanni Bellini, conocido como “Giambellino”, es considerado como uno de los principales representantes del Quattrocento. Fue discípulo de su propio padre, Jacopo Bellini, hermano de Gentile Bellini y cuñado de Andrea Mantegna, a su vez el maestro de dos grandes genios: Giorgione (Giorgio Barbarelli) y Tiziano.
Fuentes y agradecimientos a: es.wikipedia.org, commons.wikimedia.org, wga.hu, artcyclopedia.com, es.wahooart.com, the-athenaeum.org, pintura.aut.org, museothyssen.org y otras de Internet.
___________________________ .
.
No debemos dejar que la Cultura muera, si muere el Arte, muere nuestra parte humana...
Los actos de hoy, marcarán nuestra era, sino...
¿Qué dejaremos para el que venga mañana?
.
.
última edición por j.luis el Lunes, 09 Marzo 2015, 23:13; editado 14 veces |
#1 Martes, 13 May 2008, 23:49 |
|
 |
Patrocinadores

|
|
 |
xerbar
Administrador

Ingresado: Septiembre 2005
Mensajes: 18822
Edad: 46 Ubicación:  Jerez de la Frontera
Usuario #: 2
Nombre Real: Manuel Jesús
|
 Re: BELLINI, Giovanni (Giambellino)
Gracias J.Luis por esta nueva galería de Bellini. Su obra aquí expuesta me parece muy buena.
Un Saludo.
___________________________ Antes que nada lee las NORMAS del foro.
Los mensajes deben de ser con respeto y educación hacia todos los usuarios.
Xerbar Administrador del Foro.
|
#2 Miércoles, 14 May 2008, 07:03 |
|
 |
j.luis
Moderador

Ingresado: Diciembre 2005
Mensajes: 24750
Edad: 62 Ubicación:  Madrid
Usuario #: 50
|
 Re: BELLINI, Giovanni (Giambellino)
Gracias xerbar, este pintor renacentista italiano es miembro de una destacada saga de pintores, su padre Jacopo y su hermano Gentile, también eran muy buenos -creo que todavía no has visto los trabajos que les he dedicado- quizá Giovanni, fue el mejor de la saga o al memos a mí es el que más me gusta.
Saludos.
___________________________ .
.
No debemos dejar que la Cultura muera, si muere el Arte, muere nuestra parte humana...
Los actos de hoy, marcarán nuestra era, sino...
¿Qué dejaremos para el que venga mañana?
.
.
|
#3 Miércoles, 14 May 2008, 11:08 |
|
 |
j.luis
Moderador

Ingresado: Diciembre 2005
Mensajes: 24750
Edad: 62 Ubicación:  Madrid
Usuario #: 50
|
 Re: BELLINI, Giovanni (tambien Conocido Como Giambellino)
Seis ‘tintorettos’ y un ‘rubens’, sustraídos de un museo en Verona
Tres ladrones roban 17 obras de arte del Museo cívico de Castelvecchio
El alcalde de la ciudad apunta a un atraco organizado
Ritratto di Girolamo Pompei, de Giovanni Bellini, una de las obras robadas en Verona.
Hay medios italianos que hablan de “herida grandísima”. Desde luego, la lista de las 17 obras de arte robadas ayer en Verona, en el Museo cívico de Castelvecchio, contiene maestros clave de la historia del arte. Seis tintorettos, un rubens y un mantegna están entre los cuadros sustraídos, cuyo valor se calcula entre los 10 y los 15 millones de euros.
Madonna allattante, de Jacopo Tintoretto, una de las obras robadas en Verona.
Ritratto maschile. Cerchia di Jacopo Tintoretto
Banchetto di Baltassar, de Jacopo Tintoretto
Giudizio di Salomone, de Jacopo Tintoretto
Sansone, de Jacopo Tintoretto
Trasporto dell’arca dell’alleanza, de Jacopo Tintoretto
“Eran tres, dos armados, con el rostro cubierto. Hacia las 19.30, poco antes del cierre, en el museo se estaba llevando a cabo el relevo, ya que de día hay al menos 11 trabajadores, pero a esa hora se quedan la taquillera y un agente de vigilancia. El guardia inspecciona las salas para verificar que nadie se haya quedado, entonces vuelve a la entrada y deja marchar a la taquillera. En ese momento se produjo el robo”. La reconstrucción de Roberto Bolis, responsable del gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Verona, a La Repubblica sugiere que se ha tratado de una operación organizada y llevada a cabo por profesionales.
Ritratto di Marco Pasqualigo, de Domenico Tintoretto
Ritratto di ammiraglio veneziano. Bottega di Domenico Tintoretto
Los tres inmovilizaron al agente y acallaron a la empleada con una mordaza. Uno de ellos se quedó controlando a la mujer, mientras los otros dos obligaron al guardia a llevarlos por las salas donde robarían los cuadros, siempre según la reconstrucción de La Repubblica. Para doble colmo, por un lado, los ladrones aprovecharon el coche del agente para alejarse y, por otro, el robo fue realizado justo el día en que el ministro de Cultura, Dario Franceschini, presentaba en una rueda de prensa dos obras de arte recientemente recuperadas por los Carabinieri.
Dama delle licnidi, de Peter Paul Rubens, de Peter Paul Rubens
“Alguien los mandó. Estaban preparados y sabían exactamente a dónde tenían que ir”, ha declarado el alcalde de Verona, Flavio Tosi, que añadió que 11 de las 17 cuadros sustraídos son obras maestras, según el diario The Guardian. Bolis subrayó sin embargo en declaraciones a La Repubblica que a su juicio los ladrones eran sí profesionales pero no expertos de arte. “Se hicieron con obras que estarían en una lista, pero que no eran ni las mayores ni las más preciadas del museo”. Aun así, el responsable de prensa considera que por lo menos cuatro de las piezas son de “grandísimo valor”: la Virgen de los codornices, de Pisanello, San Girolamo penitente, de Jacopo Bellini, la Sagrada Familia con una santa, de Mantegna, y el Retrato de joven con diseño infantil, de Giovanni Francesco Caroto.
San Girolamo penitente, de Jacopo Bellini
Sacra Famiglia con una santa, de Andrea Mantegna
La 'Virgen de los codornices', de Pisanello
Ritratto di Giovane con disegno infantile, de Giovanni Francesco Caroto
Ritratto di Giovane monaco Benedettino, de Giovanni Francesco Caroto
Paesaggio, de Hans de Jode
Porto di mare, de Hans de Jode
Fuentes: artribune.com / elpais.com
___________________________ .
.
No debemos dejar que la Cultura muera, si muere el Arte, muere nuestra parte humana...
Los actos de hoy, marcarán nuestra era, sino...
¿Qué dejaremos para el que venga mañana?
.
.
|
#4 Sábado, 21 Noviembre 2015, 16:14 |
|
 |
j.luis
Moderador

Ingresado: Diciembre 2005
Mensajes: 24750
Edad: 62 Ubicación:  Madrid
Usuario #: 50
|
 Re: BELLINI, Giovanni (tambien Conocido Como Giambellino)
Recuperados en Ucrania cuadros robados de Rubens y Tintoretto
Los presuntos ladrones del museo Castelvecchio de Verona fueron detenidos en Italia y Moldavia
El presidente ucranio Petro Poroshenko observa las pinturas recuperadas, en Kiev, el pasado 11 de mayo.
El pasado 20 de noviembre, los responsables del museo Castelvecchio de Verona pudieron ver en diferido cómo tres encapuchados, dos de ellos pistola en mano, habían entrado la tarde anterior por una puerta lateral de la pinacoteca y robado 17 obras de arte –incluidos cuadros de Rubens y Tintoretto—sin que sonasen las alarmas. La policía italiana descubrió enseguida que el vigilante de guardia fue quien desactivó las medidas de seguridad, y que su cuñada, de nacionalidad moldava, la que actuó de enlace para sacar las obras de arte de Italia e intentar venderlas en los países de la antigua Unión Soviética. El robo, de película, ha sido frustrado más de cinco meses después por la policía de Ucrania, que ha logrado recuperar la integridad del botín, valorado en más de 16 millones de euros.
San Girolamo penitente, de Jacopo Bellini, una de las obras robadas en Verona, ya recuperadas.
Fue el propio presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, quien anunció el miércoles la “brillante operación policial”, y aprovechó para presumir del compromiso de su país en la lucha contra el crimen y la corrupción, si bien el peso de la investigación fue llevado desde el inicio por el cuerpo italiano de Carabinieri. De hecho, ya el pasado 15 de marzo fueron arrestadas los 12 presuntos autores materiales del robo, tres de ellos en Verona y el resto en Moldavia. Pero las obras no han sido encontradas hasta el pasado 6 de mayo en la región ucraniana de Odessa, en la isla de Turunciuk, a pocos kilómetros de la frontera con Moldavia.
Los cuadros se encontraban envueltos en sacos de plástico y escondidos entre arbustos. Además de cinco telas de Tintoretto, como el Sanson, y la Dama de Licnidi de Rubens, también había piezas de Pisanello, Jacopo Bellini, Andrea Mantegna, Giovanni Francesco Caroto, Hans de Jode y Giovanni Benini. Según Alberto Bolis, portavoz del ayuntamiento de Verona, el estado de conservación de las obras es “presumiblemente bueno” y confirmó que su precio teórico –“por cuanto pertenecen al Estado italiano y no se pueden vender”—podría superar los 16 millones de euros.
elpais.com
___________________________ .
.
No debemos dejar que la Cultura muera, si muere el Arte, muere nuestra parte humana...
Los actos de hoy, marcarán nuestra era, sino...
¿Qué dejaremos para el que venga mañana?
.
.
|
#5 Viernes, 13 May 2016, 10:52 |
|
 |
j.luis
Moderador

Ingresado: Diciembre 2005
Mensajes: 24750
Edad: 62 Ubicación:  Madrid
Usuario #: 50
|
 Re: BELLINI, Giovanni (tambien Conocido Como Giambellino)
La sensual revolución de Giovanni Bellini
El pintor y sus discípulos protagonizan una muestra en Italia que ahonda en sus vírgenes y en la labor de su taller
'Virgen con el Niño', de Giovanni Bellini (1470).
La vírgenes del pintor renacentista veneciano Giovanni Bellini (Venecia, alrededor de 1430-1516) representan el rol más humano de la madre de Cristo: son juguetonas, cariñosas, tiernas, acaso sensuales. La mirada es dulce y melancólica. Las madres abrazan con delicadeza al hijo, como si el creador quisiera transmitir la experiencia personal de una infancia llena de afecto. Los cuadritos de Bellini crearon una nueva tendencia en la historia del arte: los personajes aparecen representados con la originalidad de las posturas, la ambientación del paisaje y la composición –en inéditos planos medios– y el uso magistral de la luz, que, de tanto en tanto, recuerda la resurrección o la muerte. La exposición Bellini y los bellinianos, en el Palacio Sarcinelli de Conegliano, tierra de colinas suaves, en el norte de Italia y ciudad natal de algunos de sus discípulos, desvela el método de trabajo del maestro y cómo funcionaba su taller. De paso, responde a un asunto espinoso que emerge cuando se habla de Giovanni Bellini: ¿quién pintó qué? Con un año de retraso, por motivos burocráticos, con respecto a la celebración del V centenario de su muerte, se exponen una treintena de obras, entre las cuales figuran vírgenes bellinianas y pinturas religiosas de gran formato, firmadas por autores poco conocidos como Marco Bello, Domenico Capriolo y Jacopo de Valenza y de artistas célebres como Tiziano y Tintoretto. Pasaron por la bottega de Bellini, absorbieron como esponjas los secretos del genio renacentista veneciano y construyeron su propia carrera. Otros se limitaron a copiarlo, aun después de su muerte.
Hijo de Jacobo Bellini, hermano de Gentile y cuñado de Mantegna, Giovanni era el menor de la familia. Siendo apenas un chaval, Giovanni Bellini elaboró telas de gran dimensión para iglesias, mucho antes de experimentar con las imágenes para la contemplación privada, como sus vírgenes coloridas y sensuales, que se convirtieron en un género muy apetecido por las familias venecianas del siglo XV.
'Cristo portacroce'. Giovanni Bellini (1510).
Y esa fue la verdadera revolución pictórica de Bellini: sus pequeños cuadros, de apenas 83 por 62 centímetros, que nacieron para satisfacer la espirtualidad personal del un pintor reflexivo: pintaba Vírgenes con el Niño, según él, como ejemplo de buena conducta familiar. Quería comunicar que las madres pueden ser amorosas y cálidas, rompiendo con la tradición de retratar vírgenes tristes. Sin embargo, con el paso del tiempo la invención se convirtió en un fenómeno pictórico de masas y tuvo un gran éxito comercial. Los problemas comenzaron cuando el ritmo pausado de trabajo del pintor no coincidía con la demanda creciente. Además de lento, detestaba que los clientes metieran las narices en la composición, el uso del color y la luz. Para satisfacer la demanda echó mano de sus aprendices. Fue así como nació la producción en serie en el taller de Bellini: el maestro hacía los dibujos y componía el espacio, y del resto se ocupaban sus discípulos. Lo explica el comisario de la exposición, Giandomenico Romanelli: “Sabemos que Giovanni dibujaba en papel las líneas esenciales, luego eran perforadas y cubiertas con polvo de carbón, y sobre esta base los alumnos rellenaban las figuras. En otros casos, se recurría a una especie de collage, ensamblando diferentes partes de los dibujos de Bellini. Los paisajes eran siempre de su mano porque los consideraba de gran valor espiritual”.
Abundan los ejemplos de artistas presentes en la muestra que, por pura negligencia o falta de talento, copiaron a Bellini, siguiendo las huellas de sus dibujos. De tanto copiar, se multiplicaron en modo exponencial variantes de los prototipos salidos del atelier belliniano, muy diferentes no solo en los detalles, sino también en la iluminación y la calidad del producto final. Emblemático es el cuadro símbolo de la exposición, firmado por Marco Bello: retrata la circuncisión de un bebé poco agraciado y desproporcionado. En la escena hay dos mujeres, cuyas líneas delicadas contrastan con los de los cuatro personajes masculinos. Sin duda, Bello calcó las féminas y el resto es obra suya. Estaba a años luz del maestro, por eso firmó siempre como aprendiz de Giovanni Bellini.
'Circuncisión', de Marco Bello (Última década del siglo XV).
La herencia de Bellini no radica en las copias de sus dibujos y adaptaciones de sus obras, dice Romanelli, experto en arte renacentista. Tampoco se encuentra en el taller. El legado de Bellini está en el futuro: “El taller es una realidad que permanece siempre igual, un lugar donde muchos de sus alumnos copian los trazos del maestro, mientras Bellini sigue innovando. El gran legado de Bellini son los alumnos que posteriormente se convierten en los protagonistas sucesivos: Tiziano, Giorgione, Tintoretto...”. Como la serie de seis retratos de “cabezas viriles”, firmadas por Tintoretto, expuestas en el último capítulo de la muestra. En los rostros de los caballeros, Tintoretto parece haber calcado la composición, típica de los retratos de Bellini. Nacía así una versión doméstica de la propia efigie. Y también, una generación de discípulos, que a partir del siglo XVI se encargó de influir en toda la pintura europea.
elpais.com
___________________________ .
.
No debemos dejar que la Cultura muera, si muere el Arte, muere nuestra parte humana...
Los actos de hoy, marcarán nuestra era, sino...
¿Qué dejaremos para el que venga mañana?
.
.
|
#6 Martes, 28 Marzo 2017, 18:04 |
|
 |
|
|
Página 1 de 1
|
Usuarios navegando en este tema: 0 registrados, 0 Ocultos y 1 Invitado Usuarios registrados conectados: Ninguno
|
No Puede crear nuevos temas No puede responder temas No puede editar sus mensajes No puede borrar sus mensajes No puede votar en encuestas No puede adjuntar archivos No puede descargar archivos Puede publicar eventos en el calendario
|
|
|
|
|